lunes, 6 de septiembre de 2010

Aceptemos que no es la culpa del otro

Echarle la culpa a un país de lo que sucede en otro, me parece como los padres que no aceptan cuando sus hijos hacen algo que no deben. Si su hijo le pega, empuja, muerde, o ataca a otro es porque lo provocaron. Y si no lo provocaron, como sea es la culpa del otro niño porque no se sabe defender. Algunos hasta se atreven a decir: “mi niña nunca pega, esta es la primera vez que lo hace” (aunque se le ha visto atacando a otros niños hasta más pequeños que ella o él en repetidas ocasiones. No sé si los padres están en negación, no lo quieren aceptar para no tener que tomar acción (¡qué flojera educar y corregir a los hijos!); quieren engañar a los demás para que piensen que su niño o niña es muy inocente y bueno y ¡jamás se atrevería a pegarle o aventar a un bebé!

Así como esos padres que no aceptan responsabilidad por las malas acciones de sus hijos, me parecen los ciudadanos de un país donde la violencia está a la orden del día, pero le echan la culpa al vecino: Pues después de todo, él es el consumidor, que él venga y nos arregle está situación…Aunque al final se le tache de metiche por no respetar la soberanía de los otros.

sábado, 4 de septiembre de 2010

Si yo estoy mal, tú estás bien...y viceversa

Si yo no creo en la reencarnación, y tú sí, alguien está equivocado, ¿verdad? Yo creo que tú estás equivocado y que yo tengo la razón. Y tú crees que yo estoy equivocada y tú tienes la razón.

Si tú crees que hay seres extraterrestres viviendo entre nosotros, haciéndose pasar por seres humanos; y yo no creo eso para nada… Alguien no está en lo correcto, ¿verdad?

Si yo creo en un Dios todopoderoso y supremo que nos creó y en Jesucristo y la Trinidad, pero tú crees que todos somos parte de un dios y vamos “perfeccionándonos” para volver a ser parte de ese dios… Uno de nosotros dos está en lo correcto y el otro no, ¿verdad?

En tantas de nuestras creencias y pensamientos, alguien tiene la razón y el otro no. Somos diferentes y eso nos enriquece y hace nuestras vidas más entretenidas. Yo seguiré creyendo que yo estoy en lo correcto y que tú estás equivocado. Tú seguirás creyendo lo mismo que yo, pero al revés: que tú estás en lo correcto y yo estoy errada. En eso coincidimos.

¿Quién tiene la razón? No todo es relativo.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Sentirse ignorada a corta edad

Hace unas semanas en una fiesta, mientras repartían el pastel, Blyssé me dijo: “Mami, no me han dado pastel, ellos creen que no vine, no saben que estoy aquí”. Me imagino que esa fue su forma de explicarme que se sentía ignorada.