Son las 8:30 y ya estoy en la cama. ¡Qué bendición tan grande! Tengo muchas pequeñas y grandes razones por las que darle gracias a Dios.
Gracias por un buen día. No un día fácil, pero sí bueno y lleno de bendiciones. Gracias Dios porque eres tan bueno conmigo. Gracias por mi familia y mi hogar. ¿Qué más puedo pedir?
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