Ayer cumplí 35 años y estoy muy agradecida con Dios por todas sus bendiciones. Estuve celebrando todo el fin de semana con la gente que más quiero y que viven en Denver y su área metropolitana, porque mi gente de Monterrey tan querida estuvo muy lejos este año.
No entraré en detalles, porque fue un cumpleaños tan divertido, con tantos regalos y bendiciones que no se compran con dinero, que prefiero no hablar de todo eso porque siento que estoy presumiendo, y la verdad esa no soy yo.
Mi esposo se esmeró en sorprenderme con un regalo sensacional, y Allegra y Blyssé se esforzaron con él para obtenerlo.
El almuerzo mexicano con amigas que me dan energía positiva en mi vida, estuvo sensacional, me divertí platicando y comiendo con ellas.
Gracias a Dios y a todos los que me mandaron sus cálidos deseos.
Viva el amor, la amistad, la salud, el trabajo honrado, y sobretodo gloria a nuestro Dios que nos da todo lo que no merecemos.
¡35 años! ¡Qué edad tan feliz y tan plena!
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