Danny: Blyssé, cuando eras más chiquita tú le decías a tu mami (o sea yo) que no cantara, porque no cantaba muy bonito.
Blyssé: (muy seria) Sí papi, y todavía lo digo.
Yo como sea seguiré cantando.
Escribo algunos de mis pensamientos, recuerdos y anécdotas cuando tengo unos minutos libres.
jueves, 30 de diciembre de 2010
miércoles, 29 de diciembre de 2010
No te sientas presionado
No te sientas presionado a soportarme, a aguantarme, a tolerarme. No te sientas presionado a pasar tiempo conmigo, ni los míos. No te sientas presionado a estar aquí cuando necesito a alguien con quien hablar. No te sientas presionado a celebrar mis alegrías ni pequeños logros. No te sientas presionado a compartir mis tristezas ni frustraciones. No te sientas presionado a llamar, ni a esperar, ni a disculpar mis errores. No te sientas presionado a conocerme mejor. No te sientas presionado a tener que escuchar mis opiniones, ni mis locuras. No te sientas presionado a comer conmigo, beber conmigo, reír conmigo, jugar conmigo, correr conmigo, viajar conmigo, ni bailar conmigo. No te sientas presionado, hazlo de corazón.
No te sientas presionado. Y tú tampoco te sientas presionada. No te sientas.
No te sientas presionado. Y tú tampoco te sientas presionada. No te sientas.
martes, 28 de diciembre de 2010
Esta noche
Fui a cenar a Cuba Cuba para celebrar los cumpleaños de unas amigas. Me la pasé muy bien, como siempre con ese grupo de amigas. Cenamos comida cubana deliciosa, comimos postre, y platicamos ¡tan rico!
El cansancio me hizo tener que despedirme después de varias horas, y cuando ya estaban empezando a cerrar el restaurante. En mi camino de regreso a casa me encontré con una estrella fugaz. No sé exactamente por qué razón, pero me hizo sentir aún mejor. Soy tan especial –ja ja ja—Al menos para Dios sí. Gracias Dios por este lindo día y una linda y divertida noche.
Estoy agotada. Me voy a dormir, pues Allegra o Blyssé (o ambas) me van a despertar muy temprano. – Y si no, será un milagro.
El cansancio me hizo tener que despedirme después de varias horas, y cuando ya estaban empezando a cerrar el restaurante. En mi camino de regreso a casa me encontré con una estrella fugaz. No sé exactamente por qué razón, pero me hizo sentir aún mejor. Soy tan especial –ja ja ja—Al menos para Dios sí. Gracias Dios por este lindo día y una linda y divertida noche.
Estoy agotada. Me voy a dormir, pues Allegra o Blyssé (o ambas) me van a despertar muy temprano. – Y si no, será un milagro.
Yo
Allegra y Blyssé son tan parecidas que me sorprende cuando hacen algo diferente.
Por ejemplo, hasta los 2 años y medio Blyssé se refería sí misma en la tercera persona. “A Blyssé le gusta el helado” “Blyssé ama a mami y a papi”, etc. Cuando Allegra cumplió 1 año le pregunté: ¿Allegra, quién soy yo? Y ella me dijo: “¡Yo Allegra!”. Me sorprendí, y al mismo tiempo estoy orgullosa de que ella sepa que es “yo”. A veces se refiere a sí misma como yo en lenguaje de señas, y a veces con la palabra hablada.
Al rato vuelvo con otro ejemplo.
Por ejemplo, hasta los 2 años y medio Blyssé se refería sí misma en la tercera persona. “A Blyssé le gusta el helado” “Blyssé ama a mami y a papi”, etc. Cuando Allegra cumplió 1 año le pregunté: ¿Allegra, quién soy yo? Y ella me dijo: “¡Yo Allegra!”. Me sorprendí, y al mismo tiempo estoy orgullosa de que ella sepa que es “yo”. A veces se refiere a sí misma como yo en lenguaje de señas, y a veces con la palabra hablada.
Al rato vuelvo con otro ejemplo.
miércoles, 22 de diciembre de 2010
Un regalo
Blyssé escuchó que una niña quería tres regalos para Navidad. Un poco sorprendida me dijo: “Mami, todos los niños deben pedir solamente un regalo para Navidad”. Espero que no se decepcione con todos los regalos que papi está envolviendo para ella y para Allegra. ¡Feliz Navidad!
viernes, 10 de diciembre de 2010
To le ran cia ? ? ?
Tolerancia significa respetar las creencias y prácticas diferentes a las propias, ¿verdad? Solamente respetarlas, no significa que tenemos que decir que todos tienen la razón, pues eso no tiene sentido. Todos somos diferentes desde que Dios nos crea en el vientre de nuestras madres.
Ser tolerante es una característica que quizás no todos tenemos como parte de nuestra personalidad, pero aceptémoslo. Por favor no navegues con la bandera de la tolerancia, si solamente la practicas a tu conveniencia.
“Sé tolerante ante mis creencias, ideas y forma de vivir”. Qué fácil y maravilloso es recibir tolerancia de los demás. Qué difícil es ofrecerla hacia los demás.
Por otro lado, no todos tenemos que ser amigos, ni siquiera llevarnos bien. Todos tenemos el derecho de elegir a nuestros amigos, sean de nuestra misma religión o no, practiquen nuestras mismas creencias y forma de vida o no. Pero si decidimos ser amigos, tendremos que discutir y al mismo tiempo ser tolerantes. También podemos decidir no ser amigos y mantenernos lejos uno del otro.
Tolerancia.- si no la tienes, no te describas como tolerante. Si no lo eres, ¿a quién le importa? Sé como quieras ser y ama a quien tu decidas, pero no me digas que eres tolerante cuando solamente lo eres con la gente que cree y practica lo mismo que tú.
Ser tolerante es una característica que quizás no todos tenemos como parte de nuestra personalidad, pero aceptémoslo. Por favor no navegues con la bandera de la tolerancia, si solamente la practicas a tu conveniencia.
“Sé tolerante ante mis creencias, ideas y forma de vivir”. Qué fácil y maravilloso es recibir tolerancia de los demás. Qué difícil es ofrecerla hacia los demás.
Por otro lado, no todos tenemos que ser amigos, ni siquiera llevarnos bien. Todos tenemos el derecho de elegir a nuestros amigos, sean de nuestra misma religión o no, practiquen nuestras mismas creencias y forma de vida o no. Pero si decidimos ser amigos, tendremos que discutir y al mismo tiempo ser tolerantes. También podemos decidir no ser amigos y mantenernos lejos uno del otro.
Tolerancia.- si no la tienes, no te describas como tolerante. Si no lo eres, ¿a quién le importa? Sé como quieras ser y ama a quien tu decidas, pero no me digas que eres tolerante cuando solamente lo eres con la gente que cree y practica lo mismo que tú.
miércoles, 24 de noviembre de 2010
Detalles que me divierten
Todos los días mis hijas dicen o hacen algo que me causa mucha gracias. Así son los hijos para los padres, ¿verdad?
Algo que me da risa ahorita mismo.- Blyssé me dice: “Mami, me avisas cuando esté listo el pay”. Y yo le respondí: “Sí, pero no lo vamos a comer hoy, sino hasta mañana en casa de Abuelito Jack”. Ella responde decepcionada: “Entonces no me avisas”
Dos cosas que me dan risa todos los días desde que Allegra empezó a decirlas: “Blyss es Blyssé”. Dice esto muy emocionada cada vez que escucha que en inglés, a Blyssé le dicen “Blyss”.
La otra es: “Leche ya no hay”. Lo dice mientras toca mis senos y los señala. Últimamente no lo dice tanto, pero si hubo en tiempo en que le quería decir a toda la gente que se encontraba - “leche, ya no hay”-.
Algo que me da risa ahorita mismo.- Blyssé me dice: “Mami, me avisas cuando esté listo el pay”. Y yo le respondí: “Sí, pero no lo vamos a comer hoy, sino hasta mañana en casa de Abuelito Jack”. Ella responde decepcionada: “Entonces no me avisas”
Dos cosas que me dan risa todos los días desde que Allegra empezó a decirlas: “Blyss es Blyssé”. Dice esto muy emocionada cada vez que escucha que en inglés, a Blyssé le dicen “Blyss”.
La otra es: “Leche ya no hay”. Lo dice mientras toca mis senos y los señala. Últimamente no lo dice tanto, pero si hubo en tiempo en que le quería decir a toda la gente que se encontraba - “leche, ya no hay”-.
viernes, 5 de noviembre de 2010
Blyssé y Santa Clos
Blyssé acababa de cumplir 22 meses cuando me preguntó por primera vez quién era Santa Clos. (¿O se debe escribe Santa Claus?) Después de años de haber discutido el tema con Danny, el día había llegado y yo sabía mi respuesta. ¡Tuve como ocho años para practicarla! Los que me conocen saben bien saben que ningún examen me ha cachado desprevenida jamás, siempre tengo una respuesta (ja ja ja).
Entonces procedí a explicarle que es un personaje inventado, basado en un hombre bueno que vivió hace muchos años, San Nicolás, pero que muchos niños creían que él les traía regalos. Le dije que aunque vemos a ese personaje en Navidad, la Navidad es el cumpleaños de Jesús (eso ya lo veníamos hablando desde antes), y los regalos que recibiría serían de parte de papi y mami. Le dije que Santa Clós no traía regalos, sino que papi trabajaba mucho para ganar dinero para poder comprarle los regalos de Navidad.
Entonces esa Navidad ya sabía ella eso y fue su idea que le hiciéramos un pastel de cumpleaños a Jesús, ya que era su cumpleaños.
Un año después, la época navideña llegó, con todas sus actividades divertidas. Blyssé tenía ya 2 años y 10 meses y esta vez la pregunta fue: ¿Muchos niños creen que Santa les trae regalos, verdad? Mi respuesta: Sí, no les digas que no es cierto, pero tú sabes la verdad. Papi trabaja mucho para comprarte regalos en Navidad, aunque no es tu cumpleaños, es el cumpleaños de Jesús.
Ahora se aproxima otra vez la hermosa época navideña con toda su magia y diversión. Blyssé ha estado practicando las canciones del nacimiento de Jesús que se presentarán en un auditorio ¡qué emoción!
Hace unas semanas, Blyssé vio con Papi, la película de “El Expreso Polar” y le encantó. Entonces al día siguiente ella habló seriamente conmigo y me dijo: Mami, tú me dijiste que Santa Clos no trae regalos en Navidad, pero ya sé la verdad: ¡Santa Clos sí trae regalos a todos los niños!
¡Mi hija de 3 años y medio cree que le mentí sobre la existencia de Santa Clos! No sólo eso, sino que dijo: Para Navidad le voy a pedir a Santa Clos un ¡i-Phone! Yo me reí y le dije: mira, si Santa Clos te trajera regalos, serían juguetes, no sería un i-Phone, porque esos son solamente para los adultos, no para niños. Entonces ella me dijo: le voy a escribir una carta para ver si me lo trae, yo creo que si me lo trae. Yo le dije: no creo. No quiero mentirle ni decepcionarla.
Para terminar la conversación, decidimos que vamos a ir al Polo Norte (el que está a unas dos horas de aquí, en Colorado) este fin de semana para ver si puede hablar con Santa Clos y pedirle el i-Phone (el nuevo, cabe mencionar).
Entonces procedí a explicarle que es un personaje inventado, basado en un hombre bueno que vivió hace muchos años, San Nicolás, pero que muchos niños creían que él les traía regalos. Le dije que aunque vemos a ese personaje en Navidad, la Navidad es el cumpleaños de Jesús (eso ya lo veníamos hablando desde antes), y los regalos que recibiría serían de parte de papi y mami. Le dije que Santa Clós no traía regalos, sino que papi trabajaba mucho para ganar dinero para poder comprarle los regalos de Navidad.
Entonces esa Navidad ya sabía ella eso y fue su idea que le hiciéramos un pastel de cumpleaños a Jesús, ya que era su cumpleaños.
Un año después, la época navideña llegó, con todas sus actividades divertidas. Blyssé tenía ya 2 años y 10 meses y esta vez la pregunta fue: ¿Muchos niños creen que Santa les trae regalos, verdad? Mi respuesta: Sí, no les digas que no es cierto, pero tú sabes la verdad. Papi trabaja mucho para comprarte regalos en Navidad, aunque no es tu cumpleaños, es el cumpleaños de Jesús.
Ahora se aproxima otra vez la hermosa época navideña con toda su magia y diversión. Blyssé ha estado practicando las canciones del nacimiento de Jesús que se presentarán en un auditorio ¡qué emoción!
Hace unas semanas, Blyssé vio con Papi, la película de “El Expreso Polar” y le encantó. Entonces al día siguiente ella habló seriamente conmigo y me dijo: Mami, tú me dijiste que Santa Clos no trae regalos en Navidad, pero ya sé la verdad: ¡Santa Clos sí trae regalos a todos los niños!
¡Mi hija de 3 años y medio cree que le mentí sobre la existencia de Santa Clos! No sólo eso, sino que dijo: Para Navidad le voy a pedir a Santa Clos un ¡i-Phone! Yo me reí y le dije: mira, si Santa Clos te trajera regalos, serían juguetes, no sería un i-Phone, porque esos son solamente para los adultos, no para niños. Entonces ella me dijo: le voy a escribir una carta para ver si me lo trae, yo creo que si me lo trae. Yo le dije: no creo. No quiero mentirle ni decepcionarla.
Para terminar la conversación, decidimos que vamos a ir al Polo Norte (el que está a unas dos horas de aquí, en Colorado) este fin de semana para ver si puede hablar con Santa Clos y pedirle el i-Phone (el nuevo, cabe mencionar).
jueves, 4 de noviembre de 2010
El poder de la oración y los buenos deseos
Una buena amiga mía me dijo que cuando yo le mando buenos deseos, cosas buenas suceden en su vida. ¿Todos tenemos ese “poder” verdad? Y es el poder de la oración también. Creo que cada vez que le pido a Dios algo bueno para mis amigos, mi familia y demás seres queridos, Dios me lo concede. ¡Gracias Dios!
Por ejemplo, por un tiempo le estuve pidiendo a Dios a diario que le mandara novia a mi suegro, alguien buena que lo acompañara, pues después de que falleció mi suegra (el amor de su vida), él se quedó muy solito. Aunque nos tenía a nosotros, y a sus demás hijos y nietos, pues no es lo mismo. Yo pensaba que sería bueno para él que tuviera una buena acompañante en su vida. Poco tiempo después mi suegro conoció a Hilarie, y empezaron a salir. Y ahora tienen una bonita relación y Hilarie es la figura de “abuelita” para mis niñas, que aquí en Colorado no tenían. ¡Gracias Dios por escuchar mis oraciones!
¿Por quién pediré hoy?
Por ejemplo, por un tiempo le estuve pidiendo a Dios a diario que le mandara novia a mi suegro, alguien buena que lo acompañara, pues después de que falleció mi suegra (el amor de su vida), él se quedó muy solito. Aunque nos tenía a nosotros, y a sus demás hijos y nietos, pues no es lo mismo. Yo pensaba que sería bueno para él que tuviera una buena acompañante en su vida. Poco tiempo después mi suegro conoció a Hilarie, y empezaron a salir. Y ahora tienen una bonita relación y Hilarie es la figura de “abuelita” para mis niñas, que aquí en Colorado no tenían. ¡Gracias Dios por escuchar mis oraciones!
¿Por quién pediré hoy?
martes, 2 de noviembre de 2010
Buenas nuevas
Me encanta cuando alguien recibe una sorpresa en su vida y me la cuenta. Me emocioné tanto cuando una amiga me contó que en su trabajo la sorprendieron con un regalo y un premio por el trabajo que realiza. ¡Qué bendición tan grande para ella! Casi lloro cuando me contaba sobre su jefe dándole la noticia, y que ella se sentía tan alagada de que hubieran puesto los ojos en ella y en el trabajo que con tanto gusto y esfuerzo hacer. ¡Que vengan más bendiciones para mis amigos y familiares!
lunes, 11 de octubre de 2010
¿Estás embarazada?
Algo que aprendí hace mucho tiempo, es que NUNCA se debe preguntar o asumir que una mujer está embarazada. En ocasiones me he visto tentada a felicitar a alguien o comentar al respecto, pero prefiero quedarme callada, hasta que me lo digan directamente.
La semana pasada estaba platicando con una amiga, y una conocida de ella se le acercó y le dijo: “¡Felicidades porque estás embarazada! ¿Verdad?” Mi amiga se rió y tranquilamente le contestó: “No, sólo estoy gorda”. La señora con el comentario inoportuno le explicó: “No, no es eso, es que te vi comprando ropa de bebé y pensé que estabas embarazada”. Me imagino que dijo eso solamente para justificarse y tratar de arreglar un poco la situación.
Yo me sentí súper incómoda y pensaba: “qué mala onda esta señora, que se caye por favor”. Supuse que mi amiga (que en mi opinión no parece embarazada, pero comprendo que tiene algo de pancita y que alguien imprudente podría pasarse de observador y llegar a tal conclusión equivocada) se sentiría muy mal, aunque estaba tratando de actuar como si no le hubiera molestado.
Ella se despidió de la señora, las dos agarramos a nuestras hijas y nos fuimos juntas. Mientras regresábamos al estacionamiento, ella me dijo que tenía muchas ganas de llorar, pero no lo iba a hacer. Me sentí tan triste cuando la vi con los ojos llenos de lágrimas.
Hoy te quiero pedir un favor: No asumas que alguien está embarazada por más gigantesca y deforme que te parezca su estómago. Y si lo piensas, no lo digas, puedes hacer sentir tan mal a esa mujer y puedes arruinarle el día o toda la semana. Gracias.
La semana pasada estaba platicando con una amiga, y una conocida de ella se le acercó y le dijo: “¡Felicidades porque estás embarazada! ¿Verdad?” Mi amiga se rió y tranquilamente le contestó: “No, sólo estoy gorda”. La señora con el comentario inoportuno le explicó: “No, no es eso, es que te vi comprando ropa de bebé y pensé que estabas embarazada”. Me imagino que dijo eso solamente para justificarse y tratar de arreglar un poco la situación.
Yo me sentí súper incómoda y pensaba: “qué mala onda esta señora, que se caye por favor”. Supuse que mi amiga (que en mi opinión no parece embarazada, pero comprendo que tiene algo de pancita y que alguien imprudente podría pasarse de observador y llegar a tal conclusión equivocada) se sentiría muy mal, aunque estaba tratando de actuar como si no le hubiera molestado.
Ella se despidió de la señora, las dos agarramos a nuestras hijas y nos fuimos juntas. Mientras regresábamos al estacionamiento, ella me dijo que tenía muchas ganas de llorar, pero no lo iba a hacer. Me sentí tan triste cuando la vi con los ojos llenos de lágrimas.
Hoy te quiero pedir un favor: No asumas que alguien está embarazada por más gigantesca y deforme que te parezca su estómago. Y si lo piensas, no lo digas, puedes hacer sentir tan mal a esa mujer y puedes arruinarle el día o toda la semana. Gracias.
martes, 5 de octubre de 2010
Querido Blog
Querido Blog:
No te he atendido porque me ha pegado esa enfermedad del “qué dirán”. Normalmente pienso que no me afecta, pero últimamente cada vez que me siento inspirada para escribirte algo, pienso en gente que lee o pudiera leer lo que escribo y pienso que se pueden sentir ofendidos de alguna forma, entonces me abstengo.
Voy a intentar venir más seguido para desahogarme mi querido blog. Después de todo, te tengo para mí, no para nadie más.
Y a la gente que me ha dicho que me escribe, pero que nunca comenta, les agradezco que se tomen el tiempo de entrar en uno de mis pensamientos de tantos que brincan en mi mente a diario.
No te he atendido porque me ha pegado esa enfermedad del “qué dirán”. Normalmente pienso que no me afecta, pero últimamente cada vez que me siento inspirada para escribirte algo, pienso en gente que lee o pudiera leer lo que escribo y pienso que se pueden sentir ofendidos de alguna forma, entonces me abstengo.
Voy a intentar venir más seguido para desahogarme mi querido blog. Después de todo, te tengo para mí, no para nadie más.
Y a la gente que me ha dicho que me escribe, pero que nunca comenta, les agradezco que se tomen el tiempo de entrar en uno de mis pensamientos de tantos que brincan en mi mente a diario.
lunes, 6 de septiembre de 2010
Aceptemos que no es la culpa del otro
Echarle la culpa a un país de lo que sucede en otro, me parece como los padres que no aceptan cuando sus hijos hacen algo que no deben. Si su hijo le pega, empuja, muerde, o ataca a otro es porque lo provocaron. Y si no lo provocaron, como sea es la culpa del otro niño porque no se sabe defender. Algunos hasta se atreven a decir: “mi niña nunca pega, esta es la primera vez que lo hace” (aunque se le ha visto atacando a otros niños hasta más pequeños que ella o él en repetidas ocasiones. No sé si los padres están en negación, no lo quieren aceptar para no tener que tomar acción (¡qué flojera educar y corregir a los hijos!); quieren engañar a los demás para que piensen que su niño o niña es muy inocente y bueno y ¡jamás se atrevería a pegarle o aventar a un bebé!
Así como esos padres que no aceptan responsabilidad por las malas acciones de sus hijos, me parecen los ciudadanos de un país donde la violencia está a la orden del día, pero le echan la culpa al vecino: Pues después de todo, él es el consumidor, que él venga y nos arregle está situación…Aunque al final se le tache de metiche por no respetar la soberanía de los otros.
Así como esos padres que no aceptan responsabilidad por las malas acciones de sus hijos, me parecen los ciudadanos de un país donde la violencia está a la orden del día, pero le echan la culpa al vecino: Pues después de todo, él es el consumidor, que él venga y nos arregle está situación…Aunque al final se le tache de metiche por no respetar la soberanía de los otros.
sábado, 4 de septiembre de 2010
Si yo estoy mal, tú estás bien...y viceversa
Si yo no creo en la reencarnación, y tú sí, alguien está equivocado, ¿verdad? Yo creo que tú estás equivocado y que yo tengo la razón. Y tú crees que yo estoy equivocada y tú tienes la razón.
Si tú crees que hay seres extraterrestres viviendo entre nosotros, haciéndose pasar por seres humanos; y yo no creo eso para nada… Alguien no está en lo correcto, ¿verdad?
Si yo creo en un Dios todopoderoso y supremo que nos creó y en Jesucristo y la Trinidad, pero tú crees que todos somos parte de un dios y vamos “perfeccionándonos” para volver a ser parte de ese dios… Uno de nosotros dos está en lo correcto y el otro no, ¿verdad?
En tantas de nuestras creencias y pensamientos, alguien tiene la razón y el otro no. Somos diferentes y eso nos enriquece y hace nuestras vidas más entretenidas. Yo seguiré creyendo que yo estoy en lo correcto y que tú estás equivocado. Tú seguirás creyendo lo mismo que yo, pero al revés: que tú estás en lo correcto y yo estoy errada. En eso coincidimos.
¿Quién tiene la razón? No todo es relativo.
Si tú crees que hay seres extraterrestres viviendo entre nosotros, haciéndose pasar por seres humanos; y yo no creo eso para nada… Alguien no está en lo correcto, ¿verdad?
Si yo creo en un Dios todopoderoso y supremo que nos creó y en Jesucristo y la Trinidad, pero tú crees que todos somos parte de un dios y vamos “perfeccionándonos” para volver a ser parte de ese dios… Uno de nosotros dos está en lo correcto y el otro no, ¿verdad?
En tantas de nuestras creencias y pensamientos, alguien tiene la razón y el otro no. Somos diferentes y eso nos enriquece y hace nuestras vidas más entretenidas. Yo seguiré creyendo que yo estoy en lo correcto y que tú estás equivocado. Tú seguirás creyendo lo mismo que yo, pero al revés: que tú estás en lo correcto y yo estoy errada. En eso coincidimos.
¿Quién tiene la razón? No todo es relativo.
miércoles, 1 de septiembre de 2010
Sentirse ignorada a corta edad
Hace unas semanas en una fiesta, mientras repartían el pastel, Blyssé me dijo: “Mami, no me han dado pastel, ellos creen que no vine, no saben que estoy aquí”. Me imagino que esa fue su forma de explicarme que se sentía ignorada.
viernes, 27 de agosto de 2010
Personas a las que no contrataría
Si estuviera en la posición donde tuviera que contratar a alguien para hacer cualquier trabajo, hay ciertas personas que conozco a las que no contrataría.
Por ejemplo, alguna vez tuve una alumna que decía muchas mentiras: mentía a los maestros, a otros compañeros, a sus padres y nos envolvía los maestros, etc. La vida alrededor de ella era muy dramática. Aunque sé que cuando somos adolescentes nuestro cerebro, cuerpo, las hormonas y todo lo que nos constituye como seres humanos está todavía desarrollándose, creciendo, alocado y complicado, pues no confío en ella o alguien como ella. Todos pasamos por la adolescencia y no por eso mentimos para hacer daño a alguien más. No la contrataría para ningún trabajo si estuviera en mis manos hacerlo.
A otra persona es una chica que estuvo en varias clases conmigo en la carrera. Hay algo que recuerdo de ella cada vez que escucho su nombre. Una vez nos tocó trabajar en equipo en una clase. Después de un arduo trabajo por parte de los otros miembros del equipo (ella nunca hizo nada), optamos por pedirle que se encargara de escribir solamente la conclusión. Ella escribió dos oraciones que además no eran dignas del gran trabajo que habíamos hecho. Nuestra calificación fue un mediocre 8, y el maestro fue bien claro en que todo el trabajo era digno de 10, pero que la conclusión lo había arruinado. ¿Por qué fuimos tan tontos en agregar el nombre de esta persona en el trabajo que ella no hizo? Definitivamente si algún día estuviera en mis manos contratarla para cualquier trabajo, no lo haría.
Una vez trabajé en una prepa donde muchos de los estudiantes no tenían los créditos necesarios para estar en prepa, ni siquiera para haber terminado la secundaria. Aún así, los pasaron y ahí estaban, pero se sabía que no iban a graduarse si no completaban todos esas clases reprobadas. Un año después, cuando yo ya no trabajaba ahí, me invitaron a la graduación de esa generación con la que yo trabajé. Para mi sorpresa, la mayoría de esos estudiantes que se estaban graduando, me consta que no era posible que hubieran completado todas las clases necesarias par graduarse. O sea, les regalaron su diploma de prepa. Por esa razón, si alguna vez tuviera que contratar a alguien de esa escuela para realizar algún trabajo, no lo haría. Dudo que un graduado de esa escuela tenga la capacidad para realizar hasta los problemas de matemáticas más básicos.
Lo bueno para todas esas personas, es que probablemente nunca estaremos en la posición en la que vengan a pedirme trabajo a mí.
Por ejemplo, alguna vez tuve una alumna que decía muchas mentiras: mentía a los maestros, a otros compañeros, a sus padres y nos envolvía los maestros, etc. La vida alrededor de ella era muy dramática. Aunque sé que cuando somos adolescentes nuestro cerebro, cuerpo, las hormonas y todo lo que nos constituye como seres humanos está todavía desarrollándose, creciendo, alocado y complicado, pues no confío en ella o alguien como ella. Todos pasamos por la adolescencia y no por eso mentimos para hacer daño a alguien más. No la contrataría para ningún trabajo si estuviera en mis manos hacerlo.
A otra persona es una chica que estuvo en varias clases conmigo en la carrera. Hay algo que recuerdo de ella cada vez que escucho su nombre. Una vez nos tocó trabajar en equipo en una clase. Después de un arduo trabajo por parte de los otros miembros del equipo (ella nunca hizo nada), optamos por pedirle que se encargara de escribir solamente la conclusión. Ella escribió dos oraciones que además no eran dignas del gran trabajo que habíamos hecho. Nuestra calificación fue un mediocre 8, y el maestro fue bien claro en que todo el trabajo era digno de 10, pero que la conclusión lo había arruinado. ¿Por qué fuimos tan tontos en agregar el nombre de esta persona en el trabajo que ella no hizo? Definitivamente si algún día estuviera en mis manos contratarla para cualquier trabajo, no lo haría.
Una vez trabajé en una prepa donde muchos de los estudiantes no tenían los créditos necesarios para estar en prepa, ni siquiera para haber terminado la secundaria. Aún así, los pasaron y ahí estaban, pero se sabía que no iban a graduarse si no completaban todos esas clases reprobadas. Un año después, cuando yo ya no trabajaba ahí, me invitaron a la graduación de esa generación con la que yo trabajé. Para mi sorpresa, la mayoría de esos estudiantes que se estaban graduando, me consta que no era posible que hubieran completado todas las clases necesarias par graduarse. O sea, les regalaron su diploma de prepa. Por esa razón, si alguna vez tuviera que contratar a alguien de esa escuela para realizar algún trabajo, no lo haría. Dudo que un graduado de esa escuela tenga la capacidad para realizar hasta los problemas de matemáticas más básicos.
Lo bueno para todas esas personas, es que probablemente nunca estaremos en la posición en la que vengan a pedirme trabajo a mí.
jueves, 19 de agosto de 2010
Un ejemplo sobre lo que creemos de los animales
Cada quien cree lo que quiere, lo que le conviene, lo que le parece familiar o cómodo, lo que tiene sentido en sus mentes, lo que les parece correcto en sus corazones, lo que sus papás creían, lo que aprendieron en la escuela, o lo que les dicen los medios que deben creer.
Por ejemplo, hay quienes creen que los animales tienen alma, y quienes creen que no la tienen. Hay otros que ni siquiera creen que los humanos tenemos alma, mucho menos los animales. Hay aquellos que creen que algunos animales tienen almas, y otros tipos de animales no las tienen.
He escuchado decir a algunas personas que animales más inteligentes, como los que recuerdan lo que se les enseña o a las personas con las que conviven; y los animales domésticos, deben tener alma. En cambio (estas mismas personas dicen) animales con los que las personas no convivimos ni hay conexión alguna, como las serpientes, los bichos y los roedores, ¡claro que no tienen alma!
Pero si Dios hizo a todos los animales y son seres vivos, entonces esos seres ¿tienen sus almitas? ¿Qué les sucede a los animales cuando se mueren? No me refiero a sus cuerpos putrefactos, sino a lo que es para siempre: el alma.
Las personas que creen en la reencarnación, ¿creen que los animales reencarnan? Y los que creen que nosotros nos morimos y ahí termina todo (que no hay vida eterna para nuestras almas), supongo que deben creer que lo mismo sucede con los animales.
Cuando vayamos al cielo, ¿estarán los animales con nosotros?
Claro que yo creo que Churro estará conmigo. Es bueno, amoroso, fiel.- definitivamente un regalo que Dios nos mandó. No puedo imaginar que Churro se muera y su alma no vaya a trascender. Eso me parece imposible.
Algunos creen que hay un cielo diferente para los animales. Pero si hay un cielo, también hay un infierno ¿verdad? Los animales inteligente como los perros aman, se sienten amados, tristes, rechazados, etc. Saben que existen. Toman decisiones como: atacar, desobedecer, ser groseros; o todo lo contrario.
Conozco a muchos que comparten las mismas creencias religiosas, filosóficas, espirituales, políticas o culturales, pero que están en desacuerdo con este cuestionamiento: ¿Qué sucede con los animales cuando se mueren? ¿Sus almas siguen viviendo? ¿Tienen almas? ¿Se van al mismo cielo que nosotros? ¿Reencarnan? ¿Cesan de existir?
Es mi creencia consciente (en mi mente) y también emocional (en mi corazón) que en el cielo si habrá animales, Dios los creó antes que Adán y a Eva y les hacían compañía en el jardín del Edén. Por lo tanto, he llegado a la conclusión de que Churro seguirá siendo mi mascota en el cielo.
Muchos de seguro no estarán de acuerdo conmigo. Que cada quien crea lo que quiera.
Por ejemplo, hay quienes creen que los animales tienen alma, y quienes creen que no la tienen. Hay otros que ni siquiera creen que los humanos tenemos alma, mucho menos los animales. Hay aquellos que creen que algunos animales tienen almas, y otros tipos de animales no las tienen.
He escuchado decir a algunas personas que animales más inteligentes, como los que recuerdan lo que se les enseña o a las personas con las que conviven; y los animales domésticos, deben tener alma. En cambio (estas mismas personas dicen) animales con los que las personas no convivimos ni hay conexión alguna, como las serpientes, los bichos y los roedores, ¡claro que no tienen alma!
Pero si Dios hizo a todos los animales y son seres vivos, entonces esos seres ¿tienen sus almitas? ¿Qué les sucede a los animales cuando se mueren? No me refiero a sus cuerpos putrefactos, sino a lo que es para siempre: el alma.
Las personas que creen en la reencarnación, ¿creen que los animales reencarnan? Y los que creen que nosotros nos morimos y ahí termina todo (que no hay vida eterna para nuestras almas), supongo que deben creer que lo mismo sucede con los animales.
Cuando vayamos al cielo, ¿estarán los animales con nosotros?
Claro que yo creo que Churro estará conmigo. Es bueno, amoroso, fiel.- definitivamente un regalo que Dios nos mandó. No puedo imaginar que Churro se muera y su alma no vaya a trascender. Eso me parece imposible.
Algunos creen que hay un cielo diferente para los animales. Pero si hay un cielo, también hay un infierno ¿verdad? Los animales inteligente como los perros aman, se sienten amados, tristes, rechazados, etc. Saben que existen. Toman decisiones como: atacar, desobedecer, ser groseros; o todo lo contrario.
Conozco a muchos que comparten las mismas creencias religiosas, filosóficas, espirituales, políticas o culturales, pero que están en desacuerdo con este cuestionamiento: ¿Qué sucede con los animales cuando se mueren? ¿Sus almas siguen viviendo? ¿Tienen almas? ¿Se van al mismo cielo que nosotros? ¿Reencarnan? ¿Cesan de existir?
Es mi creencia consciente (en mi mente) y también emocional (en mi corazón) que en el cielo si habrá animales, Dios los creó antes que Adán y a Eva y les hacían compañía en el jardín del Edén. Por lo tanto, he llegado a la conclusión de que Churro seguirá siendo mi mascota en el cielo.
Muchos de seguro no estarán de acuerdo conmigo. Que cada quien crea lo que quiera.
lunes, 2 de agosto de 2010
¿Quién se va a ir al cielo?
Muchas veces he escuchado de muchos de mis amigos y conocidos (Mexicanos) referirse a “gente mala: como asesinos, violadores y demás prisioneros que están en la cárcel o que hacen ese tipo de cosas malas”. Ese comentario normalmente es parte de otra conversación y nunca me he tenido la oportunidad de aclarar mi punto de vista.
Aprovecho este espacio para aclarar lo que yo pienso y siento al respecto: Yo no soy mejor ni peor que esa “gente mala que mata, roba, viola”. No digo que está bien todo eso, es horrible, son crímenes y quienes lo hacen merecen estar e la cárcel por el resto de sus vidas. ¡Yo no quiero cometer nada de eso en contra de nadie nunca! Sin embargo, eso no quiere decir que ellos son peores pecadores que yo, o que ellos se van a ir al infierno y yo no. O que yo sea muy buena.
Varios de esos amigos aseguran que estas personas tan “malas” se van a ir al infierno y no al cielo, debido a sus pecados. Yo no lo sé. Todos somos pecadores y Dios lo sabe y nos ama. Porque nos ama y porque somos pecadores (en mi opinión, igualmente pecadores y malos), vino Jesucristo para salvarnos y perdonarnos todos nuestros pecados.
Gracias Jesús por morir por mí que soy tan mala como los que están en la cárcel. Gracias Jesús por morir por morir en la cruz y porque resucitaste y pagaste por mis pecados; y porque vas a volver y me vas a llevar contigo. Espero que mi esposo y mis hijas, los amores de mi vida (al igual que mis padres, hermanos y demás seres queridos) estarán contigo en el cielo también. Pero yo no lo sé; aceptar a Jesús en nuestras vidas y nuestros corazones es una decisión personal, que en mi opinión no tiene nada que ver con ir a misa los domingos (sin falta), o con lo “bueno” que hacemos en frente de los demás.
Jesús dijo: "Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por Mí.” Juan, 14:6. Si crees que la Biblia es la absoluta verdad y la palabra de Dios (como yo lo creo), entonces sabrás que esta es la verdad absoluta: Jesús es el camino, la verdad y la vida, nadie va al Padre sino a través de Jesús, al aceptarlo en nuestros corazones y vidas. ¿Eso nos va a hacer buenos y perfectos? No, seguimos siendo pecadores, pero ojalá nos ayude a ser mejores.
Sigo siendo una pecadora. No me merezco el cielo, pero a través de Jesús lo he aceptado. Esa es mi opinión. Para quienes no creen ni siquiera que hay Dios, ni vida eterna, esto que digo es completamente tonto y sin sentido. Lo siento :( (carita triste de verdad).
Y sobre las personas “malas” que mencionan muchas de mis amistades y conocidos cuando quieren referirse a alguien “súper malo”, a ellos Dios los ama al igual que a mí. Jesús vino para ellos también, y tienen la misma oportunidad que yo de ir al cielo.
Al que esté leyendo esto, pido porque Dios te llene de bendiciones en esta vida y que estemos juntos en el cielo algún día.
Aprovecho este espacio para aclarar lo que yo pienso y siento al respecto: Yo no soy mejor ni peor que esa “gente mala que mata, roba, viola”. No digo que está bien todo eso, es horrible, son crímenes y quienes lo hacen merecen estar e la cárcel por el resto de sus vidas. ¡Yo no quiero cometer nada de eso en contra de nadie nunca! Sin embargo, eso no quiere decir que ellos son peores pecadores que yo, o que ellos se van a ir al infierno y yo no. O que yo sea muy buena.
Varios de esos amigos aseguran que estas personas tan “malas” se van a ir al infierno y no al cielo, debido a sus pecados. Yo no lo sé. Todos somos pecadores y Dios lo sabe y nos ama. Porque nos ama y porque somos pecadores (en mi opinión, igualmente pecadores y malos), vino Jesucristo para salvarnos y perdonarnos todos nuestros pecados.
Gracias Jesús por morir por mí que soy tan mala como los que están en la cárcel. Gracias Jesús por morir por morir en la cruz y porque resucitaste y pagaste por mis pecados; y porque vas a volver y me vas a llevar contigo. Espero que mi esposo y mis hijas, los amores de mi vida (al igual que mis padres, hermanos y demás seres queridos) estarán contigo en el cielo también. Pero yo no lo sé; aceptar a Jesús en nuestras vidas y nuestros corazones es una decisión personal, que en mi opinión no tiene nada que ver con ir a misa los domingos (sin falta), o con lo “bueno” que hacemos en frente de los demás.
Jesús dijo: "Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por Mí.” Juan, 14:6. Si crees que la Biblia es la absoluta verdad y la palabra de Dios (como yo lo creo), entonces sabrás que esta es la verdad absoluta: Jesús es el camino, la verdad y la vida, nadie va al Padre sino a través de Jesús, al aceptarlo en nuestros corazones y vidas. ¿Eso nos va a hacer buenos y perfectos? No, seguimos siendo pecadores, pero ojalá nos ayude a ser mejores.
Sigo siendo una pecadora. No me merezco el cielo, pero a través de Jesús lo he aceptado. Esa es mi opinión. Para quienes no creen ni siquiera que hay Dios, ni vida eterna, esto que digo es completamente tonto y sin sentido. Lo siento :( (carita triste de verdad).
Y sobre las personas “malas” que mencionan muchas de mis amistades y conocidos cuando quieren referirse a alguien “súper malo”, a ellos Dios los ama al igual que a mí. Jesús vino para ellos también, y tienen la misma oportunidad que yo de ir al cielo.
Al que esté leyendo esto, pido porque Dios te llene de bendiciones en esta vida y que estemos juntos en el cielo algún día.
jueves, 29 de julio de 2010
Pijamas
Pijamas suavecitas, pijamas más duritas. Pijamas de muchos colores, o de un solo color. Pijamas de franela, de algodón o de seda. Pijamas del cuello a los pies, tipo mameluco. Pijamas con gorra o sin gorra. Pijamas de cuadritos, de rayitas, de bolitas, de corazones, de osos, de changos, de monos de nieve, de nubes, de princesas, de hadas, de soles, de arcoiris, de dulces, de flores, de patinadoras, de bailarinas, de perros, de gatos y de otros temas más masculinos. Pijamas con botones o sin botones, con cierre, o sin cierre. Pijamas de la Cenicienta, de I am Sam, de Pooh o de otros personajes. Pijamas con pies o sin pies. Pijamas aguadas o apretadas. Pijamas grandes, chicas, largas, cortas. Pijamas calientitas, o más frescas. ¿Mami, por qué papi no tiene pijamas? Tenemos que irle a comprar unas.
martes, 20 de julio de 2010
Dos consejos sencillos para padres de familia
He aquí dos consejos muy sencillos para hacer la vida más sencilla y agradable para la gente que conoces:
1. Si tienes hijos pequeños, te recomiendo que lleves snacks (de preferencia saludables, pero esa decisión es ya de cada mamá y papá) para tus hijos cada vez que salgan de casa. Si no quieres que tus hijos coman entre comidas, asegúrate de que tus hijos no les quiten los snacks a los otros niños con los que se encuentren fuera de casa.
2. Si tus hijos (niños o niñas) rompen o destruyen algo ajeno, págalo o reponlo.
Estos consejos son para mí misma también. Gracias. Es todo por hoy.
1. Si tienes hijos pequeños, te recomiendo que lleves snacks (de preferencia saludables, pero esa decisión es ya de cada mamá y papá) para tus hijos cada vez que salgan de casa. Si no quieres que tus hijos coman entre comidas, asegúrate de que tus hijos no les quiten los snacks a los otros niños con los que se encuentren fuera de casa.
2. Si tus hijos (niños o niñas) rompen o destruyen algo ajeno, págalo o reponlo.
Estos consejos son para mí misma también. Gracias. Es todo por hoy.
martes, 13 de julio de 2010
Una breve historia de la amiga de mi amiga
Una amiga de una amiga mía (por no revelar la identidad de esta persona) se casó, después de haber cancelado la boda varias veces en los meses próximos a la boda, y después de conocer por poco tiempo al novio.
Una parte de mí piensa que se casó porque le emocionaba la idea de una boda, el vestido de novio y la fiesta.
Durante los meses después de la boda, las pocas veces que se supo de ella contaba qué bien estaba todo y hasta mandaba fotos donde según ella todo era felicidad.
Poco tiempo después se supo (a través de ella misma) que no era así. Todo estaba mal en su matrimonio desde el principio del noviazgo.
Me pregunto por qué la amiga de mi amiga se casó, si sabía que él no era el indicado. Una amiga en común comentó unos días antes de la boda: “Ella prefiere ser divorciada que soltera”. Tristemente.
Y sobre lo que ella contaba de su boda a los que no habían ido, y sobre lo que decía durante su corto matrimonio (aunque ella no le llame así) mientras duró, me hace preguntarme: ¿qué más de lo que esta persona comunica es mentira? ¿Cuánto es por guardar las apariencias?
¿A quién le importa? ¿Con quién tenemos que quedar bien?
No me hace bien estar cerca de alguien así. ¿Es sincera o no? ¿Es manipuladora? ¿Qué tanto de lo que hablas con alguien así es verdad? ¿Le importan las inconveniencias que hizo pasar a otros durante ese periodo de su vida? ¿Ella es el centro del mundo? Sí, de su mundo, ¿verdad?
No me importa. Después de todo, yo ni la conozco. Es la amiga de una amiga mía.
Una parte de mí piensa que se casó porque le emocionaba la idea de una boda, el vestido de novio y la fiesta.
Durante los meses después de la boda, las pocas veces que se supo de ella contaba qué bien estaba todo y hasta mandaba fotos donde según ella todo era felicidad.
Poco tiempo después se supo (a través de ella misma) que no era así. Todo estaba mal en su matrimonio desde el principio del noviazgo.
Me pregunto por qué la amiga de mi amiga se casó, si sabía que él no era el indicado. Una amiga en común comentó unos días antes de la boda: “Ella prefiere ser divorciada que soltera”. Tristemente.
Y sobre lo que ella contaba de su boda a los que no habían ido, y sobre lo que decía durante su corto matrimonio (aunque ella no le llame así) mientras duró, me hace preguntarme: ¿qué más de lo que esta persona comunica es mentira? ¿Cuánto es por guardar las apariencias?
¿A quién le importa? ¿Con quién tenemos que quedar bien?
No me hace bien estar cerca de alguien así. ¿Es sincera o no? ¿Es manipuladora? ¿Qué tanto de lo que hablas con alguien así es verdad? ¿Le importan las inconveniencias que hizo pasar a otros durante ese periodo de su vida? ¿Ella es el centro del mundo? Sí, de su mundo, ¿verdad?
No me importa. Después de todo, yo ni la conozco. Es la amiga de una amiga mía.
lunes, 12 de julio de 2010
Yaiko
Ayer me agregó a feisbuk, un chico que era mi estudiante, y de quien tengo muy buenos recuerdos. Me cae muy bien y siempre fue respetuoso conmigo. Fue uno de mis últimos estudiantes, antes de que naciera Blyssebela y mi profesión cambiara. Yaiko.-su nombre me encanta. Él también nació en el bello estado de Nuevo León, como yo.
Una vez me contó que su mamá quería ponerle Jacob en inglés. Ella les dijo en el registro civil el nombre con el que quería registrar a su bebé (ahora adulto) y ella dijo: Yeico (Jacob en inglés). Le preguntaron cómo se deletreaba y ella supuso que se pronunciaba: Yaiko. Yaiko es un nombre japonés femenino; aún así, es un nombre muy original, para un chico muy original, inteligente y gracioso.
Una vez me contó que su mamá quería ponerle Jacob en inglés. Ella les dijo en el registro civil el nombre con el que quería registrar a su bebé (ahora adulto) y ella dijo: Yeico (Jacob en inglés). Le preguntaron cómo se deletreaba y ella supuso que se pronunciaba: Yaiko. Yaiko es un nombre japonés femenino; aún así, es un nombre muy original, para un chico muy original, inteligente y gracioso.
viernes, 2 de julio de 2010
La actitud que me molesta...
...La de víctima
¡Pobre de mí! Que todos me compadezcan, se apiaden de mí, me ayuden, me den todo gratis, y salgan a mi rescate. Todos a mi alrededor deben estar a mi servicio, pues yo he sufrido mucho en mi vida y me merezco toda la compasión del mundo. ¡Pobre de mí!
Definitivamente esa es la actitud que más me molesta en las personas.
No es mi intención minimizar el dolor, la tristeza y el sufrimiento por los que todos los seres humanos pasamos. Es muy difícil cuando sufrimos la perdida de un padre, un hijo, un hermano, amigo, u otro ser querido. Hay tragedias inesperadas, sobre las cuales no tenemos ningún control. Como dice en El Eclesiástico: hay tiempo para todo. Hay tiempo para llorar y tiempo para reír. En esta vida hay sufrimientos y alegrías, y son parte de la vida y si nos caemos, nos debemos levantar y continuar.
Cada uno de nosotros tenemos control sobre nuestras decisiones y nuestra actitud ante tales pruebas y desafíos que vamos encontrando en nuestras vidas.
No me molesta cuando alguien llora porque se murió un ser querido, o porque su casa quedó debajo del agua durante el huracán Alex. Al contrario, en tales situaciones, lloro con esas víctimas que sí son víctimas, y los acompaño en su dolor.
Es mi decisión no acompañar en el dolor que cada uno se atrae por decisión propia. Cuando uno decide ir o venir, comprar o no comprar, rojo o negro, comer o no comer, y otras decisiones cotidianas; y si a causa de tales decisiones la persona se “victimiza” sola, esa actitud de “víctima” sí me molesta y prefiero mantenerme alejada de personas con esa personalidad.
Pobre de mí, soy una víctima. Por lo tanto, se me debe servicio y todo lo debo recibir fácil, gratis y sin esfuerzo (de preferencia).
¡Pobre de mí! Que todos me compadezcan, se apiaden de mí, me ayuden, me den todo gratis, y salgan a mi rescate. Todos a mi alrededor deben estar a mi servicio, pues yo he sufrido mucho en mi vida y me merezco toda la compasión del mundo. ¡Pobre de mí!
Definitivamente esa es la actitud que más me molesta en las personas.
No es mi intención minimizar el dolor, la tristeza y el sufrimiento por los que todos los seres humanos pasamos. Es muy difícil cuando sufrimos la perdida de un padre, un hijo, un hermano, amigo, u otro ser querido. Hay tragedias inesperadas, sobre las cuales no tenemos ningún control. Como dice en El Eclesiástico: hay tiempo para todo. Hay tiempo para llorar y tiempo para reír. En esta vida hay sufrimientos y alegrías, y son parte de la vida y si nos caemos, nos debemos levantar y continuar.
Cada uno de nosotros tenemos control sobre nuestras decisiones y nuestra actitud ante tales pruebas y desafíos que vamos encontrando en nuestras vidas.
No me molesta cuando alguien llora porque se murió un ser querido, o porque su casa quedó debajo del agua durante el huracán Alex. Al contrario, en tales situaciones, lloro con esas víctimas que sí son víctimas, y los acompaño en su dolor.
Es mi decisión no acompañar en el dolor que cada uno se atrae por decisión propia. Cuando uno decide ir o venir, comprar o no comprar, rojo o negro, comer o no comer, y otras decisiones cotidianas; y si a causa de tales decisiones la persona se “victimiza” sola, esa actitud de “víctima” sí me molesta y prefiero mantenerme alejada de personas con esa personalidad.
Pobre de mí, soy una víctima. Por lo tanto, se me debe servicio y todo lo debo recibir fácil, gratis y sin esfuerzo (de preferencia).
martes, 29 de junio de 2010
Me dan risa
¿Y qué onda con mis amigos y conocidos (hombres) que se creen buenísimos en sus fotos del Facebook? –ja ja ja – Me dan mucha risa sus fotos donde posan. ¿Se creen modelos? ¿Creen que son muy deseados? Los chicos que se creen bien buenos me dan risa.
¿Fue mi culpa?
En otra prepa donde trabajé, al final del año escolar, el director nos dio a los maestros y demás miembros del staff, evaluaciones con preguntas muy específicas sobre muchos de nuestros compañeros de trabajo. Había varios tipos de preguntas, y no eran solamente sobre nuestro desempeño laboral. El director insistió en que debíamos ser completamente honestos y específicos, pues era su finalidad, crear el mejor ambiente de trabajo posible, con los mejores miembros, etc.
Algo que me acuerdo que incluí en la evaluación que llené sobre la secretaria de la escuela, era mi opinión sobre su falta de profesionalismo al hablar mal de los maestros. Me había tocado escucharla en varias ocasiones. Ella se quejaba de que muchos de nosotros no sabíamos tratar a estudiantes de ciertas minorías, sólo porque los tratábamos iguales a todos; pero nunca hablaba con la persona involucrada, solamente a sus espaldas.
Después de que él director leyó las evaluaciones, le avisó a la secretaria de la escuela que ya no la iba a contratar el año siguiente, aunque para estas alturas del año escolar, ya casi todos sabíamos quien iba a regresar o no regresar a la escuela (por decisión propia o no).
Desde entonces, yo he tenido un pequeño sentimiento de culpabilidad. Me pregunto si yo tuve mucho, poco o nada que ver en que ella perdiera su trabajo.
¿Alguna vez me atreveré a preguntarle a mi ex jefe sobre eso? ¿Se acordará? Vamos a ver cómo le preguntaría…. Me imagino que le mandaría un correo electrónico diciendo algo así: “Hola, solamente escribo para preguntarte si yo tuve algo que ver con que tu despidieras a -Nombre de la susodicha aquí- después de las primeras evaluaciones que se hicieron en la escuela. ¿Tuvo algún impacto negativo mis comentarios y respuestas a la evaluación que llené sobre ella?
¿Y mi ex jefe que pensará al recibir mi mensaje? Algunas opciones que se me vienen a la cabeza son:
A. ¿A esta loca qué le pasa? ¿Quién se cree que es? ¡Ni que su opinión contara!
B. Sí, ¡gracias por abrirme los ojos! Si no fuera por ti, ella todavía estaría trabajando ahí.
C. Un poco; junto a todas las demás evaluaciones de los demás maestros sobre esta persona, supe que ella no debía seguir trabajando aquí.
D. Ni me acuerdo; no sé de que me está hablando.
E. No tengo tiempo de terminar de leer este mensaje, y de contestarlo menos.
F. Delete
Sea como sea, le deseo a esta señora lo mejor en lo que sea que ahora esté haciendo.
Algo que me acuerdo que incluí en la evaluación que llené sobre la secretaria de la escuela, era mi opinión sobre su falta de profesionalismo al hablar mal de los maestros. Me había tocado escucharla en varias ocasiones. Ella se quejaba de que muchos de nosotros no sabíamos tratar a estudiantes de ciertas minorías, sólo porque los tratábamos iguales a todos; pero nunca hablaba con la persona involucrada, solamente a sus espaldas.
Después de que él director leyó las evaluaciones, le avisó a la secretaria de la escuela que ya no la iba a contratar el año siguiente, aunque para estas alturas del año escolar, ya casi todos sabíamos quien iba a regresar o no regresar a la escuela (por decisión propia o no).
Desde entonces, yo he tenido un pequeño sentimiento de culpabilidad. Me pregunto si yo tuve mucho, poco o nada que ver en que ella perdiera su trabajo.
¿Alguna vez me atreveré a preguntarle a mi ex jefe sobre eso? ¿Se acordará? Vamos a ver cómo le preguntaría…. Me imagino que le mandaría un correo electrónico diciendo algo así: “Hola, solamente escribo para preguntarte si yo tuve algo que ver con que tu despidieras a -Nombre de la susodicha aquí- después de las primeras evaluaciones que se hicieron en la escuela. ¿Tuvo algún impacto negativo mis comentarios y respuestas a la evaluación que llené sobre ella?
¿Y mi ex jefe que pensará al recibir mi mensaje? Algunas opciones que se me vienen a la cabeza son:
A. ¿A esta loca qué le pasa? ¿Quién se cree que es? ¡Ni que su opinión contara!
B. Sí, ¡gracias por abrirme los ojos! Si no fuera por ti, ella todavía estaría trabajando ahí.
C. Un poco; junto a todas las demás evaluaciones de los demás maestros sobre esta persona, supe que ella no debía seguir trabajando aquí.
D. Ni me acuerdo; no sé de que me está hablando.
E. No tengo tiempo de terminar de leer este mensaje, y de contestarlo menos.
F. Delete
Sea como sea, le deseo a esta señora lo mejor en lo que sea que ahora esté haciendo.
lunes, 28 de junio de 2010
Las flacas obsesivas
¿Qué onda con las chavas que están súper flacas – no sólo flacas, sino SÚPER flacas – y quieren estarlo más? Y dietas y ejercicios son su pan de cada día. Y sus temas de conversación son qué tanto peso y que si le falta perder más peso (¡si lo hacen se desaparecen!). Y platican de eso con nosotras que sí estamos pasadas de peso – ja ja – ¡No manchen las flacas súper flacas que están obsesionadas con su peso!
domingo, 27 de junio de 2010
Del mundial
No sé mucho (o nada) de fútbol, pero sé que se dice que el futbol soccer es muy importante para el pueblo mexicano. ¿Por qué si es tan importante, no sube y sube la calidad de ese deporte? Desde pequeña he escuchado que vamos a ganar “a la próxima”. Tengo 34 años y esa “próxima” no ha llegado. ¿Cuándo se va a llegar esa próxima en que México va a ganar el mundial de futbol, o al menos llegar más lejos? ¿Qué se tiene que hacer para mejorar? ¿Dónde y cómo se encuentran a los mejores jugadores para que nos representen ante el mundo? ¿Y si se hace un programa tipo “American Idol” para buscar a los mejores talentos futboleros?
jueves, 17 de junio de 2010
De cuando trabajé con una cleptómana
En una de las prepas donde trabajé (la cual no era muy organizada, y la administración no ejercía el liderazgo adecuado, por diferente razones que en otra ocasión contaré) tuve la experiencia de trabajar con alguien que robaba. Me imagino que sufría de cleptomanía, pues no encuentro explicación a comportamientos tan extraños como los que esta persona exhibía. Era una combinación de robar y mentir sobre cosas insignificantes y sobre cosas más serias; esta persona no solamente mentía para cubrir sus robos, sino que mentía sobre muchas otras cosas también.
No me di cuenta de esto de inmediato, sino poco a poco durante dos años. Lo peor del caso era que ella y yo éramos las únicas dos maestras en ese departamento. – Bueno, ella no era maestra, la contrataron como cocinera (una excelente cocinera), y su lengua madre no era ni español, ni inglés. Ella era de un país europeo - no quiero decir de dónde ni dar otros detalles, con el fin de proteger no solamente la privacidad de esta persona, sino a los estudiantes que confiaban en ella y que la apreciaban, y que no saben todo esto que pasaba dentro de este ambiente de trabajo-. El caso es que ella y yo éramos las únicas maestras de idiomas en esa escuela y teníamos que reunirnos para hacer diferentes trabajos juntas.
Cuando la conocí me cayó muy bien. Ella es (o era, hace mucho que no sé de ella) una persona muy amable y que intentaba por muchos medios, recibir el cariño de la gente.- siempre buscando la aceptación de los directivos, compañeros de trabajo, padres de familia y sobre todo, de los estudiantes. Se esforzaba mucho para que la quisieran y decía lo que creía que la iba a hacer quedar bien ante todos.
Después de unas semanas de trabajar con ella, supe que algo estaba raro, e intenté mantenerme alejada y concentrada en mi trabajo. Ella era muy insistente y me buscaba muchísimo, hasta intervenía en mis clases, donde no tenía nada que ver. Por fin le dije que eso me molestaba, ella se disculpo y seguí mi vida. Ella me insistió mucho en que ella quería ser mi amiga (es aproximadamente 25 años mayor que yo), y yo decidí darle una oportunidad. Durante el segundo año que trabajamos juntas nos hicimos compañeras de caminata y todos los días subíamos a las montañas cercanas a la escuela donde trabajábamos. Durante ese tiempo me fui dando cuenta poco a poco de los robos que cometía. Y fue hasta ese año que me cayó el veinte de algo: Cada vez que a los maestros se les perdía algo, algo igual aparecía en el salón de clases de esta maestra: materiales, videos, y otros artículos chicos y grandes.
No me atreví a confrontarla, hasta después de que regresamos de un viaje a Europa. En ese viaje íbamos cuatro maestros, el director y aproximadamente sesenta estudiantes adolescentes. El dinero que los estudiantes habían ahorrado para todos los paseos de esas dos semanas (muchos de ellos con trabajo arduo) lo manejaba el director. Cada mañana, los adultos decidíamos que íbamos a hacer y los estudiantes elegían con quien querían ir. No había mayor organización, en esa escuela nunca la hubo. Mi grupo siempre era muy grande, lo cual no me molestaba, solamente les pedía a los estudiantes que quisieran ir conmigo que me siguieran de cerca y que estuvieran dispuestos a caminar mucho. Al final terminaba haciéndome cargo de los estudiantes de la maestra de la que estoy contando, porque ella me seguía todos los días a donde yo fuera. Aunque ella era de uno de los países que visitamos, ella me aseguraba que no sabía moverse en los trenes y que se perdía en las ciudades grandes.
En la mañana, después de desayunar, el director nos daba dinero (que para empezar era de los mismos estudiantes) para comer y medio de transporte, los demás gastos los cubrían personalmente los estudiantes. Yo no quería problemas con dinero ajeno, y además temía que se me perdiera, así que le pedía cada día al director que él comprara los boletos del tren que usaría ese día para mis estudiantes y que se reuniera con nosotros a comer, para que él mismo pagara la comida de los estudiantes. Así que nunca manejé ese dinero durante el viaje.
Vi varias veces que esta maestra, se quedaba con el dinero que quedaba al final del día, que era de los estudiantes. Yo le dije que debía regresarlo pero ella siempre tenía una razón por la cual era justo que ella se quedara con todo el dinero posible.
En la escuela, cuando los estudiantes llevaban cosas para donar, si a ella le gustaban, ella se las quedaba y decía que eran de ella. Esa escuela tiene una cocina muy grande, y un programa de cocina donde se les enseña a los estudiantes a manejar una cocina; muchas cosas desaparecieron de ahí y aparecieron en su casa, yo las vi cuando ella me invitó. Las primeras dos veces le comenté que se parecían a las de la escuela (aparatos especializados que se usan en cocinas industriales) y ella me aseguró que eran de ella, que era coincidencia. También vi mesas, sillas y otros muebles de la escuela. Ella me contó que la escuela se los había regalado porque ya no los querían. Aunque era una escuela nueva, con muebles nuevos, y ya que no es una escuela tradicional, los muebles eran muebles que se usan en casa. Los estudiantes no se sentaban en pupitres, sino e sillas y mesas de comedor, había sillones de salas, etc. etc.
Una vez cuando grandes cantidades de comida se empezaron a perder, y los directivos de la escuela empezaron a cuestionar, yo le dije directamente a ella que yo había visto que ella se había llevado esa comida. Su respuesta fue que le pagaban tan poco, que de alguna forma debía cobrarse.
Por fin me atreví a decirle al director sobre los robos (otros no mencionados en este blog) cometidos por esta maestra. –Cabe mencionar que este era un director muy pasivo, no se daba a respetar, nunca confrontaba ninguna situación que necesitara arreglo, etc.etc.) – Creo que por eso no hizo nada. Otras personas que trabajan con nosotras (maestros y demás) se habían dado cuenta de los robos también, pero nunca se hizo nada. Ni el director, ni la subdirectora, ni los fundadores de la escuela: nadie hizo nada.
Al final del segundo año de esta escuela (o sea después de que yo estuve dos años trabajando ahí) tuvieron muchos problemas financieros (y de otros tipos) y tuvieron que recortar personal o hacer propuestas de trabajo que no eran justas para los maestros. En mi caso, me ofrecieron que volviera el siguiente año, enseñando la misma cantidad de clases, pero con la mitad de mi sueldo. La verdad es que quería mucho a mis estudiantes y me dolió mucho irme, pero volver con tan bajo sueldo y la misma cantidad de trabajo, me pareció una falta de respeto a mi trabajo y profesionalismo, así que no pude aceptarlo. Y gracias a Dios encontré pronto un mejor trabajo.
Nunca entendí por qué esa maestra siguió ahí el año siguiente. Hasta hoy me sigo preguntando si el director creyó que yo (y los demás maestros que hablaron con él) había inventado lo de los robos (nunca dije sobre las mentiras que decía). No sé si debí haberme quedado callada ante tal situación. Nunca se hizo nada al respecto. Y ella se quedó con varios libros, CDs y DVDs míos.
Y de las mentiras que ella decía, ya contaré en otra ocasión.
No me di cuenta de esto de inmediato, sino poco a poco durante dos años. Lo peor del caso era que ella y yo éramos las únicas dos maestras en ese departamento. – Bueno, ella no era maestra, la contrataron como cocinera (una excelente cocinera), y su lengua madre no era ni español, ni inglés. Ella era de un país europeo - no quiero decir de dónde ni dar otros detalles, con el fin de proteger no solamente la privacidad de esta persona, sino a los estudiantes que confiaban en ella y que la apreciaban, y que no saben todo esto que pasaba dentro de este ambiente de trabajo-. El caso es que ella y yo éramos las únicas maestras de idiomas en esa escuela y teníamos que reunirnos para hacer diferentes trabajos juntas.
Cuando la conocí me cayó muy bien. Ella es (o era, hace mucho que no sé de ella) una persona muy amable y que intentaba por muchos medios, recibir el cariño de la gente.- siempre buscando la aceptación de los directivos, compañeros de trabajo, padres de familia y sobre todo, de los estudiantes. Se esforzaba mucho para que la quisieran y decía lo que creía que la iba a hacer quedar bien ante todos.
Después de unas semanas de trabajar con ella, supe que algo estaba raro, e intenté mantenerme alejada y concentrada en mi trabajo. Ella era muy insistente y me buscaba muchísimo, hasta intervenía en mis clases, donde no tenía nada que ver. Por fin le dije que eso me molestaba, ella se disculpo y seguí mi vida. Ella me insistió mucho en que ella quería ser mi amiga (es aproximadamente 25 años mayor que yo), y yo decidí darle una oportunidad. Durante el segundo año que trabajamos juntas nos hicimos compañeras de caminata y todos los días subíamos a las montañas cercanas a la escuela donde trabajábamos. Durante ese tiempo me fui dando cuenta poco a poco de los robos que cometía. Y fue hasta ese año que me cayó el veinte de algo: Cada vez que a los maestros se les perdía algo, algo igual aparecía en el salón de clases de esta maestra: materiales, videos, y otros artículos chicos y grandes.
No me atreví a confrontarla, hasta después de que regresamos de un viaje a Europa. En ese viaje íbamos cuatro maestros, el director y aproximadamente sesenta estudiantes adolescentes. El dinero que los estudiantes habían ahorrado para todos los paseos de esas dos semanas (muchos de ellos con trabajo arduo) lo manejaba el director. Cada mañana, los adultos decidíamos que íbamos a hacer y los estudiantes elegían con quien querían ir. No había mayor organización, en esa escuela nunca la hubo. Mi grupo siempre era muy grande, lo cual no me molestaba, solamente les pedía a los estudiantes que quisieran ir conmigo que me siguieran de cerca y que estuvieran dispuestos a caminar mucho. Al final terminaba haciéndome cargo de los estudiantes de la maestra de la que estoy contando, porque ella me seguía todos los días a donde yo fuera. Aunque ella era de uno de los países que visitamos, ella me aseguraba que no sabía moverse en los trenes y que se perdía en las ciudades grandes.
En la mañana, después de desayunar, el director nos daba dinero (que para empezar era de los mismos estudiantes) para comer y medio de transporte, los demás gastos los cubrían personalmente los estudiantes. Yo no quería problemas con dinero ajeno, y además temía que se me perdiera, así que le pedía cada día al director que él comprara los boletos del tren que usaría ese día para mis estudiantes y que se reuniera con nosotros a comer, para que él mismo pagara la comida de los estudiantes. Así que nunca manejé ese dinero durante el viaje.
Vi varias veces que esta maestra, se quedaba con el dinero que quedaba al final del día, que era de los estudiantes. Yo le dije que debía regresarlo pero ella siempre tenía una razón por la cual era justo que ella se quedara con todo el dinero posible.
En la escuela, cuando los estudiantes llevaban cosas para donar, si a ella le gustaban, ella se las quedaba y decía que eran de ella. Esa escuela tiene una cocina muy grande, y un programa de cocina donde se les enseña a los estudiantes a manejar una cocina; muchas cosas desaparecieron de ahí y aparecieron en su casa, yo las vi cuando ella me invitó. Las primeras dos veces le comenté que se parecían a las de la escuela (aparatos especializados que se usan en cocinas industriales) y ella me aseguró que eran de ella, que era coincidencia. También vi mesas, sillas y otros muebles de la escuela. Ella me contó que la escuela se los había regalado porque ya no los querían. Aunque era una escuela nueva, con muebles nuevos, y ya que no es una escuela tradicional, los muebles eran muebles que se usan en casa. Los estudiantes no se sentaban en pupitres, sino e sillas y mesas de comedor, había sillones de salas, etc. etc.
Una vez cuando grandes cantidades de comida se empezaron a perder, y los directivos de la escuela empezaron a cuestionar, yo le dije directamente a ella que yo había visto que ella se había llevado esa comida. Su respuesta fue que le pagaban tan poco, que de alguna forma debía cobrarse.
Por fin me atreví a decirle al director sobre los robos (otros no mencionados en este blog) cometidos por esta maestra. –Cabe mencionar que este era un director muy pasivo, no se daba a respetar, nunca confrontaba ninguna situación que necesitara arreglo, etc.etc.) – Creo que por eso no hizo nada. Otras personas que trabajan con nosotras (maestros y demás) se habían dado cuenta de los robos también, pero nunca se hizo nada. Ni el director, ni la subdirectora, ni los fundadores de la escuela: nadie hizo nada.
Al final del segundo año de esta escuela (o sea después de que yo estuve dos años trabajando ahí) tuvieron muchos problemas financieros (y de otros tipos) y tuvieron que recortar personal o hacer propuestas de trabajo que no eran justas para los maestros. En mi caso, me ofrecieron que volviera el siguiente año, enseñando la misma cantidad de clases, pero con la mitad de mi sueldo. La verdad es que quería mucho a mis estudiantes y me dolió mucho irme, pero volver con tan bajo sueldo y la misma cantidad de trabajo, me pareció una falta de respeto a mi trabajo y profesionalismo, así que no pude aceptarlo. Y gracias a Dios encontré pronto un mejor trabajo.
Nunca entendí por qué esa maestra siguió ahí el año siguiente. Hasta hoy me sigo preguntando si el director creyó que yo (y los demás maestros que hablaron con él) había inventado lo de los robos (nunca dije sobre las mentiras que decía). No sé si debí haberme quedado callada ante tal situación. Nunca se hizo nada al respecto. Y ella se quedó con varios libros, CDs y DVDs míos.
