Llegamos media hora tarde al aeropuerto de Milwaukee, donde hicimos escala, ya que habíamos despegado tarde de Denver. Fuimos los últimos en subir al avioncito que nos llevará a nuestro destino: Hartford, Connecticut. Gracias a Dios no nos dejó el avión, al cual nos subimos unos 5 o 10 minutos después de la hora a la que se suponía iba a despegar.
Las niñas se han portado muy bien en este viaje. Danny y yo estamos orgullosos de ellas. Preferimos estar preparados para el peor comportamiento, así no nos decepcionamos, y si no se portan mal, es una buena sorpresa.
Desde el avión veo la ciudad de Milwaukee y el lago gigante (más como un mar) que separa a Chicago de esta ciudad. La última vez que estuve aquí fue hace como diez años, cuando Danny y yo fuimos a la boda de un amigo que también conocimos en el Tec de Monterrey.
Blyssé ya está iluminando su libro de Campanita. Allegra está gritando emocionada que ve otro avión despegando. Este avión es de los pequeños y no hay otros niños. Los demás pasajeros están callados. Allegra y Danny no están muy cerca de Blyssé y de mí, pero escuchamos claramente que Allegra le pregunta a Danny si la ciudad allá abajo es Nueva York.
En cuanto aterricemos, habremos completado la segunda parte de este día de viaje. Viajar con niños le da a la experiencia un toque diferente. Y me hace recordar que Danny y yo estuvimos casados ocho años antes de ser padres. ¡Qué vida tan diferente era aquella! Tantos viajes tan fáciles. Tantas mañanas de dormir, y desveladas por ir al cine o a una fiesta.
La vida cambia cuando se es padre o madre. Así lo decidimos, y no cambiaríamos esta vida de padres, por la de antes, cuando después de nuestro matrimonio, nuestras profesiones eran nuestras prioridades. Todos los días nos recordamos del gran milagro que cada una de nuestras hijas son. Mientras medito y escribo sobre esto, Blyssé me interrumpe porque quiere que vea su obra maestra.
- Posted using BlogPress from my iPhone
Location:En otro avión
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario