lunes, 24 de octubre de 2011

Catarina





Después de perder tres bebés en mi vientre, temía perder a mi Allegrita también. Los nueve meses en los que Allegra crecía dentro de mí, sabía que existía la posibilidad de que no naciera. Gracias a Dios, sabemos cómo termina esa historia: con una niña saludable, inteligente y activa; pero durante el embarazo, sí estuve un tanto preocupada.

Cuando nos enteramos de que era niña, Blyssé y yo decidimos que el tema de su cuarto iba a ser "catarinas rojas". Empezamos a buscar lo necesario para el cuarto de la bebé, y empezamos a llenar su cuarto de catarinas rojas con puntos negros.

En varias ocasiones, una catarina roja (real) apareció volando y se paró en mi brazo, o en la ventana al lado mío. Creo que cada una de esas veces era un memo de Dios, para asegurarme que Allegra iba a estar bien.

Me acordé de ésto porque escuché a Allegra decirle a Blyssé: "Yo soy una catarina".

Gracias Dios por las catarinas.

:)




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