lunes, 31 de mayo de 2010

Dos consejos sobre dar y prestar

Una persona cercana a mi, cumple años dos meses antes que yo, y siempre recibo regalo de esa persona, parecido a lo que yo le haya regalado, o del mismo precio. Un año no estuve presente para su cumpleaños por causas de fuerza mayor, y no le di regalo ese año, pero sí estuve para el mío ( ja ja) pero no me dio regalo... Y sé que fue porque yo no le había dado a ella (o él).

Es una persona muy “sentida”, así que no le he dicho que no debe sentirse comprometida a darme regalo porque yo le doy. Cuando quiero dar un regalo lo doy de corazón, no porque quiero que me den cuando me toque a mí - De verdad lo digo -. Si he notado eso con esta persona, es porque es muy obvio: Por ejemplo, si le doy un certificado de regalo y una bolsa, recibo lo mismo de ella dos meses después (o cuando sea mi cumpleaños)

A los que quieran darme un regalo les doy las gracias. Y a quienes no les nazca de su corazón darme un regalo, por favor no se molesten. Es mejor no esperar nada a cambio cuando hacemos un favor o damos un regalo, así no nos decepcionamos si no cumplen nuestras expectativas.

Y si recibes un regalo de mi, o ayuda de alguna forma, ten por seguro que no espero que me la pagues algún día.

¡Ah! Pero si pides algo “prestado” no “regalado o donado” entonces sí ¡regrésalo! Ahí ya es otra situación muy diferente a los regalos. Ejemplo: Persona A: ¿Me puedes prestar tal cantidad de dinero y te la pago al llegar a mi casa? Persona B: Claro que sí.Persona B espera que Persona A pague como dijo ¿o no?

Así que mis consejos del día (para otros y para mí misma) son:
1. Si das un regalo, dalo de corazón, sin esperar nada a cambio.
2. Si pides algo prestado, regrésalo o págalo, como prometiste. Aunque sea de poquito a poquito, pero ahí si.- no quedes mal.

Y si a alguien le he quedado debiendo, por favor recuérdemelo y con gusto les mando el pago. Reciban muchas bendiciones toda esta semana. Me despido.

domingo, 30 de mayo de 2010

El tornado pasó muy cerca

El miércoles pasó un tornado súper cerca de nuestra casa, de hecho hubo un remolino que era parte del tornado aquí en frente de nuestra casa. El granizo estuvo de miedo (literalmente). El sonido por toda la casa era impresionante…pobrecitas mis niñas. Nos fuimos al sótano, ya que es el lugar más seguro ante esas situaciones. Una vecina que no tiene sótano se vino con sus dos niñas y allá estuvimos abajo, platicando y las niñas jugando en el cuarto de los juguetes.

Mientras tanto, las bolas de hielo del tamaño de pelotas de béisbol, entraban por la ventana de la cocina a gran velocidad. De hecho, las niñas vieron vidrio y granizo volando cuando bajábamos al sótano. Mi laptop estaba sobre la mesa que está al lado de la ventana que se rompió, por donde entró más granizo. Ya que mis hijas estaban seguras, me fui a salvar mi laptop. Me cubrí cómo pude, me puse zapatos y me fui pisando el hielo y esquivando el hielo que entraba a gran velocidad. Por fin alcancé mi laptop, la desconecté y la puse en un lugar seguro. Danny piensa que no debí haberme arriesgado por mi laptop, pero es parte de mi memoria y de mi vida, y no quiero perder esa parte de mi vida ni de mi memoria. Valió la pena.

Ya que pasó el tornado, Danny se vino a casa. Todo esto pasó alrededor de la 1 y 2 de la tarde. Danny llegó a las 2:30 y empezamos a limpiar los destrozos. Tres horas más tarde, cayó otra granizada, pero no tan fuerte como la primera, que era parte del tornado. La segunda sólo era una tormenta normal.

