Una buena amiga mía me dijo que cuando yo le mando buenos deseos, cosas buenas suceden en su vida. ¿Todos tenemos ese “poder” verdad? Y es el poder de la oración también. Creo que cada vez que le pido a Dios algo bueno para mis amigos, mi familia y demás seres queridos, Dios me lo concede. ¡Gracias Dios!
Por ejemplo, por un tiempo le estuve pidiendo a Dios a diario que le mandara novia a mi suegro, alguien buena que lo acompañara, pues después de que falleció mi suegra (el amor de su vida), él se quedó muy solito. Aunque nos tenía a nosotros, y a sus demás hijos y nietos, pues no es lo mismo. Yo pensaba que sería bueno para él que tuviera una buena acompañante en su vida. Poco tiempo después mi suegro conoció a Hilarie, y empezaron a salir. Y ahora tienen una bonita relación y Hilarie es la figura de “abuelita” para mis niñas, que aquí en Colorado no tenían. ¡Gracias Dios por escuchar mis oraciones!
¿Por quién pediré hoy?
Pues te pediría un novio para mi, pero, después de 15 años de ser viuda, he aprendido que eso Dios lo decide.
ResponderBorrarAdemás me gustaría tener un esposo y no sólo un novio.
Nina