sábado, 29 de enero de 2011

Juegos en los Baby Showers

Es una alegría muy especial cuando celebramos a una mamá y a su nuevo bebé, próximo a llegar o recién recibido. Aunque sí me gustan los baby showers, los juegos (tontos) de estas celebraciones no son de mi agrado. Especialmente cuando me hacen perder el tiempo más preciado que tengo: el tiempo que paso con mi esposo y mis hijas.

Algunos juegos en este tipo de celebraciones si me han entretenido, pero ya si duran más de 5 minutos, me parecen una gran pérdida de tiempo y una ridiculez. Esa es mi opinión, si a las que organizan los juegos les encantan, qué bueno, pero a mí no. –Aunque acepto que varias veces yo he organizado baby showers para amigas, y he organizado algunos juegos; siempre intentando que sean entretenidos (para mí) y que no sean tardados, o de esos donde tienes que escribir y escribir…. O correr haciendo cosas ridículas por todo el lugar del evento. – Sé bien que mis jueguitos no les gustan a todas, pero al menos no se alargan.

Por favor, si a la próxima vez que me invites a un baby shower, me voy antes de que empiecen los juegos, no te sientas ofendida.

Gracias.

martes, 25 de enero de 2011

Intermedio.- No sé vender

Muy seguido, amigos, familiares y conocidos me piden que les ayude a vender los productos que ellos se dedican a vender, o a promocionar sus servicios. Con mucho gusto, yo le hago saber a la gente (cuando viene al caso) que tal amigo o conocido vende u ofrece tal servicio, pero la verdad es que yo no sé vender, ni está dentro de mis intereses.

Eso de las ventas, andar cobrando, dando cambios, que cuánto le debes a tal o cual persona, etc. nada más no me interesa. No me gusta involucrarme en ventas. Aún así, he ofrecido productos y servicios en nombre de otros, aunque normalmente no insisto ni hago un esfuerzo sobrehumano para atrapar clientes. Discúlpenme familiares, amigos y conocidos que me han pedido tal favor y no he sido exitosa en conseguirles clientes. Espero que comprendan que nada más no se me da.

Tercera Parte de Bea…

Otra actividad sospechosa de los padres de Bea, era que muy seguido cambiaban su número de teléfono, y en el identificador de llamadas aparecían nombres diferentes.- los nombres de sus hijos. Creo que usaban los nombres de sus hijos y sus números de seguro social para poder hacer ciertas cosas que ya no podían hacer usando sus nombres y números.
Estas personas nunca trabajaban, vivían con muchas otras personas, de repente se veían enfermos y abusaban de todos los beneficios que el gobierno y obras de caridad puedan ofrecer. Sus hijos casi siempre estaban sucios, desabrigados y hambrientos.
Sí, yo también me preguntó por qué no le avisé al Departamento del Estado que se encarga de niños maltratados. En parte es porque Bea me decía muy seguido que ella nunca quisiera que la separaran de sus hermanos y que si “”algo” sucedía (no daba detalles), a ella y a sus hermanos las pondrían en “foster care” y eso a ella no le gustaría. Varias veces le pregunté si le gustaría que Danny y yo la adoptáramos y ella me decía emocionada que sí, siempre y cuando adoptara a sus hermanos también. Sé que es egoísta de mi parte, pero yo no estaba dispuesta ni me sentía preparada ni capacitada para adoptar a tantos niños.
Una vez que la perdí y la volví a encontrar, ella y sus hermanos estaban ya viviendo con una tía. La mamá estaba en la cárcel, pero ni Bea ni la tía me quisieron decir por qué. Una vez que la mamá salió de la cárcel (después volvió), Bea me pidió que la llevara a verla, estaba viviendo en una casa algo extraña con gente extraña también. La mamá salió y me dijo: Brisa, esta vez ya no voy a volver a usar drogas. No que yo supiera todos los detalles, pero me imagino que debía ser obvio por su apariencia. (Por su apariencia y lo que he leído, supongo que usaba -o usa- heroína… no sé qué más usará, tal vez meth también). -- ¿Cómo se dice “meth” en español?
Bea ya tiene 17 años. La última vez que la encontré, estaba viviendo con su novio, cerca de Portland.

Continuará…

lunes, 24 de enero de 2011

Segunda Parte de Bea…

Para empezar, creo que tengo que regresar a la primera parte de este tema y cambiar el nombre de la protagonista de esta historia, solamente para proteger su identidad. Ahora le llamaré solamente Bea, ya que no soy tan creativa inventando nombres.

