jueves, 4 de noviembre de 2010

El poder de la oración y los buenos deseos

Una buena amiga mía me dijo que cuando yo le mando buenos deseos, cosas buenas suceden en su vida. ¿Todos tenemos ese “poder” verdad? Y es el poder de la oración también. Creo que cada vez que le pido a Dios algo bueno para mis amigos, mi familia y demás seres queridos, Dios me lo concede. ¡Gracias Dios!
Por ejemplo, por un tiempo le estuve pidiendo a Dios a diario que le mandara novia a mi suegro, alguien buena que lo acompañara, pues después de que falleció mi suegra (el amor de su vida), él se quedó muy solito. Aunque nos tenía a nosotros, y a sus demás hijos y nietos, pues no es lo mismo. Yo pensaba que sería bueno para él que tuviera una buena acompañante en su vida. Poco tiempo después mi suegro conoció a Hilarie, y empezaron a salir. Y ahora tienen una bonita relación y Hilarie es la figura de “abuelita” para mis niñas, que aquí en Colorado no tenían. ¡Gracias Dios por escuchar mis oraciones!
¿Por quién pediré hoy?

1 comentario:

  1. Pues te pediría un novio para mi, pero, después de 15 años de ser viuda, he aprendido que eso Dios lo decide.
    Además me gustaría tener un esposo y no sólo un novio.
    Nina

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