viernes, 1 de marzo de 2013

Amar al prójimo

... No lo digo yo. De hecho, me resulta difícil, pero es importante recordar:

"Si yo hablara lenguas humanas y angélicas, pero no tengo amor, he llegado a ser como metal que resuena o címbalo que retiñe. Y si tuviera el don de profecía, y entendiera todos los misterios y todo conocimiento, y si tuviera toda la fe como para trasladar montañas, pero no tengo amor, nada soy. Y si diera todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregara mi cuerpo para ser quemado, pero no tengo amor, de nada me aprovecha." (1 Corintios 13:1-3 LBLA)

Otra traducción.-

"Si no tengo amor, de nada me sirve hablar todos los idiomas del mundo, y hasta el idioma de los ángeles . Si no tengo amor, soy como un pedazo de metal ruidoso; ¡soy como una campana desafinada! Si no tengo amor, de nada me sirve hablar de parte de Dios y conocer sus planes secretos. De nada me sirve que mi confianza en Dios me haga mover montañas. Si no tengo amor, de nada me sirve darles a los pobres todo lo que tengo. De nada me sirve dedicarme en cuerpo y alma a ayudar a los demás." (1 Corintios 13:1-3 TLA)

Los fariseos le preguntaron a Jesús: "Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento de la ley? Y Él le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón , y con toda tu alma , y con toda tu mente . Y el segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo . De estos dos mandamientos dependen toda la ley y los profetas". (Mateo 22:36, 37, 39, 40 LBLA)

Y por último, una buena frase sabia, que necesito tener a la mano en mi mente y en mi corazón:
"Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor; si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor, si perdonas, perdonarás con amor." -San Agustín de Hipona.


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