miércoles, 10 de marzo de 2010

Diana

Conocí a mi amiga Diana el primer día de prepa. Ella se había mudado de Puebla a Monterrey a vivir con unos tíos, ya que sus papás se habían divorciado y no podían (¿?) hacerse cargo de ella. Diana vivía con sus tíos muy cerca de donde yo vivía. Un parque separa las calles de la casa de mis papás y la calle de la casa de sus tíos. Algunos de ustedes conocen ese parque.
Diana era tan buena y dulce y nos queríamos mucho. ¿O se dice “queremos”? ¿Tiempo presente o tiempo pasado? No lo sé.
Cuando entramos a la universidad, ya no nos veíamos tan seguido porque íbamos a diferentes escuelas. Muy seguido cuando yo regresaba ya tarde de la escuela, me decía mi mamá que Diana había ido a visitarme.
Diana se enfermó, ella creía que de gripa. Su salud se fue empeorando en un par de meses y ella fue con varios doctores, que le daban diferentes diagnósticos, pero ninguno le atinaba. Qué lástima que le atinaron hasta el momento de su autopsia. Diana estudiaba veterinaria y meses antes, durante la disección de un perro, en una clase, ella se había picado con una aguja y se había infectado. No sé más detalles, sólo que murió.
Después de su muerte yo soñaba con ella casi todas las noches. En mis sueños, Diana estaba en la calle caminando cerca del parque o por el mismo parque y yo la veía de lejos. Yo corría para alcanzarla y hablar con ella, pero nunca la alcanzaba. Ella seguía caminando y yo solamente la veía de espaldas. Entonces yo intentaba correr más rápido y le gritaba súper fuerte ¡DIANA! ¡DIANA!. Luego ella daba vuelta en alguna esquina y al llegar yo a esa esquina Diana ya no se veía por ningún lado. Me quedaba muy triste y algo frustrada de no haberla alcanzado para despedirme. Por fin un día la alcancé. Le dije: “Diana, ¿no que te habías muerto? ¡Qué bueno que no te moriste! Yo te he visto muchas veces en el parque, pero no te alcanzaba cada vez que te perseguía” Diana me contestó con una sonrisa que veo en mi mente muy seguido: “Sí me morí Brisa, ya no estoy aquí. No te preocupes, tú vas a estar aquí por un tiempo y luego nos vamos a encontrar allá”. Entonces siguió caminando y ya nunca más la volví a ver en mis sueños. Hace quince años que no sueño con Diana. Ella me aseguró que nos volveríamos a ver. Diana: te quiero mucho.

5 comentarios:

  1. Ay Brisa que triste, estoy segura que Diana esta en el cielo y desde alla lee tu blog!

    ResponderBorrar
  2. Gracias Laurita!!!! Que linda. Pienso super seguido en ella, entre otros seres queridos que ya no estan cerca. BESOS.

    ResponderBorrar
  3. Es muy triste perder una amiga, pero yo siempre he creído que todos vamos al mismo lugar.
    Diana estaba realizando un sueño, el cuidar animalitos, y se la llevaron al cielo para que allá los atendiera y les diera amor.
    Aqui en la tierra hay mucha crueldad con los animales y si no respetamos su espacio morirán.

    ResponderBorrar
  4. Hola Nina!
    Gracias por tus comentarios. Como le hiciste para que salieran?

    ResponderBorrar

Gracias por tu comentario