Algunas cosas se me hacían sospechosas de los padres de esta niña, pero cuando yo le preguntaba a ella, no quería hablar de eso, así que no la presionaba. En el entrenamiento de “Big Brothers, Big Sisters”, se nos había dicho que no era nuestro trabajo cambiar la vida de estos niños, sino apoyarlos, y estar ahí para que ellos tuvieran alguien con quien hablar distraerse, y aprender cosas nuevas y positivas. Tal vez por eso nunca hice nada para indagar más.

Aunque Bea y yo nos veíamos de 2 a 4 veces al mes, muy frecuentemente me resultaba muy difícil encontrarla, pues cuando iba por ella, el lugar donde vivía la semana anterior estaba abandonado. Yo llamaba a la trabajadora social de BBBS, y me decían que no podían hacer nada hasta que la madre de la niña se comunicara para avisarles del cambio de dirección. Pronto me di cuenta de que eso no sucedía, así que me di a la tarea de buscarla y siempre la encontré…. Batallaba, pero siempre la encontraba. Fue así que visité los lugares más pobres y peligrosos de Denver y su área metropolitana.

Continuará….

miércoles, 19 de enero de 2011

Beatrice – Primera Parte

Hace aproximadamente 11 años, me uní a un grupo llamado “Big Brothers Big Sisters” como voluntaria. Si desean más información del trabajo social que hace este grupo de voluntarios, visiten su página aquí: http://www.bbbs.org/site/c.9iILI3NGKhK6F/b.5962335/k.BE16/Home.htm

Mi trabajo voluntario era ser la “big sister” de una niña de 6 años que se llama Beatrice. Nos reuníamos una vez por semana y hacíamos actividades que ella no hacía con su familia. Los niños de este programa eran considerados menos afortunados no solamente por ser pobres, sino por las circunstancias de sus familia. No era mi trabajo indagar cuales eran esos problemas que hacían a Beatrice ser menos afortunada, sino solamente pasar tiempo con Beatrice, y de alguna forma apoyarla en sus estudios y que ella viera que en la vida hay algo más que lo que ella veía en su casa.

A través de Beatrice aprendí tanto que gracias a Dios yo nunca viví. También aprendí a valorar a mis padres aún más. La mamá de Beatrice decía que era soltera, aunque vivía con su novio y padre de sus 5 hijos, de los cuales Beatrice es la mayor. Uno de esos hermanitos falleció, según dice la mamá debido al síndrome de muerte súbita, pero sabiendo todo lo que sé de ella ahora, creo que fue por negligencia. Pronto descubrí que la mamá no tenía intención ni deseo de casarse con su novio, ya que al ser madre “soltera” podía recibir más beneficios del gobierno.

Mañana continuaré con la segunda parte.

lunes, 17 de enero de 2011

Facebook y el Divorcio

Se especula que nuestro buen amigo Facebook es el causante de muchos divorcios últimamente(http://www.coffetoday.com/divorce-because-of-facebook/905280/)
No sé qué tan cierto será, pero me quedé pensando en eso y me pregunto por qué. He aquí un escenario imaginario:
- Gracias a Facebook, “A” se vuelve a encontrar a “M” después de veinte años de no saber de él. M es el amor de su vida adolescente (o al menos de la secundaria) y aunque no había pensado en él en casi dos décadas, Facebook le permite recordar los atributos que la hicieron algún día pensar que estaba enamorada por primera vez. Bien dicen que el primer amor nunca se olvida (ja ja, qué frase tan trillada…. pero tan cierta).
Con lo fácil que es conectarse y comunicarse a través de Facebook, estos antiguos amigos empiezan a comunicarse. Cada uno de ellos puede imaginarse lo que quiera del otro.
“A” puede creer que “M” sigue siendo el chico dulce e inteligente que conoció en la secundaria; aunque M puede ser un abusador, alcohólico, flojo que no trabaja y no mantiene a los varios hijos regados que tiene por ahí…. O quizás, M puede ser no solamente tan dulce e inteligente como era en su adolescencia, sino que pudo haber crecido y madurado. Tal vez se convirtió en un hombre fuerte y guapo…Y no sólo eso, sino que es trabajador, inteligente y tal vez, exista la remota posibilidad de que M y A se hayan convertido en adultos que tiene mucho en común.
¿Por qué perdimos contacto? ¿Por qué nunca nos buscamos? ¿Por qué M nunca consiguió mi teléfono? ¿Por qué no nos volvimos a ver si vivíamos en la misma ciudad? Todo eso y más brinca por la mente inquisitiva de A, quien hasta el momento en que Facebook le recordó a M consideraba tener un matrimonio feliz y estable. Ahora A empieza a cuestionarse y el “hubiera” surge… Y si hubiera esto y aquello…. Y como sería si… Todos esos escenarios no existen, no son reales.
¿En qué momento todas esas preguntas y fantasías pasan a ser una realidad para A o para M? Tal vez uno de los dos se atreve a decirle al otro que nunca lo olvidó y que su corazón brinca cuando ve su foto en Facebook…. Así como brincaba de emoción cuando aparecía por la puerta del salón…. Hace tantos años. Pero éramos adolescentes, casi niños. Ahora somos adultos.
Mi querida A, mi consejo como mujer casada es que mejor sigas tu vida y bloquees a M o ignores sus mensajes y fotos. Sigue la vida real que tienes ahora y no apuestes tanto por una ilusión o un hubiera.
¿De verdad será Facebook el nuevo culpable de la creciente tasa de divorcio?

lunes, 10 de enero de 2011

Columbine

Aproximadamente la segunda semana de abril de 1999, yo tuve un sueño que me asustó mucho. Se sentía tan real… no era como un sueño “normal”. Me desperté súper asustada, agitada y llorando. Tenía tanto miedo, que desperté a Danny. Había soñado que a mis mejores amigos y a mi nos perseguían unos muchachos vestidos de negro, que estaban usando gabardinas y cargaban metralletas. Además de estos dos personajes, y de mis amigos y yo, había más gente alrededor. Cuando empezaron a disparar todos corrimos, yo entraba a un gimnasio y después seguía corriendo buscando donde esconderme hasta que entre a una biblioteca, junto con otras personas que corrían junto a mi. De lejos vi como les disparaban a algunos de mis amigos y como se caían en el suelo.

Parecía que fuera una película, pero para mí era tan real, no parecía un sueño. Me escondí debajo de una mesita y me trate de proteger con las sillas, pidiéndole a Dios que los matones de las gabardinas negras no me vieran. Me asomaba por debajo de la mesa y las sillas y veía a otros escondiéndose y muchos libros. Podía escuchar a algunas personas llorando y a otros tratando de contener el llanto. De repente escuchamos que entraron con gran estruendo y riéndose maliciosamente aquellos de los que huíamos. Empezaron a disparar, por arriba y por debajo de las mesas…qué sonido tan aterrorizante. Después vi las piernas de uno de ellos aproximarse a la mesa donde yo estaba. En ese momento estaba segura de que me iba a morir. Mi última esperanza era fingir que estaba muerta. Me recosté, cerré los ojos y trate de no respirar. Le pedí a Dios que pensaran que estaba muerta. Sentí la respiración de este asesino en serie cerca de mi cara. Después sentí que se paraba y le decía al otro que varios de nosotros estábamos muertos. En eso lo sentí alejarse de la mesa donde yo me escondía. Escuché que se abrían y cerraban las puertas. No me atreví a abrir los ojos, hasta que escuché disparos en otro lugar, fuera de la biblioteca donde yo estaba.

En eso me desperté y desperté a Danny. Le dije lo que había soñado y que se sentía tan real; él solamente me dijo que era una pesadilla y que volviera a dormir. Por varios días estuve pensando en ese sueño. No sé si me acordaría hasta ahora de ese sueño si no fuera por lo que pasó más o menos una semana después.

El 20 de abril de ese mismo año, dos estudiantes de “Columbine High School” (una prepa localizada aproximadamente a media hora de donde Danny y yo vivíamos), vestidos con gabardinas para esconder sus metralletas, atacaron a maestros y compañeros de la escuela donde ellos mismos asistían. Mataron a 12 estudiantes, un maestro e hirieron a 21 personas más.

Unos días después de esa masacre, escuché en las noticias locales a una estudiante de esa escuela, que relataba su experiencia. Lo que ella contó que vivió, coincidía paso a paso con el sueño que me había causado tanto miedo una semana antes.

sábado, 1 de enero de 2011

Gracias a Dios

Hoy quiero empezar el año dándole gracias a Dios por todas sus bendiciones, que son tantas y no las merezco. Gracias Dios por mi esposo, y porque después de tantos años el amor sigue. Gracias también por mis hijas, ¡qué milagro es el de ser madre! Gracias por proteger a mi gente en Monterrey. Gracias porque tengo un lindo hogar cálido y cómodo. Gracias porque aunque afuera hay mucha nieve y hace mucho frío, nosotros podemos estar calientitos aquí adentro.