Y de las mentiras que ella decía, ya contaré en otra ocasión.
lunes, 31 de mayo de 2010
Dos consejos sobre dar y prestar
Una persona cercana a mi, cumple años dos meses antes que yo, y siempre recibo regalo de esa persona, parecido a lo que yo le haya regalado, o del mismo precio. Un año no estuve presente para su cumpleaños por causas de fuerza mayor, y no le di regalo ese año, pero sí estuve para el mío ( ja ja) pero no me dio regalo... Y sé que fue porque yo no le había dado a ella (o él).
Es una persona muy “sentida”, así que no le he dicho que no debe sentirse comprometida a darme regalo porque yo le doy. Cuando quiero dar un regalo lo doy de corazón, no porque quiero que me den cuando me toque a mí - De verdad lo digo -. Si he notado eso con esta persona, es porque es muy obvio: Por ejemplo, si le doy un certificado de regalo y una bolsa, recibo lo mismo de ella dos meses después (o cuando sea mi cumpleaños)
A los que quieran darme un regalo les doy las gracias. Y a quienes no les nazca de su corazón darme un regalo, por favor no se molesten. Es mejor no esperar nada a cambio cuando hacemos un favor o damos un regalo, así no nos decepcionamos si no cumplen nuestras expectativas.
Y si recibes un regalo de mi, o ayuda de alguna forma, ten por seguro que no espero que me la pagues algún día.
¡Ah! Pero si pides algo “prestado” no “regalado o donado” entonces sí ¡regrésalo! Ahí ya es otra situación muy diferente a los regalos. Ejemplo: Persona A: ¿Me puedes prestar tal cantidad de dinero y te la pago al llegar a mi casa? Persona B: Claro que sí.Persona B espera que Persona A pague como dijo ¿o no?
Así que mis consejos del día (para otros y para mí misma) son:
1. Si das un regalo, dalo de corazón, sin esperar nada a cambio.
2. Si pides algo prestado, regrésalo o págalo, como prometiste. Aunque sea de poquito a poquito, pero ahí si.- no quedes mal.
Y si a alguien le he quedado debiendo, por favor recuérdemelo y con gusto les mando el pago. Reciban muchas bendiciones toda esta semana. Me despido.
Es una persona muy “sentida”, así que no le he dicho que no debe sentirse comprometida a darme regalo porque yo le doy. Cuando quiero dar un regalo lo doy de corazón, no porque quiero que me den cuando me toque a mí - De verdad lo digo -. Si he notado eso con esta persona, es porque es muy obvio: Por ejemplo, si le doy un certificado de regalo y una bolsa, recibo lo mismo de ella dos meses después (o cuando sea mi cumpleaños)
A los que quieran darme un regalo les doy las gracias. Y a quienes no les nazca de su corazón darme un regalo, por favor no se molesten. Es mejor no esperar nada a cambio cuando hacemos un favor o damos un regalo, así no nos decepcionamos si no cumplen nuestras expectativas.
Y si recibes un regalo de mi, o ayuda de alguna forma, ten por seguro que no espero que me la pagues algún día.
¡Ah! Pero si pides algo “prestado” no “regalado o donado” entonces sí ¡regrésalo! Ahí ya es otra situación muy diferente a los regalos. Ejemplo: Persona A: ¿Me puedes prestar tal cantidad de dinero y te la pago al llegar a mi casa? Persona B: Claro que sí.Persona B espera que Persona A pague como dijo ¿o no?
Así que mis consejos del día (para otros y para mí misma) son:
1. Si das un regalo, dalo de corazón, sin esperar nada a cambio.
2. Si pides algo prestado, regrésalo o págalo, como prometiste. Aunque sea de poquito a poquito, pero ahí si.- no quedes mal.
Y si a alguien le he quedado debiendo, por favor recuérdemelo y con gusto les mando el pago. Reciban muchas bendiciones toda esta semana. Me despido.
domingo, 30 de mayo de 2010
El tornado pasó muy cerca
El miércoles pasó un tornado súper cerca de nuestra casa, de hecho hubo un remolino que era parte del tornado aquí en frente de nuestra casa. El granizo estuvo de miedo (literalmente). El sonido por toda la casa era impresionante…pobrecitas mis niñas. Nos fuimos al sótano, ya que es el lugar más seguro ante esas situaciones. Una vecina que no tiene sótano se vino con sus dos niñas y allá estuvimos abajo, platicando y las niñas jugando en el cuarto de los juguetes.
Mientras tanto, las bolas de hielo del tamaño de pelotas de béisbol, entraban por la ventana de la cocina a gran velocidad. De hecho, las niñas vieron vidrio y granizo volando cuando bajábamos al sótano. Mi laptop estaba sobre la mesa que está al lado de la ventana que se rompió, por donde entró más granizo. Ya que mis hijas estaban seguras, me fui a salvar mi laptop. Me cubrí cómo pude, me puse zapatos y me fui pisando el hielo y esquivando el hielo que entraba a gran velocidad. Por fin alcancé mi laptop, la desconecté y la puse en un lugar seguro. Danny piensa que no debí haberme arriesgado por mi laptop, pero es parte de mi memoria y de mi vida, y no quiero perder esa parte de mi vida ni de mi memoria. Valió la pena.
Ya que pasó el tornado, Danny se vino a casa. Todo esto pasó alrededor de la 1 y 2 de la tarde. Danny llegó a las 2:30 y empezamos a limpiar los destrozos. Tres horas más tarde, cayó otra granizada, pero no tan fuerte como la primera, que era parte del tornado. La segunda sólo era una tormenta normal.
Le doy gracias a Dios porque el granizo no nos hizo daño físico a nadie: ni a Danny, ni a Blyssé, Allegra, Churro ni a mí. Gracias a Dios no perdimos nuestras camionetas, como a muchos vecinos les pasó. Las niñas no estaban cerca de las ventanas que se quebraron, Churro no estaba afuera, etc. Gracias a Dios por su protección.
Raramente, esta granizada tan feroz cayó solamente sobre nuestra colonia, la cual es muy pequeña y se encuentra prácticamente en el medio de la nada…. Tal vez por eso nos cayó a nosotros. A las colonias cercanas les cayó lluvia y granizo normal, pero no quebró vidrios, no dañó patios, puertas, ventanas, techos, patios, mesas, juguetes, ni nada como sucedió aquí en nuestra pequeña comunidad. Ojalá no vuelva a suceder.
Mientras tanto, las bolas de hielo del tamaño de pelotas de béisbol, entraban por la ventana de la cocina a gran velocidad. De hecho, las niñas vieron vidrio y granizo volando cuando bajábamos al sótano. Mi laptop estaba sobre la mesa que está al lado de la ventana que se rompió, por donde entró más granizo. Ya que mis hijas estaban seguras, me fui a salvar mi laptop. Me cubrí cómo pude, me puse zapatos y me fui pisando el hielo y esquivando el hielo que entraba a gran velocidad. Por fin alcancé mi laptop, la desconecté y la puse en un lugar seguro. Danny piensa que no debí haberme arriesgado por mi laptop, pero es parte de mi memoria y de mi vida, y no quiero perder esa parte de mi vida ni de mi memoria. Valió la pena.
Ya que pasó el tornado, Danny se vino a casa. Todo esto pasó alrededor de la 1 y 2 de la tarde. Danny llegó a las 2:30 y empezamos a limpiar los destrozos. Tres horas más tarde, cayó otra granizada, pero no tan fuerte como la primera, que era parte del tornado. La segunda sólo era una tormenta normal.
Le doy gracias a Dios porque el granizo no nos hizo daño físico a nadie: ni a Danny, ni a Blyssé, Allegra, Churro ni a mí. Gracias a Dios no perdimos nuestras camionetas, como a muchos vecinos les pasó. Las niñas no estaban cerca de las ventanas que se quebraron, Churro no estaba afuera, etc. Gracias a Dios por su protección.
Raramente, esta granizada tan feroz cayó solamente sobre nuestra colonia, la cual es muy pequeña y se encuentra prácticamente en el medio de la nada…. Tal vez por eso nos cayó a nosotros. A las colonias cercanas les cayó lluvia y granizo normal, pero no quebró vidrios, no dañó patios, puertas, ventanas, techos, patios, mesas, juguetes, ni nada como sucedió aquí en nuestra pequeña comunidad. Ojalá no vuelva a suceder.
jueves, 27 de mayo de 2010
Un pensamiento de una amiga abandonada
Aquí rapidito: Yo preguntándome porque uno que otro amigo mío homosexual, no quiere compartir ya su vida conmigo y hasta me bloqueo jaja. Si yo lo quiero, admiro y respeto igual que siempre. Su preferencia sexual no lo hace menos inteligente, gracioso, trabajador, ni hermoso. Me parece que él cree que no lo voy a querer, apreciar o respetar igual… Qué lástima que después de tantos años crea eso de mí. Te quiero amigo, seas homosexual o heterosexual, y no importa el color de piel ni de tus pelos, ni con quien salgas, ni que música te gusta. Te quiero igual que hace veinte años y que hace diez. Te quiero, no importa con quien salgas. Si Dios te ama y te creo así de bello como eres, ¿por qué yo dejaría de quererte? ¿Por qué te alejaste de mí?
lunes, 17 de mayo de 2010
¡Sí hablo y entiendo inglés, de veras!
Tal vez soy una malagradecida, pero ¡Ay, qué molesto es cuando alguien que habla peor español de lo que yo hablo inglés, me trata de ayudar porque creen que no hablo inglés! Y todo porque yo les hablo en español a mis hijas. Me pasa tan seguido últimamente: Estoy en algún lugar público con mis dos pequeñas hijas; estoy hablando español con ellas. Alguien de metiche escucha mi conversación o comentarios dirigidos hacia mis hijas; esa persona (metiche) malentiende mi conversación y se inmiscuye tratando de ayudarme, hablando un español horrible.
No me burlo de las personas que quieren aprender español, al contrario, los admiro, los apoyo y los respeto. Pero resulta una pérdida de tiempo para mí, cuando alguien intenta “ayudar” porque creen que les estoy hablando en español a mis hijas porque no sé inglés.
Aunque a Danny también le hablo en español, eso no sucede con él, pues me imagino que piensan que él me traduce, ja ja.
La semana pasada en la biblioteca, ocurrió un error en el sistema, mientras yo estaba intentando encontrar unos libros. Estaba usando la computadora, leyendo lo que estaba diciendo sobre el error y mientras le explicaba a Blyssé lo que estaba sucediendo. Una niña de unos 12 años vino a mi “rescate” y me dijo lo que decía (como si yo no entendiera) y me borró todo lo que estaba en la computadora que estaba usando en la biblioteca. ¡Qué coraje! Si no pido ayuda, por favor no me la den, sin ni siquiera ofrecerla. De eso, aprendí lo siguiente: Si algún día creo que alguien necesita ayuda porque no entienden el idioma, debo preguntarles amablemente: ¿Necesitan ayuda? Si la respuesta es no, seguiré mi camino. No me entrometeré en el trabajo que esas personas estén tratando de realizar.
¡Qué coraje cuando alguien te ayuda! Jajajaja No debo ser malagradecida, pero sí me da coraje que me hagan perder el tiempo, ¡cuando el tiempo es tan valioso!
En la clase de gimnasia de Blyssé sucedió que estábamos los papás o mamás ayudando a nuestros hijos (as). Yo le dije algo en español a Blyssé, y en eso se pone en medio de nosotras una chica intentando “ayudarnos” en español. Sí, qué amable de su parte. Ni Blyssé ni yo le entendimos lo que decía, pero sé que decía muchas palabras en español. En otras circunstancias, me hubiera detenido a ayudarle a corregir y mejorar su español, en esa ocasión no me era posible, pues Blyssé ya se había ido corriendo por el trampolín grande, mientras Allegra se había salido de la carreola y tuve que ir corriendo a cargarla, e ir alcanzar a Blyssé.
Si me ven hablando en la calle español, créanme que lo hago por gusto.Gracias por su ayuda.
No me burlo de las personas que quieren aprender español, al contrario, los admiro, los apoyo y los respeto. Pero resulta una pérdida de tiempo para mí, cuando alguien intenta “ayudar” porque creen que les estoy hablando en español a mis hijas porque no sé inglés.
Aunque a Danny también le hablo en español, eso no sucede con él, pues me imagino que piensan que él me traduce, ja ja.
La semana pasada en la biblioteca, ocurrió un error en el sistema, mientras yo estaba intentando encontrar unos libros. Estaba usando la computadora, leyendo lo que estaba diciendo sobre el error y mientras le explicaba a Blyssé lo que estaba sucediendo. Una niña de unos 12 años vino a mi “rescate” y me dijo lo que decía (como si yo no entendiera) y me borró todo lo que estaba en la computadora que estaba usando en la biblioteca. ¡Qué coraje! Si no pido ayuda, por favor no me la den, sin ni siquiera ofrecerla. De eso, aprendí lo siguiente: Si algún día creo que alguien necesita ayuda porque no entienden el idioma, debo preguntarles amablemente: ¿Necesitan ayuda? Si la respuesta es no, seguiré mi camino. No me entrometeré en el trabajo que esas personas estén tratando de realizar.
¡Qué coraje cuando alguien te ayuda! Jajajaja No debo ser malagradecida, pero sí me da coraje que me hagan perder el tiempo, ¡cuando el tiempo es tan valioso!
En la clase de gimnasia de Blyssé sucedió que estábamos los papás o mamás ayudando a nuestros hijos (as). Yo le dije algo en español a Blyssé, y en eso se pone en medio de nosotras una chica intentando “ayudarnos” en español. Sí, qué amable de su parte. Ni Blyssé ni yo le entendimos lo que decía, pero sé que decía muchas palabras en español. En otras circunstancias, me hubiera detenido a ayudarle a corregir y mejorar su español, en esa ocasión no me era posible, pues Blyssé ya se había ido corriendo por el trampolín grande, mientras Allegra se había salido de la carreola y tuve que ir corriendo a cargarla, e ir alcanzar a Blyssé.
Si me ven hablando en la calle español, créanme que lo hago por gusto.Gracias por su ayuda.
domingo, 16 de mayo de 2010
¿Perdón y olvido?
Si me conoces bien, probablemente creas que uno de mis múltiples defectos es la dificultad que tengo para perdonar. Si ese es el caso, te equivocas. Yo sí perdono, aunque no fácilmente. Para lo que batallo es para olvidar.
En inglés escucho seguido que dicen “forgive and forget”. Se cree que para lograr el perdón, es necesario que vaya de la mano con el olvido. ¿Para perdonar es necesario olvidar? Mi respuesta es definitivamente no. Yo creo que podemos perdonar, sin olvidar lo que nos hicieron. De hecho, me parece inteligente no olvidar lo que nos hizo daño, así no se volverá a repetir.
Si alguien que consideras tu amigo te da una cuchillada por la espalda, es mejor aprender de esa experiencia y no olvidarla, así no se volverá a repetir.
¿Es bueno perdonar? ¡Claro que sí! El saber perdonar es buenísimo para la salud. Nos ayuda a no estresarnos ni mortificarnos. Dios nos dice en su palabra que debemos perdonar. No nos dice que debemos olvidar… ¿o sí? Por favor si estoy equivocada, háganmelo saber.
Yo creo que lo mejor para nuestra salud mental, emocional y física, es perdonar. ¡Pero no olvidar! He ahí el valor de las experiencias de cada día. Esas experiencias nos ayudan a aprender y a crecer. No quiero olvidar las experiencias alegres, ni las tristes tampoco. Quiero recordar cada una de ellas y modificar lo que pueda en el futuro para no volver a caer en la misma piedra.
Así que puedo perdonarte, pero lo que me hayas hecho no se me olvida. Ya lo sabes.
En inglés escucho seguido que dicen “forgive and forget”. Se cree que para lograr el perdón, es necesario que vaya de la mano con el olvido. ¿Para perdonar es necesario olvidar? Mi respuesta es definitivamente no. Yo creo que podemos perdonar, sin olvidar lo que nos hicieron. De hecho, me parece inteligente no olvidar lo que nos hizo daño, así no se volverá a repetir.
Si alguien que consideras tu amigo te da una cuchillada por la espalda, es mejor aprender de esa experiencia y no olvidarla, así no se volverá a repetir.
¿Es bueno perdonar? ¡Claro que sí! El saber perdonar es buenísimo para la salud. Nos ayuda a no estresarnos ni mortificarnos. Dios nos dice en su palabra que debemos perdonar. No nos dice que debemos olvidar… ¿o sí? Por favor si estoy equivocada, háganmelo saber.
Yo creo que lo mejor para nuestra salud mental, emocional y física, es perdonar. ¡Pero no olvidar! He ahí el valor de las experiencias de cada día. Esas experiencias nos ayudan a aprender y a crecer. No quiero olvidar las experiencias alegres, ni las tristes tampoco. Quiero recordar cada una de ellas y modificar lo que pueda en el futuro para no volver a caer en la misma piedra.
Así que puedo perdonarte, pero lo que me hayas hecho no se me olvida. Ya lo sabes.
jueves, 6 de mayo de 2010
Entre seis y siete
Gritos y lloridos me despiertan. Veo en mi iPhone que son las 5:48 de la mañana. Danny me dice que la deje llorar, pero no me parece justo porque para ella ya es su hora de despertarse y empezar una nueva aventura. Voy al cuarto de la bebé, la cargo, le cambio el pañal, le doy su lechita deseando que vuelva a dormir, aunque nunca ha vuelto a dormir después de esta hora.
Escucho a mi hija mayor que está cantando en su cuarto, eso quiere decir que ya está lista ella también. Mi iPhone dice que son las 6:25. Blyssé me pregunta desde su cuarto si puede salir o todavía no, le digo que sí viene al cuarto de la Bebé y nos da los buenos días. Le doy gracias a Dios por mis dos hijas. Nos vamos al cuarto de Blyssé; escoge su ropa, la ayudo a cambiarse y a peinarse, mientras Allegra juega en el piso a veces, y a veces trata de que le cargue, o le estira el cabello a Blyssé. Ella va al baño, se lava los dientes y mientras Allegra tumba la construcción que Blyssé hizo en su cuarto con bloques de madera, Blyssé viene gritando ¡nooooooo, no puedes tocar mis construcciones!
Prendo la radio, a Blyssé no le gusta mi música, así que busca el CD de Trepsi que mi amiga Blanca le mandó de Monterrey. Allegra le sube el volumen a todo lo que da, luego quita el CD y lo chupa. Blyssé la regaña, Allegra grita y grita. A penas son las siete de la mañana…..
Sigo otro día.
Escucho a mi hija mayor que está cantando en su cuarto, eso quiere decir que ya está lista ella también. Mi iPhone dice que son las 6:25. Blyssé me pregunta desde su cuarto si puede salir o todavía no, le digo que sí viene al cuarto de la Bebé y nos da los buenos días. Le doy gracias a Dios por mis dos hijas. Nos vamos al cuarto de Blyssé; escoge su ropa, la ayudo a cambiarse y a peinarse, mientras Allegra juega en el piso a veces, y a veces trata de que le cargue, o le estira el cabello a Blyssé. Ella va al baño, se lava los dientes y mientras Allegra tumba la construcción que Blyssé hizo en su cuarto con bloques de madera, Blyssé viene gritando ¡nooooooo, no puedes tocar mis construcciones!
Prendo la radio, a Blyssé no le gusta mi música, así que busca el CD de Trepsi que mi amiga Blanca le mandó de Monterrey. Allegra le sube el volumen a todo lo que da, luego quita el CD y lo chupa. Blyssé la regaña, Allegra grita y grita. A penas son las siete de la mañana…..
Sigo otro día.
martes, 27 de abril de 2010
Algunos de mis amores
Uno de los grandes amores de mi vida son mis estudiantes. Los estudiantes adolescentes (que ya son adultos, muchos de ellos) son seres que quiero mucho, aunque muchos de ellos no lo sepan porque fui estricta con ellos. Cada vez que recibo un mensaje o una llamada de ellos, me lleno de alegría.
Me siento muy orgullosa especialmente de los estudiantes que ahora hablan español súper bien. Hay varios con los que no tuve contacto por varios años, y luego al encontrarnos en feisbuk (así se escribe en español, según yo –ja-) o en la calle, me entero de que se ahora son bilingües. Para un estudiante de idiomas, ese es el máximo examen: la vida. Si pudiera, regresaría el tiempo y les pondría una A + (si estuviéramos en México sería un 10).
Estoy orgullosa de esos que fueron mis estudiantes y ahora hablan y escriben bien el español. No digo que fue por mí, pues la mayoría lo hicieron ya al terminar la prepa. Qué hermosos seres esos niños grandes que Dios puso en mi vida en ese momento. Pues los estudiantes de prepa son todavía niños, aunque parezcan adultos.
Los felicito Tannya, Luke, Scott y tantos que por el momento no recuerdo, sólo los menciono a ellos porque me han contactado recientemente y ¡qué bella sorpresa saber que ahora nos podemos comunicar en mi lengua madre! Los amo. –Y a tantos otros que continúan si aventura por la vida aprendiendo español.
Me siento muy orgullosa especialmente de los estudiantes que ahora hablan español súper bien. Hay varios con los que no tuve contacto por varios años, y luego al encontrarnos en feisbuk (así se escribe en español, según yo –ja-) o en la calle, me entero de que se ahora son bilingües. Para un estudiante de idiomas, ese es el máximo examen: la vida. Si pudiera, regresaría el tiempo y les pondría una A + (si estuviéramos en México sería un 10).
Estoy orgullosa de esos que fueron mis estudiantes y ahora hablan y escriben bien el español. No digo que fue por mí, pues la mayoría lo hicieron ya al terminar la prepa. Qué hermosos seres esos niños grandes que Dios puso en mi vida en ese momento. Pues los estudiantes de prepa son todavía niños, aunque parezcan adultos.
Los felicito Tannya, Luke, Scott y tantos que por el momento no recuerdo, sólo los menciono a ellos porque me han contactado recientemente y ¡qué bella sorpresa saber que ahora nos podemos comunicar en mi lengua madre! Los amo. –Y a tantos otros que continúan si aventura por la vida aprendiendo español.
lunes, 26 de abril de 2010
Una pequeña conclusión vespertina
He llegado a la conclusión de que para no sufrir cuando un amigo querido fallece a corta edad, es mejor enojarse con ese amigo (ya fallecido). Así evitaré continuar preguntándome y diciéndome por qué, qué triste, qué sería si estuviera vivo; y otros comentarios tristes y deprimentes del tipo de “por qué se fue y por qué murió, por qué el Señor me lo quitó”. Creo que no sufriré tanto si me enojo y mi actitud es tipo: “Fue su culpa, no era tan bueno como lo (la) recuerdo, ni modo, muy su bronca, me molesta que no me haya avisado, me molesta que _________ (Completar la oración como se desee)”.
Conclusión: mejor estar enojada que triste. ¿Tú qué piensas?
Conclusión: mejor estar enojada que triste. ¿Tú qué piensas?
jueves, 15 de abril de 2010
¿Qué serán nuestros hijos cuando sean grandes?
Me imagino que todos los padres pensamos qué o cómo serán nuestros hijos e hijas cuando sean grandes. Es natural como padres, tener grandes aspiraciones para nuestros hijos, y pensar que serán exitosos en lo que quieran hacer cuando sean adultos. Muchos hasta piensan en una carrera específica que sus hijos deben seguir, o lo que deberán estudiar en la universidad.
En este mundo se necesita de todo.- plomeros, profesores, músicos, limpiavidrios (de esos que se suben a los edificios súper altos), costureras, enfermeras, etc.etc. No solamente estrellas de rock o presidentes.
Al primer gritillo que nuestro bebé se avienta ya pensamos: será una cantante famosa. O que empiece a construir edificios (como Blyssé) y su papi ya estará pensando en todas las construcciones famosas y útiles que heredará a esta civilización nuestra hija. Y a los niños que patean todo, se les adjudica que serán grandes jugadores de fútbol profesional; y no nada más de los que se avientan una cascarita, sino hablo de los futbolistas tipo Beckham o Maradona. Ni se diga los niños que avientan todo: ¡un John Elway seguro!
¿Pero quién de nosotros pensamos: Mi hijo o hija será un flojo, zángano de la sociedad que probablemente no contribuirá nada en cualquier trabajo que le caiga? ¿O mi hijo será un golpeador de mujeres y tendrá hijos regados por donde vaya? Mejor ya ni le sigo porque es deprimente. Y aunque yo y muchos pensemos: Eso no nos pasará a nosotros; la verdad es otra: todo le puede pasar a todos, incluyéndome a mí.
Mejor disfrutemos la inocencia de estos regalos de Dios. Por ahora dejo el futuro en manos de Dios y que mis hijas sean felices en lo que sea que deciden ser y hacer. Dios las bendiga hijas mías y gracias por hacerme feliz. Ese es su trabajo: hacerme reír y jugar conmigo cada día.
En este mundo se necesita de todo.- plomeros, profesores, músicos, limpiavidrios (de esos que se suben a los edificios súper altos), costureras, enfermeras, etc.etc. No solamente estrellas de rock o presidentes.
Al primer gritillo que nuestro bebé se avienta ya pensamos: será una cantante famosa. O que empiece a construir edificios (como Blyssé) y su papi ya estará pensando en todas las construcciones famosas y útiles que heredará a esta civilización nuestra hija. Y a los niños que patean todo, se les adjudica que serán grandes jugadores de fútbol profesional; y no nada más de los que se avientan una cascarita, sino hablo de los futbolistas tipo Beckham o Maradona. Ni se diga los niños que avientan todo: ¡un John Elway seguro!
¿Pero quién de nosotros pensamos: Mi hijo o hija será un flojo, zángano de la sociedad que probablemente no contribuirá nada en cualquier trabajo que le caiga? ¿O mi hijo será un golpeador de mujeres y tendrá hijos regados por donde vaya? Mejor ya ni le sigo porque es deprimente. Y aunque yo y muchos pensemos: Eso no nos pasará a nosotros; la verdad es otra: todo le puede pasar a todos, incluyéndome a mí.
Mejor disfrutemos la inocencia de estos regalos de Dios. Por ahora dejo el futuro en manos de Dios y que mis hijas sean felices en lo que sea que deciden ser y hacer. Dios las bendiga hijas mías y gracias por hacerme feliz. Ese es su trabajo: hacerme reír y jugar conmigo cada día.
miércoles, 14 de abril de 2010
Hoy lloré por “Mr. Schefrin”
Dios da la vida y Dios la quita. Qué regalo tan frágil y valioso. Hoy me enteré de que el Dr. Brooke Schefrin falleció ayer, de una enfermedad que le detectaron hace aproximadamente un año y medio. Yo no lo vi en todo ese tiempo. La última vez que lo vi, no pensé que sería “la última vez”. Cada vez que veo a cualquier persona, esa puede ser la última vez.
La verdad es que Schefrin y yo no éramos grandes amigos, pero compartimos buenos momentos. Durante siete meses trabajamos juntos, tuvimos estudiantes en común, y por consiguiente, también metas en común. Durante esos siete meses, asistimos a clases para maestros juntos, participamos en actividades de integración juntos (sí, de esas que nada más te hacen perder tiempo, mientras piensas: debería estar revisando tareas o planeando mis clases en vez de estar con estos jueguitos inútiles), planeamos juntos, fuimos a eventos y fiestas juntos, etc. Me llevaba bien con él y creo que era un buen maestro.
Me dio tristeza saber que ya no lo veré en este mundo. Y como siempre que alguien fallece me pregunto: ¿Lo volveré a ver? ¿Y si sí, cuándo, cómo y dónde?
¿Por qué Dios me dio la oportunidad de conocerlo y de trabajar con él? Si había una razón especial, creo que me la perdí. No me parece haber contribuido nada en la vida de Schefrin. ¿Por qué Dios me pone en el camino a ciertas personas? ¿Hay algo que debo hacer o decir? ¿Por qué caminamos juntos en esta vida?
Creo que lloré porque pienso en sus hijos, ya adultos, que no lo tendrán en sus vidas. Y le pido a Dios que yo esté con mis hijas hasta que sean muy viejitas como dice Blyssé. Blyssé me dijo hace unas semanas: Cuando seamos muy muy muy viejitas, nos vamos a ir al cielo con Dios y allá vamos a ver a welito Toño y welita Judy. Así sea.
O quizás lloré solamente porque era una gran persona que ya no está aquí. O simplemente porque me caía bien. O porque otra persona más que se nos va. Quién sabe. ¿O por lo que me recuerda? Todos nos vamos a morir, eso sí. ¿Y qué sigue de aquí? (pregunta retórica)
Ha sido otro recordatorio para mí, para disfrutar a la gente que amo, y comunicarme y estar al servicio de los que me aman. Pero también de los que no amamos… Eso es lo más difícil.
Por ahora, a disfrutar a mi esposo y a mis hijas. Y a mi familia que viene pronto a visitarme. A disfrutarlos y a amarlos. A disfrutar de la vida que se pasa rápido. A disfrutar de lo bueno y desechar lo negativo. A darle gracias a Dios por los regalos de cada día y dejar de preocuparme por pequeñeces. Eso me recuerda “Mr. Schefrin” hoy.
Q.E.P.D. Brooke Schefrin
La verdad es que Schefrin y yo no éramos grandes amigos, pero compartimos buenos momentos. Durante siete meses trabajamos juntos, tuvimos estudiantes en común, y por consiguiente, también metas en común. Durante esos siete meses, asistimos a clases para maestros juntos, participamos en actividades de integración juntos (sí, de esas que nada más te hacen perder tiempo, mientras piensas: debería estar revisando tareas o planeando mis clases en vez de estar con estos jueguitos inútiles), planeamos juntos, fuimos a eventos y fiestas juntos, etc. Me llevaba bien con él y creo que era un buen maestro.
Me dio tristeza saber que ya no lo veré en este mundo. Y como siempre que alguien fallece me pregunto: ¿Lo volveré a ver? ¿Y si sí, cuándo, cómo y dónde?
¿Por qué Dios me dio la oportunidad de conocerlo y de trabajar con él? Si había una razón especial, creo que me la perdí. No me parece haber contribuido nada en la vida de Schefrin. ¿Por qué Dios me pone en el camino a ciertas personas? ¿Hay algo que debo hacer o decir? ¿Por qué caminamos juntos en esta vida?
Creo que lloré porque pienso en sus hijos, ya adultos, que no lo tendrán en sus vidas. Y le pido a Dios que yo esté con mis hijas hasta que sean muy viejitas como dice Blyssé. Blyssé me dijo hace unas semanas: Cuando seamos muy muy muy viejitas, nos vamos a ir al cielo con Dios y allá vamos a ver a welito Toño y welita Judy. Así sea.
O quizás lloré solamente porque era una gran persona que ya no está aquí. O simplemente porque me caía bien. O porque otra persona más que se nos va. Quién sabe. ¿O por lo que me recuerda? Todos nos vamos a morir, eso sí. ¿Y qué sigue de aquí? (pregunta retórica)
Ha sido otro recordatorio para mí, para disfrutar a la gente que amo, y comunicarme y estar al servicio de los que me aman. Pero también de los que no amamos… Eso es lo más difícil.
Por ahora, a disfrutar a mi esposo y a mis hijas. Y a mi familia que viene pronto a visitarme. A disfrutarlos y a amarlos. A disfrutar de la vida que se pasa rápido. A disfrutar de lo bueno y desechar lo negativo. A darle gracias a Dios por los regalos de cada día y dejar de preocuparme por pequeñeces. Eso me recuerda “Mr. Schefrin” hoy.
Q.E.P.D. Brooke Schefrin
martes, 13 de abril de 2010
Nadie es monedita de oro…. Y eso incluye a mis hijas
Bien dice el conocido refrán: “No soy monedita de oro para caerle bien a todos”. De eso siempre he estado consciente y nunca me ha dolido. Y digo siempre porque recuerdo ser muy pequeña cuando me di cuenta de eso. Mi dilema es: ¿cómo les ayudo a mis hijas a aprenderlo sin crearles traumas de por vida?
Por ejemplo, Blyssebela es una niña muy inocente todavía, y la verdad es muy tierna. Es buena y generosa con sus amigos a los que quiere mucho. No entiende todavía que a quienes ella considera amigos o amigas, quizás no lo sean. Solamente tiene tres años y no debo preocuparme, pero todas las experiencias son oportunidades de aprendizaje, así que quiero que vaya aprendiendo.
No sé si está bien o mal, pero en repetidas ocasiones he presenciado cuando una niña más grande que ella, a quien Blyssé considera su amiga y a quien adora, le hizo varios desplantes. Blyssé solamente puro carita triste. Los desplantes son de este tipo: no querer jugar con ella, no querer recibir los abrazos y besos que mi hija quiere darle, entre otros del mismo estilo. Entiendo lo apasionada que es Blyssé cuando quiere a sus amigos y otros seres importantes en su vida, pues yo soy igual, pero quisiera que ella, al igual que Allegra, estén preparadas cuando ese cariño no sea recíproco.
Procedí a explicarle: Ella no es una verdadera amiga. Una verdadera amistad no te hace sentir mal, ni te menosprecia. Tú la quieres mucho, pero eso no quiere decir que ella te quiera a ti. Ella solamente me vio y me dijo: Ella es mi amiga y es muy buena.
Yo no pienso mentirle ni crearle ilusiones de que todo en la vida es bello, y de que todos los niños (o los seres humanos de cualquier edad) son buenos siempre.
Esto me hace entender lo que mi madre trató de explicarme tantas veces: que muchas de las que yo consideraba amigas, no lo eran de verdad. Desde afuera, o desde la perspectiva de madre, se ven las cosas muy diferentes.
Por ejemplo, Blyssebela es una niña muy inocente todavía, y la verdad es muy tierna. Es buena y generosa con sus amigos a los que quiere mucho. No entiende todavía que a quienes ella considera amigos o amigas, quizás no lo sean. Solamente tiene tres años y no debo preocuparme, pero todas las experiencias son oportunidades de aprendizaje, así que quiero que vaya aprendiendo.
No sé si está bien o mal, pero en repetidas ocasiones he presenciado cuando una niña más grande que ella, a quien Blyssé considera su amiga y a quien adora, le hizo varios desplantes. Blyssé solamente puro carita triste. Los desplantes son de este tipo: no querer jugar con ella, no querer recibir los abrazos y besos que mi hija quiere darle, entre otros del mismo estilo. Entiendo lo apasionada que es Blyssé cuando quiere a sus amigos y otros seres importantes en su vida, pues yo soy igual, pero quisiera que ella, al igual que Allegra, estén preparadas cuando ese cariño no sea recíproco.
Procedí a explicarle: Ella no es una verdadera amiga. Una verdadera amistad no te hace sentir mal, ni te menosprecia. Tú la quieres mucho, pero eso no quiere decir que ella te quiera a ti. Ella solamente me vio y me dijo: Ella es mi amiga y es muy buena.
Yo no pienso mentirle ni crearle ilusiones de que todo en la vida es bello, y de que todos los niños (o los seres humanos de cualquier edad) son buenos siempre.
Esto me hace entender lo que mi madre trató de explicarme tantas veces: que muchas de las que yo consideraba amigas, no lo eran de verdad. Desde afuera, o desde la perspectiva de madre, se ven las cosas muy diferentes.
Shakira
Yo no sé mucho de música, pero alguna vez me gustaron mucho las canciones de Shakira… Y esas canciones me siguen gustando, pero desde que se “internacionalizó” y empezó a cantar en inglés ahí ya no.
¿Qué pasó con las letras tipo “Dónde están los ladrones” y “Se quiere, se mata”? ¿Y esas letras de tanto rencor del bonito (ja ja) hacia alguien que te dejó por otra o que prefirió a otra como la de “Si te vas”? Yo sé que a muchas (y muchos) alguna vez nos hizo cantar recordando a aquel que nos rompió el corazón y se fue con otra (o con otro)…Pero si a la hora del té nada pasa wo-o.
Tú mordiste la manzana y renunciaste al paraíso y ya ahí quedó. Así como ese que nos dejó por esa bruja pedazo de cuero quedó en el olvido, así esas bellas letras de Shakira que nos hacían bailar, cantar y llorar.
¿Qué pasó con las letras tipo “Dónde están los ladrones” y “Se quiere, se mata”? ¿Y esas letras de tanto rencor del bonito (ja ja) hacia alguien que te dejó por otra o que prefirió a otra como la de “Si te vas”? Yo sé que a muchas (y muchos) alguna vez nos hizo cantar recordando a aquel que nos rompió el corazón y se fue con otra (o con otro)…Pero si a la hora del té nada pasa wo-o.
Tú mordiste la manzana y renunciaste al paraíso y ya ahí quedó. Así como ese que nos dejó por esa bruja pedazo de cuero quedó en el olvido, así esas bellas letras de Shakira que nos hacían bailar, cantar y llorar.
jueves, 1 de abril de 2010
Sueños que se hacen realidad
Me imagino que todos hemos tenido sueños de eventos que suceden después en nuestra vida real. Me ha pasado al menos unas cinco veces.
Una vez, cuando enseñaba en Compass, íbamos a tener un viaje a las montañas, cerca de Buena Vista, donde había un grupo de expertos aventureros (no sé cual será su título o puesto) que nos guiarían por una serie de obstáculos en cuerdas, íbamos a ir a escalar, nadar, rockclimbing, andar en caballo, cruzar paredes y murallas, remar, ir en kayak, trepar árboles y demás actividades físicas, las cuales hicimos todas, tanto maestros como estudiantes de secundaria, pero la verdad es que no me quedan ganas de hacer todo eso, me daba miedo en aquel momento y me sigue dando hoy. Pero bueno, por poner el buen ejemplo a mis estudiantes adolescentes, hice todo con ellos. Fue una semana de diversión y arduo trabajo físico.
El día antes de que nos fuéramos a ese viajecito, soñé que ya estábamos allá y que veía una montaña hermosa cerca de donde estábamos, había un establo, y era un lugar bellísimo. Yo nunca había ido ahí antes. En mi sueño, me subía a un caballo negro y al estar arriba me aventaba y me caía. ¡Qué miedo y qué dolor!
Ya que el título de este blog es “Sueños que se hacen realidad” ya sabrán lo que pasó después.
Bueno, la verdad es que yo pensé que eso no sucedería en esta aventura escolar. Durante el viaje en autobús, mi amiga Leigh, que era maestra también, me comentó muchas veces que ella estaba muy nerviosa de tener que subirse a un caballo y que no iba a hacerlo. Yo no le dije de mi sueño para no ponerla nerviosa, y le dije que todo iba a estar bien y no tenía que ponerse nerviosa.
Yo estaba a cargo de 15 estudiantes durante esa semana. Días después de que llegamos al lugar, nos tocó a mis estudiantes y a mí, ir a pasear en caballo. La verdad es que ni me acordé de mi sueño, sólo fui, me subí al caballo, con ayuda de las personas que trabajaban en el lugar y el resto de la historia sucedió como en mi sueño. Cuando estaba tirada en las rocas que me dejaron mis pompis moretoneadas, volteé y vi el mismo bello lugar que había visto en mi sueño. Y fue ahí cuando recordé lo que había soñado varias noches antes.
Todos mis estudiantes ya estaban en sus caballos cuando esto sucedió y me preguntaban si estaba bien. La verdad es que quería llorar del dolor, pero no quería asustarlos, así que les dije que estaba perfectamente bien. Los encargados del establo me preguntaron que si me quería subir a otro caballo o si quería esperarlos ahí a que regresaran. Yo no quería dejar solos a mis estudiantes en esta experiencia, así que les dije que me trajeran otro caballo, y así lo hicieron. Tratando de ocultar mi miedo me volví a subir a otro caballo y durante todo el paseo iba pensando si me iba a tumbar. No volvió a suceder.
Después de esa experiencia pensé: Ya había soñado eso tal como sucedió, pero la verdad es que si volviera a suceder, me volvería a subir al caballo aunque hubiera soñado que me tumbaba.
Dos semanas después, todavía me dolía sentarme.
Una vez, cuando enseñaba en Compass, íbamos a tener un viaje a las montañas, cerca de Buena Vista, donde había un grupo de expertos aventureros (no sé cual será su título o puesto) que nos guiarían por una serie de obstáculos en cuerdas, íbamos a ir a escalar, nadar, rockclimbing, andar en caballo, cruzar paredes y murallas, remar, ir en kayak, trepar árboles y demás actividades físicas, las cuales hicimos todas, tanto maestros como estudiantes de secundaria, pero la verdad es que no me quedan ganas de hacer todo eso, me daba miedo en aquel momento y me sigue dando hoy. Pero bueno, por poner el buen ejemplo a mis estudiantes adolescentes, hice todo con ellos. Fue una semana de diversión y arduo trabajo físico.
El día antes de que nos fuéramos a ese viajecito, soñé que ya estábamos allá y que veía una montaña hermosa cerca de donde estábamos, había un establo, y era un lugar bellísimo. Yo nunca había ido ahí antes. En mi sueño, me subía a un caballo negro y al estar arriba me aventaba y me caía. ¡Qué miedo y qué dolor!
Ya que el título de este blog es “Sueños que se hacen realidad” ya sabrán lo que pasó después.
Bueno, la verdad es que yo pensé que eso no sucedería en esta aventura escolar. Durante el viaje en autobús, mi amiga Leigh, que era maestra también, me comentó muchas veces que ella estaba muy nerviosa de tener que subirse a un caballo y que no iba a hacerlo. Yo no le dije de mi sueño para no ponerla nerviosa, y le dije que todo iba a estar bien y no tenía que ponerse nerviosa.
Yo estaba a cargo de 15 estudiantes durante esa semana. Días después de que llegamos al lugar, nos tocó a mis estudiantes y a mí, ir a pasear en caballo. La verdad es que ni me acordé de mi sueño, sólo fui, me subí al caballo, con ayuda de las personas que trabajaban en el lugar y el resto de la historia sucedió como en mi sueño. Cuando estaba tirada en las rocas que me dejaron mis pompis moretoneadas, volteé y vi el mismo bello lugar que había visto en mi sueño. Y fue ahí cuando recordé lo que había soñado varias noches antes.
Todos mis estudiantes ya estaban en sus caballos cuando esto sucedió y me preguntaban si estaba bien. La verdad es que quería llorar del dolor, pero no quería asustarlos, así que les dije que estaba perfectamente bien. Los encargados del establo me preguntaron que si me quería subir a otro caballo o si quería esperarlos ahí a que regresaran. Yo no quería dejar solos a mis estudiantes en esta experiencia, así que les dije que me trajeran otro caballo, y así lo hicieron. Tratando de ocultar mi miedo me volví a subir a otro caballo y durante todo el paseo iba pensando si me iba a tumbar. No volvió a suceder.
Después de esa experiencia pensé: Ya había soñado eso tal como sucedió, pero la verdad es que si volviera a suceder, me volvería a subir al caballo aunque hubiera soñado que me tumbaba.
Dos semanas después, todavía me dolía sentarme.
martes, 23 de marzo de 2010
Paquita la del Barrio
Me he enterado de que la cantante mexicana Paquita la del Barrio (del Barrio no es su apellido ¿verdad?, entonces ¿es con mayúscula o minúscula?) dijo ante las cámaras que prefiere que un niño se muera de hambre a que una pareja de homosexuales lo adopten. Ahora muchos se le echan encima, critican su opinión y condenan su postura.
No entiendo por qué si se le pregunta su opinión y ella la da, ahora se quejan. Que su opinión, postura, o punto de vista sea diferente al de muchos (o pocos, no importa) no me afecta a mí ni a nadie. Una opinión, como la que estoy dando ahora, es eso, una mera opinión y si preguntas y no te gusta la respuesta, pues te aguantas ¿no? Cuando otros difieren de mi opinión, comprendo que fuimos creados y criados de formas diferentes. Todos somos diferentes en lo que creemos y pensamos, sea correcto o incorrecto.
Muchos dicen que no se debe juzgar, ¿pero a Paquita sí la podemos juzgar? Definitivamente no defiendo a la señora Paquita, ni siquiera conozco su música, pero si me parece hipócrita que su postura sea condenada, cuando muchos deben pensar lo mismo pero no se atreven a decirlo. ¿Por qué esperamos que todos estén de acuerdo con nosotros?
Me encantan mis amigas y amigos con los que difiero en opiniones y creencias y podemos exponer nuestros puntos de vista y nuestras razones de por qué cada uno pensamos que tenemos la razón. ¡Qué entretenido y enriquecedor es discutir puntos de vista diferentes!
La verdad es que la opinión de Paquita no me afecta de ninguna forma. Pero opino aquí en mi blog sobre lo que otros opinan de su opinión ja ja ja. ¿A quién le importa?
No entiendo por qué si se le pregunta su opinión y ella la da, ahora se quejan. Que su opinión, postura, o punto de vista sea diferente al de muchos (o pocos, no importa) no me afecta a mí ni a nadie. Una opinión, como la que estoy dando ahora, es eso, una mera opinión y si preguntas y no te gusta la respuesta, pues te aguantas ¿no? Cuando otros difieren de mi opinión, comprendo que fuimos creados y criados de formas diferentes. Todos somos diferentes en lo que creemos y pensamos, sea correcto o incorrecto.
Muchos dicen que no se debe juzgar, ¿pero a Paquita sí la podemos juzgar? Definitivamente no defiendo a la señora Paquita, ni siquiera conozco su música, pero si me parece hipócrita que su postura sea condenada, cuando muchos deben pensar lo mismo pero no se atreven a decirlo. ¿Por qué esperamos que todos estén de acuerdo con nosotros?
Me encantan mis amigas y amigos con los que difiero en opiniones y creencias y podemos exponer nuestros puntos de vista y nuestras razones de por qué cada uno pensamos que tenemos la razón. ¡Qué entretenido y enriquecedor es discutir puntos de vista diferentes!
La verdad es que la opinión de Paquita no me afecta de ninguna forma. Pero opino aquí en mi blog sobre lo que otros opinan de su opinión ja ja ja. ¿A quién le importa?
lunes, 22 de marzo de 2010
¿Qué es el fin del mundo?
Cuando se dice que “el fin del mundo” está cerca, ¿a qué se refieren? No sé que quiere decir, si es una frase para decir que las cosas van de mal en peor, o si de verdad se cree que pronto no quedará ningún ser humano vivo sobre la Tierra.
Y que el calendario maya se termina en diciembre del 2012. ¿Porque de ahí ya no hay más seres humanos que poblarán la tierra por alguna razón, o porque la civilización sufrirá un cambio drástico de cómo es ahora? Y ese cambio, ¿será para bien o para mal? ¿qué tipo de cambio?
No conozco la respuesta a ninguna de estas preguntas que me hago. Si alguien tiene alguna idea, espero me la comparta.
Y hay gente que dice que se están viendo “cosas que antes nunca se habían visto”. ¿Pero se debe a que no sucedían esas cosas, o a que no se reportaban y no había la forma de ver lo que sucedía en el otro lado del mundo? Algunas de las cosas que he escuchado que mencionan son: terremotos, tsunamis, tornados y otras catástrofes naturales. Enfermedades como el cáncer, sida, y otras tantas que matan. También tragedias causadas por el mismo ser humano como: guerras, atentados terroristas, violaciones de todo tipo, secuestros, asesinatos, incremento en el número de suicidios, genocidios y demás que podemos mencionar.
¡Ah y claro.- el calentamiento global! Que si uso sólo los productos que digan “green”, o que si ya no uso mi carro voy a poder ayudar a salvar el mundo. Lo malo es que, aquí en el medio de la nada donde tengo la fortuna de vivir, ¿cómo le hago para ir a comprar la comida de mis niñas? Transporte público no hay. En bicicleta no llego ni a la gasolinera más cercana con la nieve, ¿y cómo me traigo las bolsas del mandado en bicicleta? ¿O primero salvo la Tierra que a mis propias hijas? El mentado calentamiento global. Si vemos las estadísticas e investigaciones científicas serias, podemos ver que se comprueba que en la historia de este planeta a veces hay eras más calientes y otras más frías, es normal. Contrario a lo que algunos políticos y activistas quieren hacernos creer, esta no es una de las eras más calientes. Ese es otro tema.
Y otras cosas que se me ocurren: que el volcán gigante que está bajo la tierra en el parque de Yellowstone haga erupción. Ahí ahora sí que ya valimos todos los que estamos en Canadá. México y E.U. mínimo ¿no? O si un país manda una bomba a otro país, ahí están las bombas a la espera, ¿a la espera de qué?
Y el tema de conversación entre mi gente regia en los últimos días: Que Monterrey ya no es seguro como lo era hace muy poco tiempo. Que no hay respeto por nada ni por nadie, así que matan a quien sea, culpable o inocente. De verdad que escuché a alguien muy querido decirme: ¡Es el fin del mundo! Parece que tiene que ser si todo esto ha llegado a nuestro Monterrey, que todos creíamos intocable.
¿Y el anticristo mayor ya nació? ¿Ya está en poder? ¿Ya estamos en los últimos hechos revelados en el Apocalipsis antes de que regrese Jesucristo en su segunda venida al mundo?
¿Cuál es la verdad? ¿Qué nos depara el futuro personalmente y como humanidad? ¿Qué les depara este mundo a nuestros hijos? ¿Llegaremos a viejos con ellos?
Por ahora a seguir viviendo y disfrutando del presente. Tengo mi calendario lleno y por lo pronto, esta semana me depara muchísimas actividades divertidas con mis hijas. Muchas horas de manejar de un lado de Denver a otro, muchas visitas y paseos. Una semana llena y ocupada es lo que me depara mi futuro más cercano.
Y que el calendario maya se termina en diciembre del 2012. ¿Porque de ahí ya no hay más seres humanos que poblarán la tierra por alguna razón, o porque la civilización sufrirá un cambio drástico de cómo es ahora? Y ese cambio, ¿será para bien o para mal? ¿qué tipo de cambio?
No conozco la respuesta a ninguna de estas preguntas que me hago. Si alguien tiene alguna idea, espero me la comparta.
Y hay gente que dice que se están viendo “cosas que antes nunca se habían visto”. ¿Pero se debe a que no sucedían esas cosas, o a que no se reportaban y no había la forma de ver lo que sucedía en el otro lado del mundo? Algunas de las cosas que he escuchado que mencionan son: terremotos, tsunamis, tornados y otras catástrofes naturales. Enfermedades como el cáncer, sida, y otras tantas que matan. También tragedias causadas por el mismo ser humano como: guerras, atentados terroristas, violaciones de todo tipo, secuestros, asesinatos, incremento en el número de suicidios, genocidios y demás que podemos mencionar.
¡Ah y claro.- el calentamiento global! Que si uso sólo los productos que digan “green”, o que si ya no uso mi carro voy a poder ayudar a salvar el mundo. Lo malo es que, aquí en el medio de la nada donde tengo la fortuna de vivir, ¿cómo le hago para ir a comprar la comida de mis niñas? Transporte público no hay. En bicicleta no llego ni a la gasolinera más cercana con la nieve, ¿y cómo me traigo las bolsas del mandado en bicicleta? ¿O primero salvo la Tierra que a mis propias hijas? El mentado calentamiento global. Si vemos las estadísticas e investigaciones científicas serias, podemos ver que se comprueba que en la historia de este planeta a veces hay eras más calientes y otras más frías, es normal. Contrario a lo que algunos políticos y activistas quieren hacernos creer, esta no es una de las eras más calientes. Ese es otro tema.
Y otras cosas que se me ocurren: que el volcán gigante que está bajo la tierra en el parque de Yellowstone haga erupción. Ahí ahora sí que ya valimos todos los que estamos en Canadá. México y E.U. mínimo ¿no? O si un país manda una bomba a otro país, ahí están las bombas a la espera, ¿a la espera de qué?
Y el tema de conversación entre mi gente regia en los últimos días: Que Monterrey ya no es seguro como lo era hace muy poco tiempo. Que no hay respeto por nada ni por nadie, así que matan a quien sea, culpable o inocente. De verdad que escuché a alguien muy querido decirme: ¡Es el fin del mundo! Parece que tiene que ser si todo esto ha llegado a nuestro Monterrey, que todos creíamos intocable.
¿Y el anticristo mayor ya nació? ¿Ya está en poder? ¿Ya estamos en los últimos hechos revelados en el Apocalipsis antes de que regrese Jesucristo en su segunda venida al mundo?
¿Cuál es la verdad? ¿Qué nos depara el futuro personalmente y como humanidad? ¿Qué les depara este mundo a nuestros hijos? ¿Llegaremos a viejos con ellos?
Por ahora a seguir viviendo y disfrutando del presente. Tengo mi calendario lleno y por lo pronto, esta semana me depara muchísimas actividades divertidas con mis hijas. Muchas horas de manejar de un lado de Denver a otro, muchas visitas y paseos. Una semana llena y ocupada es lo que me depara mi futuro más cercano.
jueves, 18 de marzo de 2010
La primera desilusión de mi vida
La primera decepción que (recuerdo) sufrí en mi vida, sucedió cuando tenía 3 años. Mi papá y mi mamá me dijeron que a la Bebita que acababa de nacer, no le iban a poner el maravilloso nombre que YO había elegido. Ellos decidieron que se llamaría Ada Guadalupe.
Yo tenía 3 años cuando mi hermana menor nació, y desde que mi papá y mi mamá anunciaron que mi hermano, mi hermana mayor y yo íbamos a tener una hermanita, empecé a pensar en cual sería el nombre ideal. Después de pensarlo y repensarlo me decidí por el que yo consideraba era “el mejor nombre del mundo”. Yo soñaba despierta con el momento en el que YO anunciaría a todo el mundo (mi mundo de niña de 3 años) sobre la llegada de mi hermanita y el nombre que YO había escogido para ella. ¡Qué especial me sentía!
¡Qué decepción escuchar que la bebitititita que cabía en una cajita de zapatos se llamaría Ada Guadalupe y no Mujer Maravilla! ¿A quién se le ocurre? Sólo a mis papás.
Yo tenía 3 años cuando mi hermana menor nació, y desde que mi papá y mi mamá anunciaron que mi hermano, mi hermana mayor y yo íbamos a tener una hermanita, empecé a pensar en cual sería el nombre ideal. Después de pensarlo y repensarlo me decidí por el que yo consideraba era “el mejor nombre del mundo”. Yo soñaba despierta con el momento en el que YO anunciaría a todo el mundo (mi mundo de niña de 3 años) sobre la llegada de mi hermanita y el nombre que YO había escogido para ella. ¡Qué especial me sentía!
¡Qué decepción escuchar que la bebitititita que cabía en una cajita de zapatos se llamaría Ada Guadalupe y no Mujer Maravilla! ¿A quién se le ocurre? Sólo a mis papás.
miércoles, 17 de marzo de 2010
Un breve pensamiento antes de dormirme
Me encanta saber que la gente se casa. Me hace feliz ver que dos personas se encuentran en este mundo tan complicado, se aman y se hacen felices.
Aunque no conozca a una pareja que se promete amor hasta que la muerte los separe, siempre me encanta ver una boda. Me pone la piel chinita y me emociono mucho por ellos. Siempre que veo que alguien se casa, hago una pequeña oración por ellos y los encomiendo a Dios para que su matrimonio sea bendecido.
Qué bello sacramento es el matrimonio. Es difícil también, sé que no todo es fácil y romántico, pero vale la pena casarse y tener esa compañía de un cónyuge.
Me da tristeza cuando me entero que se divorcian. Especialmente me da tristeza cuando yo fui a la boda y estuve ahí echando porras, y tiempo después resulta que siempre no.
Aunque no conozca a una pareja que se promete amor hasta que la muerte los separe, siempre me encanta ver una boda. Me pone la piel chinita y me emociono mucho por ellos. Siempre que veo que alguien se casa, hago una pequeña oración por ellos y los encomiendo a Dios para que su matrimonio sea bendecido.
Qué bello sacramento es el matrimonio. Es difícil también, sé que no todo es fácil y romántico, pero vale la pena casarse y tener esa compañía de un cónyuge.
Me da tristeza cuando me entero que se divorcian. Especialmente me da tristeza cuando yo fui a la boda y estuve ahí echando porras, y tiempo después resulta que siempre no.
martes, 16 de marzo de 2010
Canciones y recuerdos
Me imagino que todos debemos tener canciones que nos recuerdan a ciertas personas en nuestra vida. Aquí hago una lista de algunas canciones que cuando escucho, o cuando se me vienen a la mente, me recuerdan a ciertas personas que han sido importantes en diferentes etapas de mi vida (o toda mi vida tal vez):
La ventanita: No sé si se llama así, pero es de Garibaldi. “Desde que me dejaste, la ventanita del amor se me cerró”. Me recuerda a mi hermana Ada regañándome y burlándose de mí porque yo la cantaba mal. Para mí una parte de esa canción decía esto:“Ven vuélame en pedazos, ya no aguanto esta pena….” Aunque ella me decía que decía: “Tengo el alma en pedazos, ya no aguanto esta pena …” Como sea yo sigo cantándola a mi manera cada vez que me acuerdo, aunque sé que no tiene sentido.
Que se pongan botas: La cantaba La Onda Vaselina. “Que se po, que se po, que se pongan botas, que se qui, que se qui, que se quiten tenis”. Cada vez que la escucho quiero ponerme a bailar y me recuerda a Elio. La bailamos muchas veces, en muchos bailes en nuestra adolescencia. ¡Qué divertido! Y eso me recuerda que un año en una entrega de premios de Aportus, Elio y yo nos ganamos el premio a “Los bailadores” ja ja ja.
Nassau de los Hombres G: me recuerda a Zoe y Mareva, bailando y cantando a todo pulmón.
Amiga mía de Alejando Sánz.: No sé por qué me recuerda a Alan Dávila. Bueno, sí sé, pero es una larga historia.
No sé cómo se llama ni quien la cantaba, es una canción algo naca, sin ofender a nadie. Va así: “Qué no te habrán dicho, qué no te habrán dado. Di si hay un capricho que no has realizado. Di si hay un espacio, perdido en tus días, para así llenarlo con mis tonterías. Quiero una respuesta y la quiero pronto, dime si en tu vida, has amado a otro tonto…” Me la sé completa porque me la enseñó mi amiga Blanca. No sé por qué la canto seguido cuando estoy bañando a Allegra, ja ja ja.
Otra canción naca que me enseñó mi amiga Karla Georgina (con quien no tengo ningún contacto desde sexto de primaria): “Qué pasó, yo no sé, lo que tiene esa mujer; hizo un pleito y se peleó, con seis que conozco yo, le tocó la de perder, le torcieron todo el pié, pobrecita, pobrecita gritaba ay ay ay ay ay ay…”
Quiero seguir, pero de verdad estoy muy cansada. Espero seguir pronto con mi lista de canciones que me recuerdan a gente chida. Buenas noches a todos mis lectores.
La ventanita: No sé si se llama así, pero es de Garibaldi. “Desde que me dejaste, la ventanita del amor se me cerró”. Me recuerda a mi hermana Ada regañándome y burlándose de mí porque yo la cantaba mal. Para mí una parte de esa canción decía esto:“Ven vuélame en pedazos, ya no aguanto esta pena….” Aunque ella me decía que decía: “Tengo el alma en pedazos, ya no aguanto esta pena …” Como sea yo sigo cantándola a mi manera cada vez que me acuerdo, aunque sé que no tiene sentido.
Que se pongan botas: La cantaba La Onda Vaselina. “Que se po, que se po, que se pongan botas, que se qui, que se qui, que se quiten tenis”. Cada vez que la escucho quiero ponerme a bailar y me recuerda a Elio. La bailamos muchas veces, en muchos bailes en nuestra adolescencia. ¡Qué divertido! Y eso me recuerda que un año en una entrega de premios de Aportus, Elio y yo nos ganamos el premio a “Los bailadores” ja ja ja.
Nassau de los Hombres G: me recuerda a Zoe y Mareva, bailando y cantando a todo pulmón.
Amiga mía de Alejando Sánz.: No sé por qué me recuerda a Alan Dávila. Bueno, sí sé, pero es una larga historia.
No sé cómo se llama ni quien la cantaba, es una canción algo naca, sin ofender a nadie. Va así: “Qué no te habrán dicho, qué no te habrán dado. Di si hay un capricho que no has realizado. Di si hay un espacio, perdido en tus días, para así llenarlo con mis tonterías. Quiero una respuesta y la quiero pronto, dime si en tu vida, has amado a otro tonto…” Me la sé completa porque me la enseñó mi amiga Blanca. No sé por qué la canto seguido cuando estoy bañando a Allegra, ja ja ja.
Otra canción naca que me enseñó mi amiga Karla Georgina (con quien no tengo ningún contacto desde sexto de primaria): “Qué pasó, yo no sé, lo que tiene esa mujer; hizo un pleito y se peleó, con seis que conozco yo, le tocó la de perder, le torcieron todo el pié, pobrecita, pobrecita gritaba ay ay ay ay ay ay…”
Quiero seguir, pero de verdad estoy muy cansada. Espero seguir pronto con mi lista de canciones que me recuerdan a gente chida. Buenas noches a todos mis lectores.
viernes, 12 de marzo de 2010
Algo que hago para complacer a mi esposo
Últimamente decidí aceptar una propuesta de mi esposo: acompañarlo semanalmente, en frente de la televisión para ver dos programas nuevos que pensó que le iban a gustar (y sí le gustan). Acepté más que nada por complacerlo, pues la acción de sentarse a ver la televisión, me parece una pérdida de tiempo y no me parece una “actividad” para hacer con niños, pero ya que es algo que haremos los dos, después de poner a las niñas a dormir, pues decidí aceptar su propuesta.
Uno de los programas es “V”, que es la versión nueva de un programa que creo que se llamaba en español (hace muchos años) “Invasión Extraterrestre” –Ahorita no lo están pasando, empieza otra vez el próximo mes, o quien sabe cuando ---.
El otro programa que nos reunimos como esposos a ver, se llama “Caprica” un programa de ciencia ficción que tiene lugar en un planeta diferente y lejano, con personas como nosotros, pero con creencias y costumbres diferentes y tecnología más avanzada.
Lo que sé hasta ahora es que hay una adolescente que es la protagonista, y muere en un tren debido a que su novio puso una bomba, por lo que se cree que ella era parte de un culto terrorista y muchos la culpan a ella de la muerte de cientos de personas que iban en dicho tren.
El papá es un científico que creó unos robots grandotes, y para no hacerles el cuento largo.- la memoria de la chica vive en el robot original que el papá creó. O sea, si es que entiendo bien, esta muchacha vive en este robot y le da vida. De hecho, en muchas escenas en vez de ver al robot, la vemos a ella, pero claro, todos la ven como robot. Ella no quiere que nadie sepa que está viva en un robot, solamente le llamó por teléfono a su mejor amiga para avisarle que ahí estaba. Qué chido que la amiga la reconoció aún con la voz robótica. Ella está ahí porque su memoria estaba en algo que se ve como un disco. Ella misma había creado un avatar con el que interactuaba con otros adolescentes en un mundo virtual, es esa persona virtual la que está dentro del robot. Como un clon, me imagino, pero la original ya falleció.
Como siempre, los perros son los seres más inteligentes e intuitivos no importa en qué planeta vivan. El perro de la familia sabe que su ama ya fallecida, está realmente viva dentro de ese robot. Se acerca al robot (llamado Cylon) y le lleva pelotas para jugar, etc. ¡Qué bellos e inteligentes los perros, ¿no? Me pregunto si mi Churro me reconocería si reencarno en un robot. (JA JA JA. No se crean, no creo en la reencarnación, pero sí en la vida eterna.)
La verdad es que sí me gusta la historia, aunque me gusta más “V”. Definitivamente es más creíble que vengan a nuestro planeta seres extraterrestres disfrazados de humanos, que realmente tienen sus cuerpos de reptiles debajo de su cuerpo humano, y que quieren convencernos de que son buenos y vienen a ayudarnos, pero realmente tienen planes malévolos de dominar la tierra y matarnos a todos. Esa historia es más posible que suceda en esta vida, ¿verdad?
Ya me despido para unirme a mi esposo en nuestra actividad marital de cada viernes en la noche.
Uno de los programas es “V”, que es la versión nueva de un programa que creo que se llamaba en español (hace muchos años) “Invasión Extraterrestre” –Ahorita no lo están pasando, empieza otra vez el próximo mes, o quien sabe cuando ---.
El otro programa que nos reunimos como esposos a ver, se llama “Caprica” un programa de ciencia ficción que tiene lugar en un planeta diferente y lejano, con personas como nosotros, pero con creencias y costumbres diferentes y tecnología más avanzada.
Lo que sé hasta ahora es que hay una adolescente que es la protagonista, y muere en un tren debido a que su novio puso una bomba, por lo que se cree que ella era parte de un culto terrorista y muchos la culpan a ella de la muerte de cientos de personas que iban en dicho tren.
El papá es un científico que creó unos robots grandotes, y para no hacerles el cuento largo.- la memoria de la chica vive en el robot original que el papá creó. O sea, si es que entiendo bien, esta muchacha vive en este robot y le da vida. De hecho, en muchas escenas en vez de ver al robot, la vemos a ella, pero claro, todos la ven como robot. Ella no quiere que nadie sepa que está viva en un robot, solamente le llamó por teléfono a su mejor amiga para avisarle que ahí estaba. Qué chido que la amiga la reconoció aún con la voz robótica. Ella está ahí porque su memoria estaba en algo que se ve como un disco. Ella misma había creado un avatar con el que interactuaba con otros adolescentes en un mundo virtual, es esa persona virtual la que está dentro del robot. Como un clon, me imagino, pero la original ya falleció.
Como siempre, los perros son los seres más inteligentes e intuitivos no importa en qué planeta vivan. El perro de la familia sabe que su ama ya fallecida, está realmente viva dentro de ese robot. Se acerca al robot (llamado Cylon) y le lleva pelotas para jugar, etc. ¡Qué bellos e inteligentes los perros, ¿no? Me pregunto si mi Churro me reconocería si reencarno en un robot. (JA JA JA. No se crean, no creo en la reencarnación, pero sí en la vida eterna.)
La verdad es que sí me gusta la historia, aunque me gusta más “V”. Definitivamente es más creíble que vengan a nuestro planeta seres extraterrestres disfrazados de humanos, que realmente tienen sus cuerpos de reptiles debajo de su cuerpo humano, y que quieren convencernos de que son buenos y vienen a ayudarnos, pero realmente tienen planes malévolos de dominar la tierra y matarnos a todos. Esa historia es más posible que suceda en esta vida, ¿verdad?
Ya me despido para unirme a mi esposo en nuestra actividad marital de cada viernes en la noche.
miércoles, 10 de marzo de 2010
Diana
Conocí a mi amiga Diana el primer día de prepa. Ella se había mudado de Puebla a Monterrey a vivir con unos tíos, ya que sus papás se habían divorciado y no podían (¿?) hacerse cargo de ella. Diana vivía con sus tíos muy cerca de donde yo vivía. Un parque separa las calles de la casa de mis papás y la calle de la casa de sus tíos. Algunos de ustedes conocen ese parque.
Diana era tan buena y dulce y nos queríamos mucho. ¿O se dice “queremos”? ¿Tiempo presente o tiempo pasado? No lo sé.
Cuando entramos a la universidad, ya no nos veíamos tan seguido porque íbamos a diferentes escuelas. Muy seguido cuando yo regresaba ya tarde de la escuela, me decía mi mamá que Diana había ido a visitarme.
Diana se enfermó, ella creía que de gripa. Su salud se fue empeorando en un par de meses y ella fue con varios doctores, que le daban diferentes diagnósticos, pero ninguno le atinaba. Qué lástima que le atinaron hasta el momento de su autopsia. Diana estudiaba veterinaria y meses antes, durante la disección de un perro, en una clase, ella se había picado con una aguja y se había infectado. No sé más detalles, sólo que murió.
Después de su muerte yo soñaba con ella casi todas las noches. En mis sueños, Diana estaba en la calle caminando cerca del parque o por el mismo parque y yo la veía de lejos. Yo corría para alcanzarla y hablar con ella, pero nunca la alcanzaba. Ella seguía caminando y yo solamente la veía de espaldas. Entonces yo intentaba correr más rápido y le gritaba súper fuerte ¡DIANA! ¡DIANA!. Luego ella daba vuelta en alguna esquina y al llegar yo a esa esquina Diana ya no se veía por ningún lado. Me quedaba muy triste y algo frustrada de no haberla alcanzado para despedirme. Por fin un día la alcancé. Le dije: “Diana, ¿no que te habías muerto? ¡Qué bueno que no te moriste! Yo te he visto muchas veces en el parque, pero no te alcanzaba cada vez que te perseguía” Diana me contestó con una sonrisa que veo en mi mente muy seguido: “Sí me morí Brisa, ya no estoy aquí. No te preocupes, tú vas a estar aquí por un tiempo y luego nos vamos a encontrar allá”. Entonces siguió caminando y ya nunca más la volví a ver en mis sueños. Hace quince años que no sueño con Diana. Ella me aseguró que nos volveríamos a ver. Diana: te quiero mucho.
Diana era tan buena y dulce y nos queríamos mucho. ¿O se dice “queremos”? ¿Tiempo presente o tiempo pasado? No lo sé.
Cuando entramos a la universidad, ya no nos veíamos tan seguido porque íbamos a diferentes escuelas. Muy seguido cuando yo regresaba ya tarde de la escuela, me decía mi mamá que Diana había ido a visitarme.
Diana se enfermó, ella creía que de gripa. Su salud se fue empeorando en un par de meses y ella fue con varios doctores, que le daban diferentes diagnósticos, pero ninguno le atinaba. Qué lástima que le atinaron hasta el momento de su autopsia. Diana estudiaba veterinaria y meses antes, durante la disección de un perro, en una clase, ella se había picado con una aguja y se había infectado. No sé más detalles, sólo que murió.
Después de su muerte yo soñaba con ella casi todas las noches. En mis sueños, Diana estaba en la calle caminando cerca del parque o por el mismo parque y yo la veía de lejos. Yo corría para alcanzarla y hablar con ella, pero nunca la alcanzaba. Ella seguía caminando y yo solamente la veía de espaldas. Entonces yo intentaba correr más rápido y le gritaba súper fuerte ¡DIANA! ¡DIANA!. Luego ella daba vuelta en alguna esquina y al llegar yo a esa esquina Diana ya no se veía por ningún lado. Me quedaba muy triste y algo frustrada de no haberla alcanzado para despedirme. Por fin un día la alcancé. Le dije: “Diana, ¿no que te habías muerto? ¡Qué bueno que no te moriste! Yo te he visto muchas veces en el parque, pero no te alcanzaba cada vez que te perseguía” Diana me contestó con una sonrisa que veo en mi mente muy seguido: “Sí me morí Brisa, ya no estoy aquí. No te preocupes, tú vas a estar aquí por un tiempo y luego nos vamos a encontrar allá”. Entonces siguió caminando y ya nunca más la volví a ver en mis sueños. Hace quince años que no sueño con Diana. Ella me aseguró que nos volveríamos a ver. Diana: te quiero mucho.
martes, 9 de marzo de 2010
Yo: Casi una Medallista Olímpica
Yo pude haber competido en las Olimpiadas y hasta pude haber ganado. La verdad es que nunca sabré de hecho si pude haber sido una campeona olímpica o no, pues nunca estuve expuesta a ninguna actividad deportiva.
¿Cómo podré saber si alguna vez pude haber triunfado en patinaje sobre hielo, gimnasia, y otras actividades que ni se me vienen a la mente en este momento (no sé si por mi ignorancia en cuanto a actividades olímpicas, o porque mi bebé de 8 meses está llorando a todo pulmón, solo porque está cansada y tiene que dormir), si nunca tuve la oportunidad de practicar tales actividades deportivas desde pequeña?
Y si hubiera querido ser campeona de natación, ¿a qué edad debería haber empezado a entrenar? Yo aprendí a nadar cuando tenía diecinueve años, ya estando estudiando mi carrera. Para ese entonces los que pudieron haber sido mis colegas deportistas en las Olimpiadas, ya me llevaban mucha ventaja. De hecho, creo que aprendí a nadar bien, pero no rápido. Al igual que correr, eso sí se hacer, correr, pero no rápido. O sea, que si me caigo de un barco en el medio del océano, podría nadar un buen, por mucho tiempo y no ahogarme, pero si tuviera que huir de un tiburón, ahora sí que ya valí porque me alcanzaría de inmediato. Al igual que si me encuentro en la selva y un león u otro animal salvaje me persigue, eso de correr con agilidad y rapidez no se me da, así que ya saben en donde terminaría mi cuerpo.
No puedo evitar preguntarme si yo hubiera llegado a ser una campeona olímpica, si hubiera empezado desde niña a practicar algún deporte. La culpa de mi inhabilidad en los deportes se la echo a mis padres, quienes no me expusieron a tales actividades cuando yo ni sabía que existían. (Por favor recuerden mi personalidad sarcástica y no crean que estoy enojada con mis padres por tal razón).
Esto mismo alguna vez lo platiqué con una amiga de aquí de Colorado, que me dijo: “Yo soy hija única y mis papás me llevaron a clases de todo tipo desde muy pequeña. Durante mi infancia y adolescencia estuve en clases de natación, equitación, ballet, gimnasia, nado sincronizado, patinaje sobre hielo; y también en clases de pintura, escultura, violín, piano; y muchas otras actividades que no recuerdo. Ninguna de las actividades pegó. Nunca encontré algo en lo que fuera buena, y tú y yo estamos en las mismas”.
Y me sigo preguntando: ¿Si hubiera tenido la oportunidad, hubiera sido toda una deportista y hasta campeona olímpica? ¿O al menos tendría la motivación de salir a correr todos los días, o de terminar un video de aeróbics? ¿O estaría en las mismas?
Si no tengo mis medallas olímpicas, ni sé jugar ningún deporte (ni les entiendo cuando los veo en televisión, por eso mejor no los veo) la culpa definitivamente es de mis padres, no mía.
¿Cómo podré saber si alguna vez pude haber triunfado en patinaje sobre hielo, gimnasia, y otras actividades que ni se me vienen a la mente en este momento (no sé si por mi ignorancia en cuanto a actividades olímpicas, o porque mi bebé de 8 meses está llorando a todo pulmón, solo porque está cansada y tiene que dormir), si nunca tuve la oportunidad de practicar tales actividades deportivas desde pequeña?
Y si hubiera querido ser campeona de natación, ¿a qué edad debería haber empezado a entrenar? Yo aprendí a nadar cuando tenía diecinueve años, ya estando estudiando mi carrera. Para ese entonces los que pudieron haber sido mis colegas deportistas en las Olimpiadas, ya me llevaban mucha ventaja. De hecho, creo que aprendí a nadar bien, pero no rápido. Al igual que correr, eso sí se hacer, correr, pero no rápido. O sea, que si me caigo de un barco en el medio del océano, podría nadar un buen, por mucho tiempo y no ahogarme, pero si tuviera que huir de un tiburón, ahora sí que ya valí porque me alcanzaría de inmediato. Al igual que si me encuentro en la selva y un león u otro animal salvaje me persigue, eso de correr con agilidad y rapidez no se me da, así que ya saben en donde terminaría mi cuerpo.
No puedo evitar preguntarme si yo hubiera llegado a ser una campeona olímpica, si hubiera empezado desde niña a practicar algún deporte. La culpa de mi inhabilidad en los deportes se la echo a mis padres, quienes no me expusieron a tales actividades cuando yo ni sabía que existían. (Por favor recuerden mi personalidad sarcástica y no crean que estoy enojada con mis padres por tal razón).
Esto mismo alguna vez lo platiqué con una amiga de aquí de Colorado, que me dijo: “Yo soy hija única y mis papás me llevaron a clases de todo tipo desde muy pequeña. Durante mi infancia y adolescencia estuve en clases de natación, equitación, ballet, gimnasia, nado sincronizado, patinaje sobre hielo; y también en clases de pintura, escultura, violín, piano; y muchas otras actividades que no recuerdo. Ninguna de las actividades pegó. Nunca encontré algo en lo que fuera buena, y tú y yo estamos en las mismas”.
Y me sigo preguntando: ¿Si hubiera tenido la oportunidad, hubiera sido toda una deportista y hasta campeona olímpica? ¿O al menos tendría la motivación de salir a correr todos los días, o de terminar un video de aeróbics? ¿O estaría en las mismas?
Si no tengo mis medallas olímpicas, ni sé jugar ningún deporte (ni les entiendo cuando los veo en televisión, por eso mejor no los veo) la culpa definitivamente es de mis padres, no mía.
jueves, 4 de marzo de 2010
Mi encuentro cercano con un oso enorme
Cuando trabajaba en Compass Montessori Secondary School, solíamos ir a acampar muy seguido, al principio del año escolar y en otras ocasiones durante el año. Realmente, cualquier excusa era buena para no tener clases en esa escuela, y había muchos viajes, caminatas y escapadas divertidas.
En esta ocasión fuimos al principio de un año escolar a acampar a las dunas aquí en Colorado. Es un largo camino de Golden hasta allá, y aún más tardado yendo en un autobús escolar (aunque esto no viene al caso con mi anécdota).
Estuvimos allá una semana. Lo peor de ese campamento fue el hecho de que no teníamos donde bañarnos y por tantos días era muy incómodo. Aunque todos tuvimos una (y algunos dos) oportunidad de bañarnos una vez durante esa semana, ya que nos tocaba ir una vez (a algunos dos) a unas aguas termales donde había baños, así que podíamos bañarnos ahí.
Una de esas noches en las que la mitad de los alumnos y maestros habíamos ido a nadar a las aguas termales, regresamos cansadísimos y nos fuimos directo a dormir a nuestras tiendas. De repente, cuando intentaba quedarme dormida, escuché mucho ruido afuera, donde estaban las mesas y el área de comer. Después de unos minutos de escuchar ese escándalo, escuché a una de las maestras decirme que hablara con los alumnos que pudiera, desde mi tienda, y que les dijera que teníamos que irnos al autobús de inmediato y de forma ordenada y callada. Así lo hice, y empezamos todos a caminar hacia el autobús. Muchos de los adolescentes se veían adormilados; otros se veían confundidos; todos estábamos sorprendidos y algunos hasta asustados. Al subir al autobús los que estaban ya arriba anunciaban a los que iban llegando, que había un oso enorme buscando comida.
Los maestros y maestras pasamos lista mental, recordando los nombres de los estudiantes que habían ido a acampar en esa ocasión. No teníamos las listas de alumnos con nosotros, pues estaban en nuestras tiendas de acampar. Pasamos lista varias veces, hasta que estuvimos seguros de que teníamos a todos nuestros estudiantes sanos y salvos en el autobús.
Desde el autobús todos pudimos “disfrutar” del espectáculo que el oso gigante nos dio al intentar abrir las hieleras, especialmente la hielera que tenía toda la carne que consumiríamos el resto de esa semana.
El héroe de ese viaje fue el maestro de matemáticas, Peter (quien meses después, en el viaje a Europa resultaría ser también nuestro héroe y protector); un hombre maduro, muy serio y elocuente. Al ver que estábamos en el medio de las dunas, solos y desamparados, decidió salir del autobús y abrir la hielera de la carne, para que de esta forma el oso pudiera sacar la carne y se fuera. Salió y estuvo a unos cuantos metros del oso que cada minuto que pasaba sin poder abrir la hielera, más enojado se ponía. Peter abrió la hielera y regresó al autobús, mientras el oso saqueaba la hielera y se llevaba toda la carne que encontró.
Como todos los que solemos (o solíamos antes de ser padres) acampar en Colorado sabemos, sí hay osos en las montañas, pero basta con ser precavidos para no tener un encuentro cercano con tales seres de fuerza impactante. Nosotros no fuimos precavidos. Es bien sabido que los osos no se acercan a los campamentos, a menos que huelan comida, por lo que se recomienda que se guarde todo en bolsas y no se deje nada en las tiendas, sino dentro de los vehículos. Nosotros lo sabíamos y eso hacíamos cada noche, excepto por esa noche. Creo que los cuatro maestros responsables por la seguridad de aproximadamente ochenta estudiantes de prepa, pensamos que alguien más se encargaría de guardar la comida. Nadie lo hicimos. No es algo de lo que estoy orgullosa. Lo peor según mi punto de vista, sucedió a la mañana siguiente cuando todos estábamos desayunando y comentando sobre lo acontecido la noche anterior. Mike, un estudiante nuevo, a quien acabábamos de conocer un par de días antes, cuando nos reunimos para partir a nuestra aventura, nos aseguró que él no tenía idea de lo que estábamos hablando. Fue en ese momento cuando los maestros nos percatamos de la ausencia de este estudiante nuevo. Me da tristeza pensar que nadie extrañó a Mike en el autobús. Y me asusta pensar qué hubiera sucedido si el oso hubiera pasado corriendo por la tienda donde Mike dormía pacíficamente mientras escuchaba música con sus audífonos puestos. Mike no escuchó nada en toda la noche. Definitivamente él fue el que mejor descansó esa noche en la que el osote nos visitó.
En esta ocasión fuimos al principio de un año escolar a acampar a las dunas aquí en Colorado. Es un largo camino de Golden hasta allá, y aún más tardado yendo en un autobús escolar (aunque esto no viene al caso con mi anécdota).
Estuvimos allá una semana. Lo peor de ese campamento fue el hecho de que no teníamos donde bañarnos y por tantos días era muy incómodo. Aunque todos tuvimos una (y algunos dos) oportunidad de bañarnos una vez durante esa semana, ya que nos tocaba ir una vez (a algunos dos) a unas aguas termales donde había baños, así que podíamos bañarnos ahí.
Una de esas noches en las que la mitad de los alumnos y maestros habíamos ido a nadar a las aguas termales, regresamos cansadísimos y nos fuimos directo a dormir a nuestras tiendas. De repente, cuando intentaba quedarme dormida, escuché mucho ruido afuera, donde estaban las mesas y el área de comer. Después de unos minutos de escuchar ese escándalo, escuché a una de las maestras decirme que hablara con los alumnos que pudiera, desde mi tienda, y que les dijera que teníamos que irnos al autobús de inmediato y de forma ordenada y callada. Así lo hice, y empezamos todos a caminar hacia el autobús. Muchos de los adolescentes se veían adormilados; otros se veían confundidos; todos estábamos sorprendidos y algunos hasta asustados. Al subir al autobús los que estaban ya arriba anunciaban a los que iban llegando, que había un oso enorme buscando comida.
Los maestros y maestras pasamos lista mental, recordando los nombres de los estudiantes que habían ido a acampar en esa ocasión. No teníamos las listas de alumnos con nosotros, pues estaban en nuestras tiendas de acampar. Pasamos lista varias veces, hasta que estuvimos seguros de que teníamos a todos nuestros estudiantes sanos y salvos en el autobús.
Desde el autobús todos pudimos “disfrutar” del espectáculo que el oso gigante nos dio al intentar abrir las hieleras, especialmente la hielera que tenía toda la carne que consumiríamos el resto de esa semana.
El héroe de ese viaje fue el maestro de matemáticas, Peter (quien meses después, en el viaje a Europa resultaría ser también nuestro héroe y protector); un hombre maduro, muy serio y elocuente. Al ver que estábamos en el medio de las dunas, solos y desamparados, decidió salir del autobús y abrir la hielera de la carne, para que de esta forma el oso pudiera sacar la carne y se fuera. Salió y estuvo a unos cuantos metros del oso que cada minuto que pasaba sin poder abrir la hielera, más enojado se ponía. Peter abrió la hielera y regresó al autobús, mientras el oso saqueaba la hielera y se llevaba toda la carne que encontró.
Como todos los que solemos (o solíamos antes de ser padres) acampar en Colorado sabemos, sí hay osos en las montañas, pero basta con ser precavidos para no tener un encuentro cercano con tales seres de fuerza impactante. Nosotros no fuimos precavidos. Es bien sabido que los osos no se acercan a los campamentos, a menos que huelan comida, por lo que se recomienda que se guarde todo en bolsas y no se deje nada en las tiendas, sino dentro de los vehículos. Nosotros lo sabíamos y eso hacíamos cada noche, excepto por esa noche. Creo que los cuatro maestros responsables por la seguridad de aproximadamente ochenta estudiantes de prepa, pensamos que alguien más se encargaría de guardar la comida. Nadie lo hicimos. No es algo de lo que estoy orgullosa. Lo peor según mi punto de vista, sucedió a la mañana siguiente cuando todos estábamos desayunando y comentando sobre lo acontecido la noche anterior. Mike, un estudiante nuevo, a quien acabábamos de conocer un par de días antes, cuando nos reunimos para partir a nuestra aventura, nos aseguró que él no tenía idea de lo que estábamos hablando. Fue en ese momento cuando los maestros nos percatamos de la ausencia de este estudiante nuevo. Me da tristeza pensar que nadie extrañó a Mike en el autobús. Y me asusta pensar qué hubiera sucedido si el oso hubiera pasado corriendo por la tienda donde Mike dormía pacíficamente mientras escuchaba música con sus audífonos puestos. Mike no escuchó nada en toda la noche. Definitivamente él fue el que mejor descansó esa noche en la que el osote nos visitó.
miércoles, 3 de marzo de 2010
Detalles que alegran mi corazón
A veces una palabra, una llamada telefónica o un correo electrónico nos pueden alegrar un momento, el día o hasta todo el mes. Aquí tengo una pequeña lista de detalles que me han alegrado últimamente y que recuerdo por el momento (mientras escribo este blog). No están en ningún tipo de orden.
- Mi bella Blyssebela diciéndome: Mami eres muy bella. –Ja ja – Gracias Dios porque mi hija me ve así.
- Cuando la pequeña Allegra balbucea y Danny y yo pensamos que dice ALLEGRA, y alguien más nos dice: ¡Dijo Allegra! La verdad es que quién sabe si lo esté diciendo o no, pero qué alegría cuando alguien más escucha lo que nosotros creemos escuchar. Eso nos hace pensar que no estamos completamente locos.
- Sammy (el hijo de 4 años de mi amiga Eva), me vio el domingo pasado, después de varios meses de no vernos y corrió, me abrazó muy fuerte y me decía: “Brisa I love you, I love you”. ¡Qué ternura, qué dulzura, qué inocencia! ¡Gracias Sammy por tu muestra de cariño!
-Cuando mi amigo Paco, de la secundaria, me encontró en Facebook y me escribió. Hace aproximadamente veinte años que no hablábamos y casi lloro cuando leí la forma tan bonita en la que él me recordaba. Me hizo recordar anécdotas de mi vida que hace muchos años no pasaban por mi mente. Por ejemplo, cuando las monjas me regañaba porque les pasaba la tarea a mis compañeros, incluyendo a Paco. ¡Gracias Paco!
- Uno de los detalles favoritos de mi vida.- cuando mis ex estudiantes me contactan porque se acuerdan de mí. La verdad es que solamente de pensarlo quiero llorar y mi corazón se llena de alegría. Recuerdo con tanto cariño a cada uno de mis estudiantes. Me alegra muchísimo cuando me llaman o me escriben y ¡hablan español! ¡Qué orgullosa me siento de ellos!
- Las llamadas nocturnas de quienes han sido mis mejores amigas por más de dos décadas. Hablamos y nunca se nos acaban los temas de conversación. Y por más diferentes (y parecidas)que somos, siempre nos despedimos diciéndonos cuanto nos queremos. Blanca y Mony las adoro. (Y a las demás con las que no he hablado en un buen tiempo también) Mejor no menciono nombres para no hacer sentir mal a nadie. Mané me encanta hablar contigo seguido también. ¡Las quiero amigas que me han aguantado tanto!
- Mis amigas Addie y Lauren me trajeron algo de comer (en diferentes días cada una de ellas) cuando regresé de Monterrey después de que falleció mi papá. La verdad es que me ayudó mucho el disfrutar de la comida deliciosa con mi familia, sin tener que haberla cocinado yo. ¡Muchas gracias y Addie y Lauren! Y también gracias a mis amigas Amanda y Briana que nos hicieron brownies ¡mmmh!
- Hablando de comida: La gente que tan amablemente nos cocinaron cenas deliciosas después de que mis papás se fueron, después de que nació Allegra. Parece que no es mucho, pero la verdad es que llevar una cena a alguien que tiene un bebito recién nacido en casa, es una GRAN ayuda y un bello detalle. ¡Gracias Adriana y a mis amigas de la iglesia! Dios se los va a pagar con creces.
- Hay tantos momentos que a diario me hacen tan feliz. Gracias Dios por toda tu bondad y por los milagros en mi vida, que no merezco. Seguiré esta lista en otra ocasión para no aburrir a mis fieles lectores. :)
- Mi bella Blyssebela diciéndome: Mami eres muy bella. –Ja ja – Gracias Dios porque mi hija me ve así.
- Cuando la pequeña Allegra balbucea y Danny y yo pensamos que dice ALLEGRA, y alguien más nos dice: ¡Dijo Allegra! La verdad es que quién sabe si lo esté diciendo o no, pero qué alegría cuando alguien más escucha lo que nosotros creemos escuchar. Eso nos hace pensar que no estamos completamente locos.
- Sammy (el hijo de 4 años de mi amiga Eva), me vio el domingo pasado, después de varios meses de no vernos y corrió, me abrazó muy fuerte y me decía: “Brisa I love you, I love you”. ¡Qué ternura, qué dulzura, qué inocencia! ¡Gracias Sammy por tu muestra de cariño!
-Cuando mi amigo Paco, de la secundaria, me encontró en Facebook y me escribió. Hace aproximadamente veinte años que no hablábamos y casi lloro cuando leí la forma tan bonita en la que él me recordaba. Me hizo recordar anécdotas de mi vida que hace muchos años no pasaban por mi mente. Por ejemplo, cuando las monjas me regañaba porque les pasaba la tarea a mis compañeros, incluyendo a Paco. ¡Gracias Paco!
- Uno de los detalles favoritos de mi vida.- cuando mis ex estudiantes me contactan porque se acuerdan de mí. La verdad es que solamente de pensarlo quiero llorar y mi corazón se llena de alegría. Recuerdo con tanto cariño a cada uno de mis estudiantes. Me alegra muchísimo cuando me llaman o me escriben y ¡hablan español! ¡Qué orgullosa me siento de ellos!
- Las llamadas nocturnas de quienes han sido mis mejores amigas por más de dos décadas. Hablamos y nunca se nos acaban los temas de conversación. Y por más diferentes (y parecidas)que somos, siempre nos despedimos diciéndonos cuanto nos queremos. Blanca y Mony las adoro. (Y a las demás con las que no he hablado en un buen tiempo también) Mejor no menciono nombres para no hacer sentir mal a nadie. Mané me encanta hablar contigo seguido también. ¡Las quiero amigas que me han aguantado tanto!
- Mis amigas Addie y Lauren me trajeron algo de comer (en diferentes días cada una de ellas) cuando regresé de Monterrey después de que falleció mi papá. La verdad es que me ayudó mucho el disfrutar de la comida deliciosa con mi familia, sin tener que haberla cocinado yo. ¡Muchas gracias y Addie y Lauren! Y también gracias a mis amigas Amanda y Briana que nos hicieron brownies ¡mmmh!
- Hablando de comida: La gente que tan amablemente nos cocinaron cenas deliciosas después de que mis papás se fueron, después de que nació Allegra. Parece que no es mucho, pero la verdad es que llevar una cena a alguien que tiene un bebito recién nacido en casa, es una GRAN ayuda y un bello detalle. ¡Gracias Adriana y a mis amigas de la iglesia! Dios se los va a pagar con creces.
- Hay tantos momentos que a diario me hacen tan feliz. Gracias Dios por toda tu bondad y por los milagros en mi vida, que no merezco. Seguiré esta lista en otra ocasión para no aburrir a mis fieles lectores. :)
lunes, 1 de marzo de 2010
Palabras y frases cuyo uso me disgusta (Parte 1)
Hay palabras y frases que me cae mal escuchar, pero claro que todos son libres de usarlas. Como sea, he aquí una lista de palabras y frases que no solamente me molestan y me repatean, sino que me causan mucha pena ajena cuando otros las usan en frente de mí.
Hello!?: No me molesta como lo que realmente es: un saludo en inglés. Si se está hablando inglés y alguien llega o contestas el teléfono, esta es la palabra adecuada. Pero sí es muy molesto cuando se usa esa palabra mientras se habla español y se dice “O sea, HELLOOOOO?!” --- Como para decir que no se entiende o que la persona con la que se está teniendo la conversación no comprende. --- O realmente, ¿por qué se usa? Yo creo solo para molestarme a mí. –jajaja.
Hacer la “meme”: Para decir que vas a dormir.
Lindo o linda: No me molesta el uso de esta palabra cuando es para describir a una “linda persona”, como alguien noble o bondadoso y tierno. Pero sí me molesta cuando se usa como sinónimo de bonito o bonita (lo cual está perfectamente bien usado, pero me molesta). Aquí les presento unas oraciones como ejemplos: Ese gatito está lindo. Me pareció ver a un lindo gatito (ja ja, de hecho esa no me molesta). ¡Qué linda puesta de sol! Un lindo vestido, perro, coche; o una linda flor, casa, bufanda, etc.
Caca: sinónimo de popó o excremento. ¡Guácala!
Así, así: Como respuesta a la pregunta en español ¿cómo estás?. En lugar de decir: Más o menos, dicen “Así, así”. No sé por qué, en muchos libros de español se enseña esta frase y maestros de español la promueven. Por favor si alguien sabe en que país de habla hispana se usa esta frase hoy en día, instrúyanme y háganmelo saber. ¿Quién dice – Estoy así así-? Nadie que yo conozca.
Bueno, pues: “Bueno, pues.” Así nada más. ¿Qué más? Bueno, pues ya me voy a mi casa. O, bueno pues ya aquí termina esta conversación. Pero solamente “bueno, pues” Bueno y pues no van juntos de esa forma sin nada después de pues.
Chispa: Como adjetivo calificativo. Ejemplo: La niña estaba (o era) bien chispa. “bien chispa”!!! Como para decir que es muy graciosa o chistosa.
Proseguiré en otra ocasión para no aburrir a mis lectores. (Y si estás leyendo y crees que nadie lee mi blog, muy probablemente estás en lo cierto y eres el único leyendo)
Hello!?: No me molesta como lo que realmente es: un saludo en inglés. Si se está hablando inglés y alguien llega o contestas el teléfono, esta es la palabra adecuada. Pero sí es muy molesto cuando se usa esa palabra mientras se habla español y se dice “O sea, HELLOOOOO?!” --- Como para decir que no se entiende o que la persona con la que se está teniendo la conversación no comprende. --- O realmente, ¿por qué se usa? Yo creo solo para molestarme a mí. –jajaja.
Hacer la “meme”: Para decir que vas a dormir.
Lindo o linda: No me molesta el uso de esta palabra cuando es para describir a una “linda persona”, como alguien noble o bondadoso y tierno. Pero sí me molesta cuando se usa como sinónimo de bonito o bonita (lo cual está perfectamente bien usado, pero me molesta). Aquí les presento unas oraciones como ejemplos: Ese gatito está lindo. Me pareció ver a un lindo gatito (ja ja, de hecho esa no me molesta). ¡Qué linda puesta de sol! Un lindo vestido, perro, coche; o una linda flor, casa, bufanda, etc.
Caca: sinónimo de popó o excremento. ¡Guácala!
Así, así: Como respuesta a la pregunta en español ¿cómo estás?. En lugar de decir: Más o menos, dicen “Así, así”. No sé por qué, en muchos libros de español se enseña esta frase y maestros de español la promueven. Por favor si alguien sabe en que país de habla hispana se usa esta frase hoy en día, instrúyanme y háganmelo saber. ¿Quién dice – Estoy así así-? Nadie que yo conozca.
Bueno, pues: “Bueno, pues.” Así nada más. ¿Qué más? Bueno, pues ya me voy a mi casa. O, bueno pues ya aquí termina esta conversación. Pero solamente “bueno, pues” Bueno y pues no van juntos de esa forma sin nada después de pues.
Chispa: Como adjetivo calificativo. Ejemplo: La niña estaba (o era) bien chispa. “bien chispa”!!! Como para decir que es muy graciosa o chistosa.
Proseguiré en otra ocasión para no aburrir a mis lectores. (Y si estás leyendo y crees que nadie lee mi blog, muy probablemente estás en lo cierto y eres el único leyendo)
sábado, 27 de febrero de 2010
Millionaire Matchmaker
He visto varias veces un programa de televisión que se llama “Millionaire Matchmaker”. Es un “reality show” donde la protagonista principal es una mujer quien asegura que su vocación es hacerla de “Celestina”. Ella se dedica a encontrar parejas, específicamente para millonarios solitarios. Me parece una buena idea como negocio.
Cada vez que he visto este programa, no puedo evitar sentirme triste por estas personas que le pagan a esta chica para que les encuentre pareja. Deben estar tan solitarios y desesperados para contratar a alguien que les encuentre compañía y alguien que los ame. Supongo que la meta final es encontrar a alguien que los ame y les haga compañía, si no, no se arriesgarían a contratar a alguien y además salir en televisión. De las veces que he visto, solamente dos veces han sido mujeres millonarias buscando pareja, casi siempre son hombres. ¿Qué puede estar tan mal con ellos, que en su mayoría, hombres de negocios, han sido exitosos en su vida profesional, pero se sienten solos y no han encontrado alguien que los acompañe en sus éxitos (y en todo momento, claro)?
Al final de cada capítulo me siento feliz, pues este programa me recuerda lo afortunada que soy al haber encontrado a mi amado esposo Danny. Me encanta su compañía, y aunque no somos ricos, si lo somos en amor y bendiciones. ¡Gracias Millionaire Matchmaker por recordarme lo afortunada que soy, y por ayudarme a comprobar una vez más que el dinero no da la felicidad!
Cada vez que he visto este programa, no puedo evitar sentirme triste por estas personas que le pagan a esta chica para que les encuentre pareja. Deben estar tan solitarios y desesperados para contratar a alguien que les encuentre compañía y alguien que los ame. Supongo que la meta final es encontrar a alguien que los ame y les haga compañía, si no, no se arriesgarían a contratar a alguien y además salir en televisión. De las veces que he visto, solamente dos veces han sido mujeres millonarias buscando pareja, casi siempre son hombres. ¿Qué puede estar tan mal con ellos, que en su mayoría, hombres de negocios, han sido exitosos en su vida profesional, pero se sienten solos y no han encontrado alguien que los acompañe en sus éxitos (y en todo momento, claro)?
Al final de cada capítulo me siento feliz, pues este programa me recuerda lo afortunada que soy al haber encontrado a mi amado esposo Danny. Me encanta su compañía, y aunque no somos ricos, si lo somos en amor y bendiciones. ¡Gracias Millionaire Matchmaker por recordarme lo afortunada que soy, y por ayudarme a comprobar una vez más que el dinero no da la felicidad!
viernes, 26 de febrero de 2010
¿Calladita te ves más bonita?
Una de las frases que más me caen mal es “Calladita te ves más bonita”. ¿Qué significa eso? Lo que creo que significa (corríjanme si me equivoco) es que no debes expresar lo que sientes o piensas porque puedes “quedar mal”. ---Me molesta estar con gente a quien le preocupa el qué dirán, quedar mal, y las apariencias. ---
La verdad es que cada vez que he escuchado esta frase, siento como si me dieran una patada en el hígado. Es como decir que por dentro te la estoy rayando, pero si no lo digo, no cuenta y mejor no lo digo.
Todos somos diferentes. Nadie es monedita de oro para caerle bien a todos. No todos nos vamos a caer bien ni vamos a ser amigos; no en este mundo. Llevarse bien con todos y todos ser amigos unos de los otros, es algo utópico. ¿”Los amigos de mis amigos son mis amigos”? No necesariamente. El hecho de que un amigo mío se lleve bien con alguien, no quiere decir que yo me llevaré bien con esa persona también.
¿Y por qué viene al caso este último párrafo? Pues porque el hecho de que alguien no exprese lo que piensa o lo que siente, no quiere decir que todo lo que esté pensando es positivo y lleno de miel y color rosa.
Me ha tocado muchas veces escuchar: Esa chica es tan buena. ¿Por qué? Porque “calladita se ve más bonita” y prefiere no hablar? Definitivamente es una buena táctica y una buena costumbre, mejor quedarnos calladas cuando no tenemos nada bueno que decir. Pero ¡qué difícil me parece a mí tal práctica!
No puedo evitar NO confiar en las personas que cada vez que las veo tienen solamente cosas buenas que decir. La vida no es perfecta para nadie.
Todos nos enojamos, nos enfermamos, nos caemos, pasamos malos ratos, nos ponemos de mal humar, y tenemos defectos. Al igual que todos tenemos virtudes, momentos de buen humor, de felicidad, de salud, éxito y demás cosas bellas y positivas. ¿Cómo entonces puede ser que de 10 veces que ves a una persona, las 10 veces sonríe y está perfectamente y hasta te dice: ¡Te ves fantástica! Digo, si me veo muy bien, acepto el cumplido, pero si es algo que se dice para quedar bien, me molesta y ya no es cumplido.
Como sea, para muchos es mejor siempre escuchar lo positivo y nada de lo negativo. Las apariencias es lo único que mucha gente tiene para evaluar cómo es otra persona. ---Cuando también podemos ver su pasado, su comportamiento en la vida cotidiana, sus creencias, etc.
Al final las que quedamos mal somos las que hablamos no sólo cuando algo nos parece bonito, pero cuando algo nos parece feo, también. Quizás expresar nuestras ideas, pensamientos y sentimientos es hablar de más.
Con el paso de los años, he comprendido que aunque me molesta la actitud que tal frase connota, probablemente lo mejor es de verdad quedarse callada, lo cual yo nunca he hecho. Y sí, muchas veces he “quedado mal”.
Quizás será bueno enseñarles a mis hijas que efectivamente, calladitas se verán más bonitas. De esta forma se evitarán problemas y evitarán ser juzgadas negativamente por aquellos que creen que las calladitas SON más bonitas, enigmáticas y buenas.
La verdad es que cada vez que he escuchado esta frase, siento como si me dieran una patada en el hígado. Es como decir que por dentro te la estoy rayando, pero si no lo digo, no cuenta y mejor no lo digo.
Todos somos diferentes. Nadie es monedita de oro para caerle bien a todos. No todos nos vamos a caer bien ni vamos a ser amigos; no en este mundo. Llevarse bien con todos y todos ser amigos unos de los otros, es algo utópico. ¿”Los amigos de mis amigos son mis amigos”? No necesariamente. El hecho de que un amigo mío se lleve bien con alguien, no quiere decir que yo me llevaré bien con esa persona también.
¿Y por qué viene al caso este último párrafo? Pues porque el hecho de que alguien no exprese lo que piensa o lo que siente, no quiere decir que todo lo que esté pensando es positivo y lleno de miel y color rosa.
Me ha tocado muchas veces escuchar: Esa chica es tan buena. ¿Por qué? Porque “calladita se ve más bonita” y prefiere no hablar? Definitivamente es una buena táctica y una buena costumbre, mejor quedarnos calladas cuando no tenemos nada bueno que decir. Pero ¡qué difícil me parece a mí tal práctica!
No puedo evitar NO confiar en las personas que cada vez que las veo tienen solamente cosas buenas que decir. La vida no es perfecta para nadie.
Todos nos enojamos, nos enfermamos, nos caemos, pasamos malos ratos, nos ponemos de mal humar, y tenemos defectos. Al igual que todos tenemos virtudes, momentos de buen humor, de felicidad, de salud, éxito y demás cosas bellas y positivas. ¿Cómo entonces puede ser que de 10 veces que ves a una persona, las 10 veces sonríe y está perfectamente y hasta te dice: ¡Te ves fantástica! Digo, si me veo muy bien, acepto el cumplido, pero si es algo que se dice para quedar bien, me molesta y ya no es cumplido.
Como sea, para muchos es mejor siempre escuchar lo positivo y nada de lo negativo. Las apariencias es lo único que mucha gente tiene para evaluar cómo es otra persona. ---Cuando también podemos ver su pasado, su comportamiento en la vida cotidiana, sus creencias, etc.
Al final las que quedamos mal somos las que hablamos no sólo cuando algo nos parece bonito, pero cuando algo nos parece feo, también. Quizás expresar nuestras ideas, pensamientos y sentimientos es hablar de más.
Con el paso de los años, he comprendido que aunque me molesta la actitud que tal frase connota, probablemente lo mejor es de verdad quedarse callada, lo cual yo nunca he hecho. Y sí, muchas veces he “quedado mal”.
Quizás será bueno enseñarles a mis hijas que efectivamente, calladitas se verán más bonitas. De esta forma se evitarán problemas y evitarán ser juzgadas negativamente por aquellos que creen que las calladitas SON más bonitas, enigmáticas y buenas.
miércoles, 24 de febrero de 2010
¡Qué difícil es encontrar a alguien que cuide a nuestros hijos!
He aquí unas razones y situaciones por las que no confiaría en que ciertas personas me cuidaran a mis hijas:
- Si alguna vez siendo bebés, se las he encargado por unos minutos y las han dejado caer de una silla, mesa, sillón, o de cualquier lugar. ¿Quién volvería a confiar en alguien que te deja caer a tu bebé?
- Si esa persona o personas tienen niños o niñas que les pegarían a mis hijas. Por ejemplo, si yo he visto que ciertas niñas o niñas golpean a otros, muerden, empujan o hacen daño a otros niños (no necesariamente las mías), ¿cómo sería si yo no estuviera? Muy difícil de confiar.
- Si esa persona (mamá o papá) le da muchos dulces (y demás alimentos con gran contenido de azúcar) a su hijo o hija. Aunque dejaría a mis niñas en una emergencia con una persona así, trataría de evitarlo.
- Trataría de evitar dejar a mis hijas en un lugar donde la televisión está siempre prendida, aunque también en un caso de emergencia lo haría.
- El uso de malas palabras es muy común para esa persona o personas. No es que yo no diga malas palabras, mis mejores amigas y mi familia, saben que sí las uso, pero no en frente de mis niñas porque ellas no entienden a esta edad lo que significan y por qué a veces se usan. Me siento mal cuando escucho a niños decir malas palabras que aprendieron de sus padres o de las personas que los cuidan, claro. Y lo peor es cuando los adultos se ríen de que los niños digan vulgaridades. ¡Conservemos la inocencia de nuestros infantes!
- Claro que se sobrentiende que el uso de drogas, o el uso excesivo de alcohol sería un no rotundo.
- Si la persona en cuestión fuma.
No es que la gente se esté muriendo por cuidarme a mis hijas. Pero si te has preguntado alguna vez: ¿Por qué Brisa no me deja a sus niñas para que se las cuide? Puedes encontrar la respuesta en este blog. ---ja ja ja--- Me doy risa yo sola.
Creo que tengo un buen sentido del humo ja, ja ja…. No se crean queridos lectores. Eso de qué graciosa me encuentro a mí misma lo dejaré para otro blog.
Ya para terminar, le doy gracias a Dios por permitirme cuidar yo personalmente a mis hijas, porque nadie mejor que su madre para cuidarlas. Si tengo que elegir a alguien para que las cuide sería Danny, claro.
Al escribir este blog estaba pensando en otras madres como yo que pudieran cuidar a mis hijas si lo necesitara. A veces lo ideal debe ser contratar a una niñera que vaya a la casa de quien la contrata y siga sus reglas ¿verdad?
- Si alguna vez siendo bebés, se las he encargado por unos minutos y las han dejado caer de una silla, mesa, sillón, o de cualquier lugar. ¿Quién volvería a confiar en alguien que te deja caer a tu bebé?
- Si esa persona o personas tienen niños o niñas que les pegarían a mis hijas. Por ejemplo, si yo he visto que ciertas niñas o niñas golpean a otros, muerden, empujan o hacen daño a otros niños (no necesariamente las mías), ¿cómo sería si yo no estuviera? Muy difícil de confiar.
- Si esa persona (mamá o papá) le da muchos dulces (y demás alimentos con gran contenido de azúcar) a su hijo o hija. Aunque dejaría a mis niñas en una emergencia con una persona así, trataría de evitarlo.
- Trataría de evitar dejar a mis hijas en un lugar donde la televisión está siempre prendida, aunque también en un caso de emergencia lo haría.
- El uso de malas palabras es muy común para esa persona o personas. No es que yo no diga malas palabras, mis mejores amigas y mi familia, saben que sí las uso, pero no en frente de mis niñas porque ellas no entienden a esta edad lo que significan y por qué a veces se usan. Me siento mal cuando escucho a niños decir malas palabras que aprendieron de sus padres o de las personas que los cuidan, claro. Y lo peor es cuando los adultos se ríen de que los niños digan vulgaridades. ¡Conservemos la inocencia de nuestros infantes!
- Claro que se sobrentiende que el uso de drogas, o el uso excesivo de alcohol sería un no rotundo.
- Si la persona en cuestión fuma.
No es que la gente se esté muriendo por cuidarme a mis hijas. Pero si te has preguntado alguna vez: ¿Por qué Brisa no me deja a sus niñas para que se las cuide? Puedes encontrar la respuesta en este blog. ---ja ja ja--- Me doy risa yo sola.
Creo que tengo un buen sentido del humo ja, ja ja…. No se crean queridos lectores. Eso de qué graciosa me encuentro a mí misma lo dejaré para otro blog.
Ya para terminar, le doy gracias a Dios por permitirme cuidar yo personalmente a mis hijas, porque nadie mejor que su madre para cuidarlas. Si tengo que elegir a alguien para que las cuide sería Danny, claro.
Al escribir este blog estaba pensando en otras madres como yo que pudieran cuidar a mis hijas si lo necesitara. A veces lo ideal debe ser contratar a una niñera que vaya a la casa de quien la contrata y siga sus reglas ¿verdad?
lunes, 22 de febrero de 2010
No estoy envejeciendo, pero si sí, ¿cómo se siente eso?
¿Cómo se sentirán las arrugas en mi piel? ¿Cómo se sentirá envejecer? Hasta ahora, ya me empiezo a ver las canas. Alguna vez me pregunté: cómo se sentirá tener canas? Pues ya sé la respuesta: No se siente nada, es exactamente lo mismo que no tenerlas. Con el paso de los años, parece que me voy envejeciendo, o madurando más bien, porque vieja no estoy. ¿Será que por eso ya no aguanto salir a bailar unas cuatro o cinco horas sin parar y luego despertarme súper temprano la mañana siguiente? ¿Es esa una de las señales del envejecimiento? Treinta y tres después de todo es sólo un número. ¿O debo escribir 33? Y ya dentro de tres semanas ese número cambia en mi vida: ¡treinta y cuatro! ¿Qué se sentirá tener treinta y cuatro años? Me siento exhausta, ya me voy a dormir. ¿Será esa una señal más de que realmente estoy envejeciendo? No lo creo.
sábado, 20 de febrero de 2010
Actividades que desinflaman
Hace aproximadamente cinco años leí un libro que se llama “The Perricone Weight Loss Diet”. El Dr. Perricone – el autor de este libro - da consejos excelentes para perder peso (de los cuales, la mayoría obviamente no he seguido), vivir una vida más saludable, y según él para verse más joven. Son consejos buenísimos los que da en este libro, muchas son cosas que la mayoría de nosotros sabemos que debemos hacer, pero algunos de nosotros optamos por no seguir tales “excelentes” consejos saludables y nutritivos – ja ja- Me río, pero es verdad.
Después de cinco años de haber leído este libro, recuerdo que el autor explicaba que debemos realizar actividades para desinflamar nuestro cuerpo, las cuales nos harán no ser tan gorditos, pero también vivir una vida con menos estrés. Algunas de esas actividades que yo les llamo “desinflamatorias” y que recuerdo que él sugiere son –entre otras-: comer nueces, salmón, yogurt, usar aceite de oliva para cocinar, hacer al menos 20 minutos de ejercicio 3 días por semana (muchos otros libros, doctores y entrenadores sugieren todo eso también), tomar suplementos vitamínicos incluyendo pastillas de aceite de pescado; y mi sugerencia desinflamatoria y desestresante favorita: tener un perro como mascota.
Claro que en el libro el autor da una lista de los alimentos y suplementos recomendados y hasta especias con las que es mejor cocinar, etc. Todos esos consejos me parecieron buenísimos, pero muy difíciles de seguir, ya que la cocina nunca ha sido mi fuerte. Lo del ejercicio, está genial pero es mucho más esfuerzo que el hecho de sentarme en el sillón y acariciar a mi perro.
Lo del perro, seguramente no era la parte importante del libro, pero para mí fue el consejo que recuerdo más después de varios años de haberlo leído. Me pareció interesante la explicación de Perricone.- actividades cotidianas que nos ayudan a deshacernos del estrés, resultan ser desinflamatorias, porque al desestresarnos también nos desinflamamos. Recuerdo que decía que el hecho de estar con un perro, no causaba ningún tipo de estrés, como el hecho de estar con gente (aunque sen nuestros seres queridos) nos puede causar. Interesante. Un perro no pide nada a cambio y –yo le agrego-- toma la energía negativa que podamos traer --- como dije, esto último es de mi cosecha – ja, ja.
Sé que a muchas personas no les gustan los perros, especialmente he visto esto en “mi gente” hispana, de México y otros países, pero sería bueno considerar los beneficios que nuestros “hermanos perros” nos traen. ---Esto me recuerda al uruguayo Mario Benedetti.
Mañana sigo; estoy agotada. Necesito unos minutos desinflamatorios con mi amoroso canino, Churro.
Después de cinco años de haber leído este libro, recuerdo que el autor explicaba que debemos realizar actividades para desinflamar nuestro cuerpo, las cuales nos harán no ser tan gorditos, pero también vivir una vida con menos estrés. Algunas de esas actividades que yo les llamo “desinflamatorias” y que recuerdo que él sugiere son –entre otras-: comer nueces, salmón, yogurt, usar aceite de oliva para cocinar, hacer al menos 20 minutos de ejercicio 3 días por semana (muchos otros libros, doctores y entrenadores sugieren todo eso también), tomar suplementos vitamínicos incluyendo pastillas de aceite de pescado; y mi sugerencia desinflamatoria y desestresante favorita: tener un perro como mascota.
Claro que en el libro el autor da una lista de los alimentos y suplementos recomendados y hasta especias con las que es mejor cocinar, etc. Todos esos consejos me parecieron buenísimos, pero muy difíciles de seguir, ya que la cocina nunca ha sido mi fuerte. Lo del ejercicio, está genial pero es mucho más esfuerzo que el hecho de sentarme en el sillón y acariciar a mi perro.
Lo del perro, seguramente no era la parte importante del libro, pero para mí fue el consejo que recuerdo más después de varios años de haberlo leído. Me pareció interesante la explicación de Perricone.- actividades cotidianas que nos ayudan a deshacernos del estrés, resultan ser desinflamatorias, porque al desestresarnos también nos desinflamamos. Recuerdo que decía que el hecho de estar con un perro, no causaba ningún tipo de estrés, como el hecho de estar con gente (aunque sen nuestros seres queridos) nos puede causar. Interesante. Un perro no pide nada a cambio y –yo le agrego-- toma la energía negativa que podamos traer --- como dije, esto último es de mi cosecha – ja, ja.
Sé que a muchas personas no les gustan los perros, especialmente he visto esto en “mi gente” hispana, de México y otros países, pero sería bueno considerar los beneficios que nuestros “hermanos perros” nos traen. ---Esto me recuerda al uruguayo Mario Benedetti.
Mañana sigo; estoy agotada. Necesito unos minutos desinflamatorios con mi amoroso canino, Churro.
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