Uno de los grandes amores de mi vida son mis estudiantes. Los estudiantes adolescentes (que ya son adultos, muchos de ellos) son seres que quiero mucho, aunque muchos de ellos no lo sepan porque fui estricta con ellos. Cada vez que recibo un mensaje o una llamada de ellos, me lleno de alegría.
Me siento muy orgullosa especialmente de los estudiantes que ahora hablan español súper bien. Hay varios con los que no tuve contacto por varios años, y luego al encontrarnos en feisbuk (así se escribe en español, según yo –ja-) o en la calle, me entero de que se ahora son bilingües. Para un estudiante de idiomas, ese es el máximo examen: la vida. Si pudiera, regresaría el tiempo y les pondría una A + (si estuviéramos en México sería un 10).
Estoy orgullosa de esos que fueron mis estudiantes y ahora hablan y escriben bien el español. No digo que fue por mí, pues la mayoría lo hicieron ya al terminar la prepa. Qué hermosos seres esos niños grandes que Dios puso en mi vida en ese momento. Pues los estudiantes de prepa son todavía niños, aunque parezcan adultos.
Los felicito Tannya, Luke, Scott y tantos que por el momento no recuerdo, sólo los menciono a ellos porque me han contactado recientemente y ¡qué bella sorpresa saber que ahora nos podemos comunicar en mi lengua madre! Los amo. –Y a tantos otros que continúan si aventura por la vida aprendiendo español.
Es hermoso conocer una persona como tú que ves lo positivo de la vida. Eso no sucede a menudo, yo conozco personas que no lo hacen.
ResponderBorrarGracias Nina, no se porque lo dices. Aunque yo no me considero una persona muy positiva u optimista, me considero mas bien realista. Veo muchas cosas malas tambien y hasta soy un poco paranoica jajaja. BESOS!
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