Milo fue entregado a un orfanatorio en Etiopía, a las pocas semanas de nacido; se puede decir que fue más afortunado que todos los demás bebés que a diario son tirados en la calle en ese país.
Años después, sus abuelos lo encontraron en el orfanato y se lo llevaron a vivir con ellos, en un pueblo pequeño. Su mamá, aunque vivía en el mismo pueblito, se tardó en buscarlo, pero un día llegó con varios hijos y se presentó. Milo no había tenido nunca una conexión con su mamá, y lo más cercano a una figura materna, era su abuela, pero aún así estaba muy emocionado de por fin conocer a su mamá.
Como si fuera una película, al día siguiente de que conoció a su mamá, Milo saldría de Etiopía para encontrarse con su padre por primera vez. Éste se había ido a vivir a Estados Unidos no hacía mucho tiempo, y ahora estaba dispuesto a hacerse cargo de su hijo casi adolescente, a quien nunca había visto.
Milo y su madre prometieron que se verían pronto. El último recuerdo que Milo tiene de la tierra que lo vio nacer, son "los pies descalzos de sus hermanos y de su madre y sus manos diciéndole adiós", mientras él se subía a un avioncito que lo llevaría a uno más grande, luego a otro aún más grande, para después llegar a Colorado, el lugar que él ahora considera su hogar.
Durante tres años, Milo pensaba cada día en volver a Etiopía y abrazar a su mamá, mientras tanto, se fueron conociendo hablando por teléfono dos veces al mes, a veces un poco más. Su padre le prometió que si se portaba bien, podría ir a Etiopía de vacaciones para pasar un tiempo con su madre. Cuando el padre puso fecha, Milo contaba los días para que ese día llegara.
Por un tiempo, no se pudo comunicar con su mamá y cada día al regresar de la escuela, le preguntaba a su papá o a su madrastra si su mamá había llamado, y la respuesta siempre era negativa.
Una semana antes de que se llegara el gran día en que Milo volvería a ver a su mamá, su papá le dijo que su viaje se había cancelado, que no tenía caso que fuera. Le habían llamado meses antes para avisarle que su mamá había fallecido, pero el padre no se lo dijo, hasta una semana antes de que se llegara "el gran día" para Milo.
Esa noche Milo lloró amargamente.
Continuará...
Location:Etiopía
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario