Fui a cenar a Cuba Cuba para celebrar los cumpleaños de unas amigas. Me la pasé muy bien, como siempre con ese grupo de amigas. Cenamos comida cubana deliciosa, comimos postre, y platicamos ¡tan rico!
El cansancio me hizo tener que despedirme después de varias horas, y cuando ya estaban empezando a cerrar el restaurante. En mi camino de regreso a casa me encontré con una estrella fugaz. No sé exactamente por qué razón, pero me hizo sentir aún mejor. Soy tan especial –ja ja ja—Al menos para Dios sí. Gracias Dios por este lindo día y una linda y divertida noche.
Estoy agotada. Me voy a dormir, pues Allegra o Blyssé (o ambas) me van a despertar muy temprano. – Y si no, será un milagro.
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