sábado, 17 de septiembre de 2011

Paz y Tranquilidad al menos por Hoy




Hoy es un día de acción de gracias hacia Dios. Qué buenas y variadas vacaciones. Ya estamos en nuestro último fin de semana en la costa del Este, y ya empieza a oler a otoño.

Y con este paseo a estas cascadas, y estando internados en el bosque, sólo escuchando al río moverse, no puedo más que dar gracias a Dios por todos sus regalos. ¡Gloria a Dios! Él hizo todo, y me creó en el vientre de mi madre, y a mis hijas en el mío.

Me acompañan en este bello paseo mi esposo, mis huerquillas y mi mamá. Qué afortunada soy. Las niñas se fueron a caminar aún más arriba con su papi. Ya los veo desde aquí, están allá arriba en un puente. Paro de escribir para tomarles la foto que está al principio de este escrito. Aunque no se ven porque están lejos, ahí van cruzando un puentecito pintoresco. Les fue muy bien subiendo hastá aquí. Pasamos muchas cascadas, luego nos detuvimos aquí, al lado de un río para comer. Ahora vamos a bajar para irnos a caminar por el pueblito que se llama Kent, un pueblo típico de las primeras (trece) colonias de este país.

Respiro el aire profundo, y unas hojas de los árboles ya empiezan a caer. Mi amigo el Otoño ya casi está aquí, y me estará esperando cuando regrese a mi hogar en Colorado.

Mientras gozo de esta paz y felicidad, no me olvido de mi otro hogar, el que me vio nacer: Mi Monterrey (que es mío aunque algunos lo nieguen). Y en mi mente y en mi corazón, tengo la misma oración constante: que mi gente viva en paz, con libertad, tranquilidad y haciendo de su vida lo que cada uno de ellos decida. Que esa guerra pare, y que Dios proteja a los míos como hizo en la Biblia con el profeta Daniel y sus amigos. Esa es mi oración diaria, donde sea que esté.

Y la vida sigue. Y yo doy gracias porque estamos aquí.




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Location:Kent Falls

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