Una vez, cuando trabajaba en una prepa en Golden, Colorado, me mandó hablar la directora de la secundaria (que estaba en el edificio de al lado) para que fungiera como intérprete entre ella y el conserje de la escuela. Yo había visto al señor que hacía el aseo solamente unas tres veces, más o menos. Él hablaba solamente español, y esta directora solamente inglés.
Entonces la directora empieza a decirme: Dile que ya no puede regresar a la escuela, porque está despedido. En ese momento me di cuenta de que el señor ni se la esperaba, y con pena le dije en español lo que me había dicho su jefa (con cuyas prácticas casi nunca estuve de acuerdo).
El encargado del aseo entonces empezó a tratar de convencerme a mí de que lo dejaran seguir trabajando ahí. La directora me preguntaba que estaba diciendo, y yo le expliqué, mientras que el señor seguía hablando muy preocupado. Ella me decía que él no debía ni acercarse a la escuela. Él le pedía que le explicara por qué estaba siendo despedido. Ella no le dio ninguna razón, solamente le dijo que se fuera ya.
Le pedí disculpas al señor y me fui a mi salón muy triste. Nunca lo volví a ver.
Le pregunté a la secretaria si ella sabía por qué lo habían despedido, ella me dijo: La directora no se siente a gusto con él, hay algo que no le gusta de él. Nunca supe por qué.
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