Le doy gracias a Dios porque el granizo no nos hizo daño físico a nadie: ni a Danny, ni a Blyssé, Allegra, Churro ni a mí. Gracias a Dios no perdimos nuestras camionetas, como a muchos vecinos les pasó. Las niñas no estaban cerca de las ventanas que se quebraron, Churro no estaba afuera, etc. Gracias a Dios por su protección.

Raramente, esta granizada tan feroz cayó solamente sobre nuestra colonia, la cual es muy pequeña y se encuentra prácticamente en el medio de la nada…. Tal vez por eso nos cayó a nosotros. A las colonias cercanas les cayó lluvia y granizo normal, pero no quebró vidrios, no dañó patios, puertas, ventanas, techos, patios, mesas, juguetes, ni nada como sucedió aquí en nuestra pequeña comunidad. Ojalá no vuelva a suceder.

jueves, 27 de mayo de 2010

Un pensamiento de una amiga abandonada

Aquí rapidito: Yo preguntándome porque uno que otro amigo mío homosexual, no quiere compartir ya su vida conmigo y hasta me bloqueo jaja. Si yo lo quiero, admiro y respeto igual que siempre. Su preferencia sexual no lo hace menos inteligente, gracioso, trabajador, ni hermoso. Me parece que él cree que no lo voy a querer, apreciar o respetar igual… Qué lástima que después de tantos años crea eso de mí. Te quiero amigo, seas homosexual o heterosexual, y no importa el color de piel ni de tus pelos, ni con quien salgas, ni que música te gusta. Te quiero igual que hace veinte años y que hace diez. Te quiero, no importa con quien salgas. Si Dios te ama y te creo así de bello como eres, ¿por qué yo dejaría de quererte? ¿Por qué te alejaste de mí?

lunes, 17 de mayo de 2010

¡Sí hablo y entiendo inglés, de veras!

Tal vez soy una malagradecida, pero ¡Ay, qué molesto es cuando alguien que habla peor español de lo que yo hablo inglés, me trata de ayudar porque creen que no hablo inglés! Y todo porque yo les hablo en español a mis hijas. Me pasa tan seguido últimamente: Estoy en algún lugar público con mis dos pequeñas hijas; estoy hablando español con ellas. Alguien de metiche escucha mi conversación o comentarios dirigidos hacia mis hijas; esa persona (metiche) malentiende mi conversación y se inmiscuye tratando de ayudarme, hablando un español horrible.

No me burlo de las personas que quieren aprender español, al contrario, los admiro, los apoyo y los respeto. Pero resulta una pérdida de tiempo para mí, cuando alguien intenta “ayudar” porque creen que les estoy hablando en español a mis hijas porque no sé inglés.
Aunque a Danny también le hablo en español, eso no sucede con él, pues me imagino que piensan que él me traduce, ja ja.

La semana pasada en la biblioteca, ocurrió un error en el sistema, mientras yo estaba intentando encontrar unos libros. Estaba usando la computadora, leyendo lo que estaba diciendo sobre el error y mientras le explicaba a Blyssé lo que estaba sucediendo. Una niña de unos 12 años vino a mi “rescate” y me dijo lo que decía (como si yo no entendiera) y me borró todo lo que estaba en la computadora que estaba usando en la biblioteca. ¡Qué coraje! Si no pido ayuda, por favor no me la den, sin ni siquiera ofrecerla. De eso, aprendí lo siguiente: Si algún día creo que alguien necesita ayuda porque no entienden el idioma, debo preguntarles amablemente: ¿Necesitan ayuda? Si la respuesta es no, seguiré mi camino. No me entrometeré en el trabajo que esas personas estén tratando de realizar.

¡Qué coraje cuando alguien te ayuda! Jajajaja No debo ser malagradecida, pero sí me da coraje que me hagan perder el tiempo, ¡cuando el tiempo es tan valioso!

En la clase de gimnasia de Blyssé sucedió que estábamos los papás o mamás ayudando a nuestros hijos (as). Yo le dije algo en español a Blyssé, y en eso se pone en medio de nosotras una chica intentando “ayudarnos” en español. Sí, qué amable de su parte. Ni Blyssé ni yo le entendimos lo que decía, pero sé que decía muchas palabras en español. En otras circunstancias, me hubiera detenido a ayudarle a corregir y mejorar su español, en esa ocasión no me era posible, pues Blyssé ya se había ido corriendo por el trampolín grande, mientras Allegra se había salido de la carreola y tuve que ir corriendo a cargarla, e ir alcanzar a Blyssé.

Si me ven hablando en la calle español, créanme que lo hago por gusto.Gracias por su ayuda.

domingo, 16 de mayo de 2010

¿Perdón y olvido?

Si me conoces bien, probablemente creas que uno de mis múltiples defectos es la dificultad que tengo para perdonar. Si ese es el caso, te equivocas. Yo sí perdono, aunque no fácilmente. Para lo que batallo es para olvidar.

En inglés escucho seguido que dicen “forgive and forget”. Se cree que para lograr el perdón, es necesario que vaya de la mano con el olvido. ¿Para perdonar es necesario olvidar? Mi respuesta es definitivamente no. Yo creo que podemos perdonar, sin olvidar lo que nos hicieron. De hecho, me parece inteligente no olvidar lo que nos hizo daño, así no se volverá a repetir.

Si alguien que consideras tu amigo te da una cuchillada por la espalda, es mejor aprender de esa experiencia y no olvidarla, así no se volverá a repetir.

¿Es bueno perdonar? ¡Claro que sí! El saber perdonar es buenísimo para la salud. Nos ayuda a no estresarnos ni mortificarnos. Dios nos dice en su palabra que debemos perdonar. No nos dice que debemos olvidar… ¿o sí? Por favor si estoy equivocada, háganmelo saber.

Yo creo que lo mejor para nuestra salud mental, emocional y física, es perdonar. ¡Pero no olvidar! He ahí el valor de las experiencias de cada día. Esas experiencias nos ayudan a aprender y a crecer. No quiero olvidar las experiencias alegres, ni las tristes tampoco. Quiero recordar cada una de ellas y modificar lo que pueda en el futuro para no volver a caer en la misma piedra.

Así que puedo perdonarte, pero lo que me hayas hecho no se me olvida. Ya lo sabes.

jueves, 6 de mayo de 2010

Entre seis y siete

Gritos y lloridos me despiertan. Veo en mi iPhone que son las 5:48 de la mañana. Danny me dice que la deje llorar, pero no me parece justo porque para ella ya es su hora de despertarse y empezar una nueva aventura. Voy al cuarto de la bebé, la cargo, le cambio el pañal, le doy su lechita deseando que vuelva a dormir, aunque nunca ha vuelto a dormir después de esta hora.
Escucho a mi hija mayor que está cantando en su cuarto, eso quiere decir que ya está lista ella también. Mi iPhone dice que son las 6:25. Blyssé me pregunta desde su cuarto si puede salir o todavía no, le digo que sí viene al cuarto de la Bebé y nos da los buenos días. Le doy gracias a Dios por mis dos hijas. Nos vamos al cuarto de Blyssé; escoge su ropa, la ayudo a cambiarse y a peinarse, mientras Allegra juega en el piso a veces, y a veces trata de que le cargue, o le estira el cabello a Blyssé. Ella va al baño, se lava los dientes y mientras Allegra tumba la construcción que Blyssé hizo en su cuarto con bloques de madera, Blyssé viene gritando ¡nooooooo, no puedes tocar mis construcciones!

Prendo la radio, a Blyssé no le gusta mi música, así que busca el CD de Trepsi que mi amiga Blanca le mandó de Monterrey. Allegra le sube el volumen a todo lo que da, luego quita el CD y lo chupa. Blyssé la regaña, Allegra grita y grita. A penas son las siete de la mañana…..

Sigo otro día.